Es común que sea noticia el hecho de que empresas y talento local emigre buscando nuevas posibilidades y horizontes de crecimiento en el exterior, siendo precisamente Uruguay uno de los destinos más buscados. Sin embargo, como si estuviese decidida a remar contra la corriente una compañía de origen uruguayo supo ver un futuro de desarrollo para su negocio en Argentina.
En los últimos años, la sangría de grandes y pequeñas empresas nacionales y emprendedores que empacan sus ideas y sueños para mudarse al exterior fue en ascenso. Principalmente impulsados por los amplios beneficios fiscales y el mejor clima macro y microeconómico uruguayo parten dejando su tierra de nacimiento, tras verse afectados por los vaivenes económicos del país.
No obstante, una luz se enciende, porque Uruguay también decidió exportar parte de su talento al mercado argentino. Se trata de la startup OrderEAT que llegó a la Argentina tras recibir una inversión inicial de USD 260.000 por parte de los fondos MrPink y de Qualitas. Lo cierto es que la compañía proyecta expandir su negocio en el ámbito local y hacer crecer la inversión de origen hasta alcanzar los USD 500.000.
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El motivo de atracción por el mercado local
La startup recientemente arribada al país, nació en 2019 fundada por Matías Craviotto, CEO de la compañía, y sus cofundadores Luis Pedro Carrero y Juan Manuel Rodríguez. Dedica su actividad empresarial a la digitalización del servicio de comedor y cafetería en instituciones educativas.
Pero cuando todos nadan en sentido contrario, la pregunta es qué atrajo a esta compañía para invertir apostando en Argentina. "Creemos en el fuerte capital innovador que tienen los jóvenes latinoamericanos y en las diversas opciones de acompañamiento con las que cuentan en la región. Nos encantaría que, como lo hicimos nosotros a los diecisiete y dieciocho años, muchos más jóvenes se animen a emprender", señaló Craviotto.
A la vez, desde la compañía destacan la gran oportunidad del mercado en Argentina, donde existen cerca de 17.000 instituciones privadas educativas, lo que representa una población de que supera los 4 millones de estudiantes. En este sentido, señalan que por fallas en la administración y planificación de tareas, los comedores y bares de los colegios pierden en promedio casi 3 horas a diario.
Además, según indican los fundadores de la startup en base a sus estudios del mercado local, las compañías del rubro en Argentina terminan con un desperdicio del 28% de la comida elaborada y de cada tres empresas del sector dos terminan cerrando sus puertas al cabo de tres años. Por el momento, la startup está activa en 50 instituciones educativas y al mes procesan 70.000 órdenes de pedido. Tras la llegada al mercado argentino, proyecta cerrar el 2023 con más de 350 operaciones mensuales y prevé poder expandirse penetrando el mercado de Brasil y México.
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Una aplicación al servicio de los colegios
Uno de los objetivos de la compañía es “eliminar el manejo de efectivo y evitar las filas en los recreos”. De este modo, mediante el uso de una aplicación para celulares padres y alumnos podrán hacer pedidos y elegir el horario de retiro, agilizando el proceso. Todo apunta a mejorar “la imagen institucional de las instituciones educativas” con un mejor servicio de lunch y almuerzo, afirman desde la compañía.
La plataforma agiliza el proceso con pagos online, sin manejo de efectivo, con reducción en los tiempos de espera y entrega de pedidos.
Una iniciativa que es tendencia en el mundo
En los últimos años, surgieron organizaciones y numerosas aplicaciones para afrontar el problema del desperdicio de comida. Muchas de estas aplicaciones están dirigidas al consumidor final, ofreciendo los alimentos que no fueron vendidos en el día por los restaurantes, a precios reducidos. Por otra parte, otras aplicaciones se ocupan de una mejor administración del servicio de comedor en instituciones educativas, enfocando la actividad en evitar el desperdicio de alimentos.
Este tipo de emprendimientos, según indican desde la startup, promueven que las empresas del rubro de los comedores educativos puedan “ganar en mayor planificación, con una marcada disminución de carga horaria, reducción de desperdicios en un 22 %, con un aumento de ventas y registro total de las transacciones del 36%”.
JL
