Los riesgos para la economía se resumen en una inflación en alza, la guerra en Ucrania, los cuellos de botella en las cadenas de suministro, la amenaza de la inseguridad alimentaria en todo el planeta y la persistente pandemia del covid.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, quiso contrarrestar la visión sombría de ejecutivos, funcionarios gubernamentales y otras personas influyentes con una estimación de crecimiento de la economía global, del orden 3,6%, que aleja el fantasma de una recesión.
Este año, sin embargo, será difícil por los problemas ocasionados por la guerra de Ucrania y por una de sus consecuencias, el aumento del precio de la comida.
La incipiente crisis alimentaria, especialmente para países de África, Medio Oriente y Asia que dependen del trigo, la cebada y el aceite de girasol que están bloqueados en los puertos de Ucrania, ha sido un tema clave en Davos.
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