El economista Fausto Spotorno advirtió que la economía argentina ha alcanzado el “techo” de actividad y que podría volver a caer en un ciclo recesivo. Aunque destacó un aumento en la inversión en maquinaria y señales positivas en productividad, señaló que el Gobierno deberá sostener el orden macroeconómico y generar acuerdos. “Lo que están esperando los inversores es un consenso en la sociedad”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Fausto Spotorno es economista, dirige el Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres y es director de la Escuela de Negocios de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). También es profesor en la Universidad del CEMA y miembro de la Fundación Norte Sur, donde se recopilan los datos económicos de Argentina. Hasta julio de 2024 fue parte del equipo de asesores del presidente Javier Milei. Un informe del estudio que dirige Spotorno plantea que la recuperación de la actividad económica que se venía generando en la Argentina no es más que el tan mencionado "rebote del gato muerto", es decir, un rebote técnico luego de una gran caída.
¿Estamos frente al gato volador o al gato muerto?
No. Es cierto que la recuperación económica se está ralentizando y que se está desacelerando bastante. Hay que entender que hay dos razones detrás de esto. Por un lado, la actividad económica en Argentina está llegando a los techos de actividad de los años anteriores. Argentina es una economía que no crece desde hace más de una década, desde 2011. Y lo que hemos visto desde entonces es simplemente una serie de rebotes y recuperaciones. Cada vez que se recupera la economía, Argentina llega a un techo de actividad económica que es más o menos este al que estamos llegando ahora. Lo repetimos en 2011, 2013, 2015, 2017 y en 2022. Son todas las veces que Argentina tocó ese techo, y después de eso vino un proceso recesivo.
¿Ese techo se toca porque la capacidad instalada se ocupa plenamente?
Claro, porque no ha habido inversiones ni aumento en la productividad real. Pudo haber habido inversiones, pero muchas fueron mal destinadas. Y la productividad efectivamente estuvo cayendo. Entonces, siempre que se llegó a ese techo, la economía se frenó y después empezó a caer.
Yo veo que la capacidad ocupada nunca llega al 90%. ¿El tema es que, a lo mejor, al 70% ya se tiene que considerar plena ocupación?
Así es. Más o menos alrededor del 70 o 74% es plena ocupación. A partir de ahí, el 80% ya lo consideramos recalentamiento. Es un tema más ingenieril que económico el cómo se calcula la capacidad instalada.
A lo mejor hay picos, y hay meses en el año donde se produce más. Por lo tanto, hay que tener las industrias con capacidad para el pico, pero no se utiliza el resto del año a ese nivel. La estacionalidad debe marcar que se necesita construir una infraestructura para el pico, pero que no se puede mantener todo el año.
En parte es así. En parte también se debe a diferencias entre sectores. Cada auto lleva cuatro ruedas, o cinco con el auxilio, pero no necesariamente tu capacidad de producción de ruedas es exactamente cinco por cada auto. Entonces, te genera algunas diferencias. Algunos cálculos se hacen en base a maquinarias, a la estimación de cuánto da la máquina, pero ninguna máquina funciona al 100% del tiempo. Por ejemplo, para cuestiones más ingenieriles, los generadores eléctricos de gas no pueden estar funcionando al 100% porque se rompen. Funcionan el 80% o el 70% del tiempo. Por eso todas esas pequeñas cosas hacen que, en el acumulado, no puedas estar funcionando al 100% de la economía, y se considera el 70% como plena ocupación.
Recibimos continuamente cierre de pymes. Supongo que esas pymes que se cierran restan capacidad productiva también.
Exactamente. Hay capacidad productiva que por ahí quedó en limbo mientras una empresa cerró. Sí un restaurante cierra, hasta que abran el nuevo que lo reemplace, esas mesas, esas sillas, esos hornos quedan ahí. Todo eso genera como una especie de desvío con respecto al 100% puro, y eso explica esa diferencia. Pero acá se refiere no solamente a la capacidad de dar, sino también a la productividad.
