El exministro de Defensa Jorge Taiana analizó el escenario geopolítico actual y calificó al nuevo embajador designado por Donald Trump en Argentina, Peter Lamelas, como “su representante legítimo y parte del grupo cubano, muy duro y muy firme en su prioridad por una Latinoamérica subordinada a Estados Unidos”. Para Taiana, actualmente Estados Unidos no está "en expansión, sino en retracción. Es como aquel boxeador que retrocede pegando, pero retrocede”.
"Creo que lo que hemos perdido en la Argentina es que el conjunto de la elite, de los grandes medios y de los pensadores, tengan una visión más desarrollista del país", dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Jorge Taiana fue canciller entre 2005 y 2010, durante la presidencia de Néstor Kirchner y parte de la de Cristina. Posteriormente se desempeñó como legislador de la Ciudad de Buenos Aires, presidente del Parlamento del Mercosur, senador nacional en 2019, ministro de Defensa en 2021, y antes había sido secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la OEA en 1996, y previamente embajador en Guatemala en 1992, entre muchos cargos. Comenzó su trayectoria política en la Juventud Peronista en los años 70. Durante la última dictadura militar pasó 7 años preso. Luego estudió Sociología en la Universidad de Buenos Aires y una maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO. Se desempeñó además como docente en múltiples universidades y dirigió el Centro Internacional de Estudios Políticos de la Universidad de San Martín.
¿Qué opinás de Lamelas, este embajador que se presenta con declaraciones tan poco diplomáticas, teniendo en cuenta además tu experiencia en Brasil y lo que evocó en vos escuchar esa música brasilera con la que te presentabamos?
Es una lástima, porque es un muy mal comienzo en lo que se supone que un embajador es: un representante de un país que va a otro país a mejorar las relaciones. A que se conozcan mejor, a que haya más intercambios económicos, culturales, políticos, más coincidencias. Y este hombre, que en realidad no tiene formación diplomática, es un médico que ha hecho fortuna con distintas unidades de atención en Florida, es del grupo de los exiliados cubanos. Él nació en Cuba y fue muy chiquito a Estados Unidos. Es un hombre que tiene conocimiento del presidente Trump y que es evidentemente parte del grupo de Marco Rubio, que es el que hoy está al frente del Departamento de Estado, la cancillería argentina. Es decir, es un representante legítimo de Trump y del grupo cubano, que es un grupo muy duro y muy firme en su atención y prioridad a una Latinoamérica muy subordinada a Estados Unidos. Ese es el punto de partida de este asunto.
Las declaraciones me parecieron... es decir, más que declaraciones, es su informe al comité del Senado que tiene que aprobarlo como embajador. Y él, bueno, evidentemente ha repetido todo lo que piensa Trump, pero lo ha hecho de una manera muy poco prudente y muy poco diplomática, diríamos. Porque una cosa es decir: “Estamos preocupados por la influencia china, que quiere tener una gran presencia en América Latina, y nosotros vamos a ver...”, como han dicho otros. Y otra cosa es decir: “Voy a hablar con los gobernadores porque si no, la corrupción china se mete”, lo cual lo está acusando de corruptos a los chinos, a los gobernadores, está hablando de injerencia interna. Eso es una cosa que no debe hacer, no puede hacer, y es como comenzar con la pata izquierda. Porque es faltar el respeto a todos.
Fuerte repudio en Diputados a los dichos de Lamelas
Comentaba en la columna de apertura del programa, donde hicimos un paralelo de vidas paralelas de Brasil y de Argentina respecto de la relación con los Estados Unidos, como una especie de X. En los 50, durante la guerra mundial, Brasil se alía con Estados Unidos. Ellos están con Estados Unidos, y ahora es todo lo contrario. Y nosotros estamos al revés. Lo que planteaba es que, normalmente, Estados Unidos ha mandado a la Argentina embajadores políticos, generalmente gobernadores o senadores de los estados del sur, donde hay una población importante de latinos.. Ahora, estas personas no eran diplomáticos, pero eran políticos que habían hecho una carrera política y tenían claro el valor que tiene la palabra en el ejercicio de la actividad pública.
Enviar a un médico, en realidad, millonario, que vendió una cadena de atención rápida dentro de la Florida, sin ninguna experiencia en cargos públicos, es en sí mismo algo bastante novedoso y, al mismo tiempo, peligroso para los propios Estados Unidos.
Sí. Pero lo que pasa es que es una cosa que ellos han hecho con bastante frecuencia. Es decir, muchas de las embajadas llamadas “políticas” que tiene cualquier gobierno de Estados Unidos, son en recompensa a grandes contribuyentes de la campaña. Entonces, es contribuyente o gente que tiene una afinidad política, pero que no tiene una formación política y muchas veces ni siquiera un conocimiento del país al que va. Entonces, eso sí es una cosa que se ha pasado varias veces, y esta vez nos toca a nosotros un hombre que, evidentemente, ese curso que le han dado de diplomacia ha sido un briefing de un rato sobre la Argentina. El hombre dice que es un país que ha tenido una gran inestabilidad y muchos presidentes. Eso pasó hace un cuarto de siglo en Argentina. O sea, se le confunde la cifra.
Pero me interesa volver a la comparación que hacías entre Brasil y Argentina y su cruce, su X, porque la verdad es que Argentina quedó enfrentada con Estados Unidos por la neutralidad y por el peronismo, pero quedó enfrentada en un momento en que Estados Unidos era el 50% del producto bruto mundial al finalizar la Segunda Guerra. La situación actual es un poco diferente, porque este no es un Estados Unidos en expansión, sino un Estados Unidos en retracción. Y la tendencia al aislamiento no es contraria a estos manotazos y estas intervenciones de Trump en distintas partes del mundo. Es como aquel boxeador que retrocede pegando, pero retrocede.
