Una sesión clave en la Legislatura Porteña caldeó los ánimos dentro del bloque del Frente de Todos. El viernes 15 se votó la ampliación del presupuesto 2022 de la Ciudad de Buenos Aires, y en el medio ocasionó un tembladeral dentro del peronismo capitalino.
Alejandro Amor: "Se debería trabajar más en una etapa tan crítica como esta"
Es que el legislador Alejandro Amor, que fue cabeza de lista en las últimas elecciones, amagó con acompañar ese proyecto. Eso fue lo que desató una fuerte interna con sus compañeros de bancada. Acá hay que entender el contexto. Lo primero es que los números en la Legislatura están ajustados: el bloque oficialista, que responde a Horacio Rodríguez Larreta, es de 30 personas (sobre el total de 60), a las que eventualmente se le suman los dos de Republicanos Unidos, los liberales de López Murphy que más de una vez hacen transpirar al larretismo a la hora de acompañar con el voto (en especial si se votan ampliaciones presupuestarias o nuevos impuestos). El voto de Amor, en este caso, podía ser decisivo.
Y hay una segunda capa en esta interna. Amor es, además de legislador, flamante secretario general adjunto de Sutectba, el sindicato de los trabajadores municipales de la Ciudad. Ese gremio lo conduce el histórico Amadeo Genta, que está por cumplir 90 años y cuya sucesión ya está en debate.
La ampliación del Presupuesto que aprobó la Legislatura contaba con un aumento para los trabajadores municipales, y de ahí que Amor estaba tironeado entre sus dos frentes políticos. Días antes de que se votara en el recinto, el legislador apoyó el dictamen en la comisión previa a la votación, lo que equivalía a anticipar que iba a acompañar el proyecto.
El jueves, el día anterior a que se aprobara la ley, hubo una reunión muy tensa entre el bloque. Varios de sus compañeros le reclamaron a viva voz su posición. Hubo duros cruces, pero Amor mantuvo silencio y no respondió.
El viernes, antes de votar, se reunió con los jefes del espacio -Claudio Ferreño, Javier Andrade y Claudia Neira- y explicó sus motivos. Finalmente Amor no terminó ni siquiera bajando al recinto, pero las esquirlas del tembladeral prometen dejar huellas.
JL PAR