Lo que hemos visto en los últimos años en Argentina es que por ahí llegabas al 75% de capacidad instalada, pero con una productividad más baja. Entonces costaba recuperar eso. Ahora estamos llegando a esos niveles, y acá viene el momento de cambio: a ver qué va a pasar a partir de acá. Argentina tiene la capacidad de seguir creciendo. Ya a partir de estos niveles, te diría que empezamos a dejar de hablar de recuperación económica y empezamos a hablar de crecimiento económico, o no. O volvemos a la vieja historia de subas y bajas, de picos y valles.

Acá es donde empezamos a mirar otras cosas los economistas para ver si hay capacidad de crecimiento económico, si tenemos las condiciones. Y ahí hay dos cosas que nos interesan: la inversión —si puedo agrandar la fábrica—, y la productividad. Porque la otra forma de ganar crecimiento económico es implementar un software nuevo que hace que todo sea más eficiente, o la gente que tengo sabe más, o estoy produciendo un nuevo producto más rentable, por ejemplo. Eso es la productividad. Es, en realidad, la clave de todo. Estamos empezando a mirar la productividad, y la verdad es que está dando señales positivas. Está creciendo por primera vez en los últimos 10 años la productividad laboral.
Y lo otro que está creciendo bien es la inversión en maquinaria y equipo. No tanto la inversión en construcción. La inversión en maquinaria y equipo está creciendo entre el 45 y 50% anual. Es una barbaridad. Y la productividad está empezando a recuperarse. Así que las señales son positivas para los próximos meses y podríamos empezar a entrar en un proceso de crecimiento económico. Sin embargo, crecer es mucho más difícil que recuperarte. Porque la recuperación solo implica tener la demanda, encender las máquinas que estaban paradas, y listo, recupero. En cambio, para crecer requiero nuevas máquinas.
Elizabeth Peger: Adicionalmente al tema que vos planteás respecto del crecimiento económico, también se producen algunas cuestiones vinculadas al tema dólar bastante complejas. Por ejemplo, los datos del déficit de cuenta corriente y el informe que se sumó de JP Morgan recomendando la salida del carry trade para los inversores. Ayer hubo una suba muy importante también del dólar. Se especula que va a haber ingresos todavía de divisas provenientes del campo unos 15 días más, pero empieza a observarse cierto cuello de botella en ese sentido.
Sí, obviamente hay un cierto cuello de botella en la economía, lo cual es razonable que suceda. Es razonable porque la recuperación económica tras el ordenamiento macroeconómico y los cambios ya se están agotando. Entonces, tenemos que empezar a pensar en la economía como una economía que tiene que crecer de verdad. No alcanza con poner a funcionar lo que teníamos antes. Ahora tenemos que hacer negocios nuevos, y eso ya es más difícil. Obviamente implica un nivel de dificultad mayor. Es como que pasamos al nivel dos.
Y después, con el tema del peso y del dólar, también se hace más difícil porque en la medida en que la economía y la macro se ordenan, es más fácil prever qué va a pasar. Es más fácil de entender. Una vez que se coordina la economía, los bonos suben, se fortalece la moneda local, etcétera. Pero cuando la moneda local está bastante fortalecida, cuando los bonos han subido bastante —todavía no lo suficiente, pero bastante—, a partir de acá se empieza a pensar en el largo plazo. Es como que estamos en la transición entre dejar de pensar en el corto plazo y empezar a pensar en el largo plazo. ¿La economía argentina va a invertir para generar crecimiento económico? ¿Va a continuar este orden macroeconómico? ¿La sociedad lo va a decidir, lo va a sostener o no?
Ya no es una cuestión solo de un Gobierno, ya es cuestión de las sociedades. Y te das cuenta que estabilizar la economía es difícil, pero también es difícil sostener en el tiempo muchas de estas cosas. Estamos en esa transición de dejar de pensar en la estabilización, en el programa a corto plazo, a tener que empezar a pensar si se va a sostener este orden macroeconómico.
EP: El tema es que estos procesos requieren de toma de decisiones de parte del Gobierno, y también de manejo de tiempos. No sé si, en el marco de los incentivos electorales que tiene el Gobierno de cara a octubre, esas decisiones se van a tomar en el momento en que se tienen que tomar.
