Mientras el nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, realiza su primera visita al exterior en Argentina, una organización mapuche radical quemó este fin de semana 15 viviendas en el sur del país. Se adjudicó el ataque la Resistencia Mapuche Lavkenche (RML), grupo armado que opera desde 2020 en las regiones de La Araucanía y del Biobío.
Esas regiones y las de Los Ríos y de los Lagos forman parte de aquello que los mapuches llaman Wallmapu y que, curiosamente, el gobierno de Boric reivindica. Se trata de un territorio que incluye a varias provincias argentinas.
La ministra del Interior chilena, Izkia Siches, cuyo primer intento de mediar en el conflicto entre el Estado nacional, los mapuches y grandes compañías agrícolas y forestales se vio frustrado por una emboscada, ratificó la existencia del Wallmapu, argumento que utilizan los mapuches para exigir la devolución de tierras ancestrales que consideran propias. Luego dio marcha atrás para no empañar el cruce de los Andes de Boric.
La resurrección del término Wallmapu se suma a otros cortocircuitos recientes de Chile con Argentina, como la excarcelación del líder mapuche Facundo Jones Huala y el reclamo de soberanía de una parte de la Antártida durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Jaime Almonacid: “El pasado une a las familias Kirchner y Boric”
La mera mención del Wallmapu, quizá para estrechar lazos con los mapuches chilenos, levantó ampollas en varias provincias argentinas en vísperas de la visita de Boric. Especialmente, en Chubut, Neuquén, Río Negro y Mendoza. Coincide con un aniversario: el del abrazo de San Martín y O’Higgins el 5 de abril de 1818.
