La decisión de la federación norteamericana provocó una tormenta política en la primera Copa del Mundo que se realiza en un país árabe, cuyos organizadores esperaban que estuviese libre de polémicas. Mañana, por el Grupo B, se enfrentarán Estados Unidos e Irán. Un partido decisivo marcado por décadas de enemistad entre ambos gobiernos y por las protestas contra el gobierno teocrático de Irán.
Estados Unidos quiso mostrar de ese modo su apoyo a las mujeres que luchan por los derechos humanos básicos en Irán. En Twitter, Facebook e Instagram, la Selección de Estados Unidos colocó durante 24 horas un afiche con sus partidos en la primera fase, donde la bandera de Irán está representada únicamente con los colores verde, blanco y rojo.
La breve ausencia del emblema, que representa a Alá, coincide con las movilizaciones, que duran más de dos meses y suponen un serio desafío al régimen iraní. Comenzaron tras la muerte de Mahsa Amini el 16 de septiembre tras haber sido detenida por la policía de la moral del país.
Al menos 450 personas han pedido la vida en las movilizaciones y más de 18.000 fueron arrestadas, según Human Rights Activists in Irán. Teherán restringe también el acceso de la prensa y ha detenido a más de 63 periodistas y fotógrafos desde el comienzo de las protestas, de acuerdo con el Comité para la Protección de Periodistas.
El emblema de la República Islámica, diseñado en 1980, tiene cuatro piezas curvas y una espada entre ellas. Representa el dicho islámico “No hay más dios que Alá”. También se asemeja a un tulipán.
En la parte superior e inferior de la bandera hay 22 inscripciones de “Alá es grande” en honor a la fecha del calendario pérsico en la que tuvo lugar la Revolución Islámica. La bandera se ha convertido en un motivo de disputa en el Mundial.
Seguidores progubernamentales la ondearon, gritando a quienes se manifestaban por la muerte de Amini. Otros han exhibido la bandera con un león y un sol, el emblema del anterior gobernante, el fallecido sha Mohammad Reza Pahlavi.
FM JL