El Gobierno y la sociedad. ¿Y por qué te digo esto? Porque más allá del plan de estabilización, que es lo que se estuvo ejecutando hasta ahora, lo cierto es que el mundo se está preguntando si Argentina va a sostener el orden económico o va a volver a las mismas tonterías de antes.
En segundo lugar, otra cosa que es importante y que se está preguntando todo el mundo es qué se va a hacer y qué va a pasar si llega a haber un cambio político o un revés electoral. Me parece que hay decisiones de Gobierno que son más electoralistas que otra cosa, y hay decisiones que hay que tomarlas relativamente rápido y todavía no se están tomando por el tema electoral. Hay un armado de la oposición que también genera mucho ruido. Porque cuando alguien invierte en un país, invierte pensando a diez años vista. Vista es mucho más que un gobierno. Entonces, no es solamente qué hace este Gobierno, sino si la oposición es conceptualmente ordenada, o si seguimos teniendo la misma oposición de antes. Y ahí tampoco vemos un orden.
Yo pienso que el problema es el Gobierno. Porque en realidad el riesgo país no es el riesgo del gobierno, es el riesgo del país, del gobierno, de la oposición, de la sociedad, como vos bien decís. Entonces se vuelve a caer en la misma idea de Macri. Dicho sea de paso, Macri tenía 300 puntos y este Gobierno no puede bajar de los 700. Este Gobierno, mucho más ortodoxo económicamente, tiene más del doble del riesgo país del que tenía Macri. Pero a Macri tampoco le vinieron las inversiones, porque siempre existió ese temor de qué vendrá después. El punto es que cualquier persona seria lo que espera es que la sociedad tenga un consenso, y para eso hacen falta gobiernos que convenzan al otro, no que venzan al otro. Pero este Gobierno no tiene ninguna capacidad de convencer a nadie, porque lo que quiere es eliminar al otro. El problema estructural es que no se ataca el problema de fondo, que es la necesidad de consenso para hacer las reformas. Por más que el Gobierno gane las elecciones en octubre, no va a tener diputados para hacer la reforma laboral o tributaria. Entonces, como decía Rodríguez Larreta, para hacer las transformaciones necesitás lograr que te acompañen 13 de los 24 gobernadores, 37 de los 72 senadores, 129 de los 257 diputados, y que al mismo tiempo la Justicia acompañe. Quien logre sacar a la Argentina de la situación de no inversión es aquel que logre convencer, no vencer.
Estamos hablando de lo mismo. En el fondo, lo que están esperando los inversores es un consenso en la sociedad. Yo creo que los políticos, en realidad, son reflejos de la sociedad. Y creo que, más allá de los consensos políticos, lo que se está viendo es si la sociedad argentina realmente va hacia un camino de más orden económico. En el fondo. no es este programa económico. Quiero sacarle la idea general de que es “este programa” y que las cosas se tienen que hacer así, tal cual, o de esta manera.
Una vez un inversor global me dijo que hay tres cosas que un inversor mira en el mundo. Lo primero es que haya orden fiscal, porque el orden fiscal es la única garantía del derecho de propiedad al final de la historia. Cuando hay desorden fiscal, seguramente van por tu propiedad en algún momento. La segunda es que haya ambiente de negocios y que no te estén perjudicando en los negocios. Por último, que haya cierta apertura económica, donde se pueda hacer negocios a nivel mundial respetando las reglas de juego. Eso es lo que se está buscando. Después, si es más de izquierda, con más apoyo social, o menos de izquierda y con menos servicios sociales, ya es muy secundario para los negocios.
Comparto plenamente. El mejor ejemplo es Brasil, podríamos decir, donde hay continuidad con gobiernos tan distintos como el de Bolsonaro o Lula. Y a lo largo del tiempo lo que vos tenés es que es una sociedad que puede girar con grados, pero la lógica económica se sostiene, y esos tres valores que vos mencionás se sostienen.
Así es.
TV/fl