Joe Biden metió la pata. Fue en el cierre de la cumbre de la OTAN, realizada hasta ayer en Madrid. En el comienzo de su discurso mencionó la inclusión de dos nuevos miembros. En concreto, de Suecia y Finlandia después de que Turquía retirara el veto a estos países por sus presuntos vínculos con los kurdos.
En su discurso, el presidente de Estados Unidos mencionó a Suiza (Switzerland) en lugar de Suecia (Sweden). "Hablamos por teléfono, sugirió que llamáramos al líder de, eh, de Suiza. ¡Suiza! Dios mío. ¡Me estoy poniendo muy ansioso aquí por la expansión de la OTAN, de Suecia!", se disculpó Biden.
Luego prosiguió con la promesa de defender cada centímetro de la OTAN y destacó la unidad contra Rusia y el desafío que representa China, principal rival de Estados Unidos en términos estratégicos. Rusia, agregó, trató de debilitar a la OTAN y terminó fortaleciéndola. De lapsus está plagada la historia.
George W. Bush habló en su momento de "una invasión totalmente injustificada y brutal de Irak", cuando en realidad quería referirse a la invasión rusa en Ucrania en 2014. De lengua enredada y, al parecer, pobre conocimiento geográfico, Bush confundía a Lituania con Letonia y decía que en Grecia viven los "grecios", no los griegos.
JL PAR