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Política agropecuaria

Dudas y rechazos ante el trigo transgénico

El Ministerio de Agricultura aprobó la comercialización de esta variante por primera vez. El rechazo de los pequeños productores agropecuarios y las entidades rurales.

trigo
Especialistas crearon una calculadora de huella de carbono | Telam

La autorización gubernamental al primer trigo transgénico -que podría llegar a todos los derivados de la harina, como pan y fideos- genera un rechazo conjunto e impensado de las entidades rurales y los pequeños productores agropecuarios.

En una resolución de la semana pasada, el Ministerio de Agricultura aprobó la comercialización para la siembra de las variedades HB4, tolerante a la sequía y desarrollado por Bioceres, la firma con accionistas como Gustavo Grobocopatel y Hugo Sigman.

En 2020 el Gobierno había dado una aprobación condicional al trigo transgénico, a la espera de que lo autorizara Brasil, el mayor comprador de Argentina. Ese país permitió en 2021 la importación como harina, aunque no de la semilla. Fuera del mercado, Bioceres ya había empezado a cultivar miles de hectáreas de HB4 con productores que trabajan para ella.

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Trigo: menos área para un cultivo de alta demanda mundial y fuerte debate sobre biotecnología

Los sectores exportadores, que piden a sus proveedores una declaración donde aseguran que su material no incluye transgénicos, expresaron su oposición. Para el Centro de Exportadores de Cereales, “esto crea un riesgo comercial absoluto”, ya que el trigo transgénico sólo está aprobado en Australia y Nueva Zelanda, además del caso brasileño. La Sociedad Rural insistió en que “no tenemos certezas del impacto de la comercialización en los mercados externos”.

Trigo

La agencia de noticias Tierra Viva, que se focaliza en la realidad de los pequeños productores, advirtió que, con esta decisión, “podrían aumentar las hectáreas sembradas con este cultivo resistente al glufosinato de amonio, un herbicida más tóxico que el glifosato”. Los emprendedores agroecológicos denuncian falta de transparencia en el procedimiento de aprobación, que no contó con la participación ciudadana ordenada en la justicia federal, y adelantan que presentarán medidas contra la iniciativa.

Julián Domínguez, el gran malabarista del Gobierno

Por su parte, el ministro Julián Domínguez asegura que no hay riesgos de contaminación, mientras también gestiona la aprobación de la soja transgénica para el mercado chino.

JL PAR