El presidente Jair Bolsonaro transformó el bicentenario de Brasil en un mitin de campaña en varias ciudades, pero no se valió de sus presentaciones para sembrar dudas sobre las próximas elecciones, como temían sus opositores.
Bolsonaro, detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en las encuestas sobre intención de voto para los comicios del 2 de octubre, atrajo a decenas de miles de simpatizantes a Brasilia y Río de Janeiro.
Las Fuerzas Armadas realizaron desfiles en esas ciudades, donde estuvo Bolsonaro. Varios militares forman parte del Gobierno, excapitán del ejército y diputado antes de ganar las presidenciales de 2018.
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En varias ocasiones ha buscado su respaldo. Últimamente, para sembrar dudas sobre el sistema de votación electrónica del país en una suerte de cruzada para no reconocer el resultado, si pierde, al mejor estilo Donald Trump.
En sus discursos de ayer se abstuvo de mencionarlo. Prefirió criticar al Supremo Tribunal Federal y a Lula. Lo tildó de pandillero y lo comparó con los mandatarios de Venezuela y de Nicaragua sin olvidar sus alabanzas a Dios, esenciales para conservar el voto evangélico.
Las declaraciones más destacadas de Jair Bolsonaro
En sus palabras: "Comparen a Brasil con Argentina, Venezuela y Nicaragua. Son amigos del mafioso que se presenta a las elecciones. Este tipo de personas tienen que ser extirpadas de la vida pública. Tendremos un gobierno mucho mejor con nuestra elección, con la gracia de Dios".
Desde que empezó la campaña, Bolsonaro ha intentado suavizar su discurso, de modo de atraer a los indecisos.
En Brasil temen disturbios si Bolsonaro pierde las elecciones
En la ciudad de Curitiba, la semana pasada, les pidió a sus seguidores que bajaran una pancarta en la que exigían un golpe militar.
JL PAR