Y lo cierto es que hoy lo que está planteando es: “Bueno, nosotros vamos a dejar parte del mundo, nos metemos en algunos lados que dijimos que vamos a resolver y no resolvemos, pero nos alejamos de Europa y América Latina. Sí es ‘el backyard’”. Se vuelve a las teorías más clásicas de subordinación del propio territorio, y que acá no entre China, ni nadie, digamos. Eso me parece que es el escenario en que se está dando este conflicto.
Contaba en la columna que hasta los 70 Brasil no tenía industrias, y que fue durante la última dictadura militar donde se desarrolló la estructura industrial, y pasó de ser una economía del mismo tamaño que la Argentina a cuatro veces el tamaño de la Argentina. Y, en gran medida, lo explican los propios brasileños: que es resultado de haber tomado la decisión correcta, estratégica, con los Estados Unidos, que era el 50% de la economía mundial al terminar la Segunda Guerra Mundial. La cantidad de soldados que ellos enviaron a Italia para la reconquista de Italia, mientras que Argentina se mantuvo neutral. Es decir, las empresas multinacionales norteamericanas decidieron instalarse en Sudamérica, en Brasil. Brasil desarrolló su industria, y esa decisión, que primero fue de Vargas y después de un gobierno militar, es decir, cruzó estratégicamente todo Brasil, sea progresista o conservador, fue aliarse con Estados Unidos cuando Estados Unidos era el 50% de la economía mundial y Asia era cero.
Hoy la posición de Lula es totalmente diferente, porque Estados Unidos ya no es el número uno comercialmente en el mundo. Tampoco es despreciable en lo más mínimo, pero ya no es el 50% de la economía mundial; va camino al 20, y China va camino a superarlo. Entonces, la decisión hoy de Brasil del multilateralismo parece adecuada a la realidad económica, mientras que la decisión de Argentina de los años 40 parecía inadecuada frente al multilateralismo y la tercera posición de Perón respecto de lo que era la situación económica de aquella época. Entonces, pareciera que cada uno de los dos, Brasil y Argentina, elige como aliado al aliado equivocado en cada una de las coyunturas.
Argentina siempre ha tenido una posición más de competencia con Estados Unidos históricamente. Desde el primer Congreso Panamericano de Washington, donde fueron España y Quintana: “América para la humanidad” en vez de “América para los americanos”. Por otro lado, hay un hecho muy importante en la historia de Argentina, que es el rechazo del Plan Pinedo de 1940, que era como la propuesta contraria a lo que había hecho Julito Roca con el Pacto Roca-Runciman. Y era una propuesta de modernización, tomando mayor relación, diciendo: “Bueno, el Reino Unido es una potencia declinante, la gran potencia declinante, pero la que está fortaleciéndose es Estados Unidos, y hay que tomar mayor contacto con ellos”. Eso fue rechazado por la elite argentina.
La elite económica ha tenido poca vocación de desarrollar e industrializar el país. Más bien ,y eso se ve mucho hoy, pareciera que, en vez de usar la palabra o el concepto de “desarrollo”, tienen la palabra “consumo” como el elemento fundamental. Si vos tenés en el supermercado todas las marcas, eso está bien, aunque sea un 25% el que lo pueda consumir. Eso es muy distinto a la idea de desarrollo. Y creo que lo que hemos perdido en la Argentina es que el conjunto de la elite, de los grandes medios y de los pensadores, tengan una visión más desarrollista del país. Eso se ha perdido. En algún momento hubo algunos esfuerzos. El Perón del 73 con Gelbard es un esfuerzo de eso, y hay esfuerzos anteriores. Frondizi, en parte, fue eso, más ligado a la expansión del capital extranjero. Pero me parece que eso es lo que está perdido hoy, y eso es lo que hace que no haya reacción o que haya una estrategia total de subordinación a Estados Unidos.
Otro de los puntos controversiales es cuando él dice que las Malvinas no reconocen ni la soberanía de Argentina ni la del Reino Unido. Y la teoría, la Doctrina Monroe, de “América para los americanos”. Vos mencionaste las distintas veces que Argentina la contradijo con la idea, primero, de “para la humanidad”, de Quintana. Pero hay un punto allí contradictorio, que es: ok, si China no debe estar en América Latina jugando un papel importante porque América es para los americanos, tampoco podría estar Gran Bretaña o el Reino Unido en las Malvinas. Ahí hay una contradicción en la teoría, en la misma doctrina Monroe.
Exacto. En eso ellos se defienden, o se escudan, o utilizan el argumento de Naciones Unidas. Naciones Unidas, finalmente, decidió que hay un conflicto de soberanía que tiene que ser resuelto pacíficamente entre las partes, que son el Reino Unido y Argentina. Y entonces ellos apoyan eso, y por lo tanto no reconocen ninguna de las dos cosas. Eso lo ha dicho él, pero lo ha dicho casi siempre Estados Unidos. La única que avanzó un poquito más, cuando vino a Buenos Aires, fue Hillary Clinton, que hizo como un guiño en su conferencia de prensa hacia los derechos argentinos. Un pequeño guiño. Pero, en general, ellos han mantenido esa posición, aunque sabemos que en la guerra estuvieron muy del lado británico. Y, de hecho, fueron decisivos en el triunfo, porque les dieron los misiles aire-aire que derribaban nuestros Mirage y les dieron toda la inteligencia y la información satelital que fue tan importante en el conflicto.
LT