Shireen Abu Akleh era corresponsal de la cadena catarí Al Jazeera en Palestina. Murió por disparos del ejército de Israel en Yenín, Cisjordania. Otro periodista, Ali Samudi, del diario Al Quds, resultó herido.
El embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, ha pedido una investigación exhaustiva de las circunstancias del fallecimiento de Abu Akleh, palestina con nacionalidad estadounidense. La Unión Europea ha respaldado la petición y condenó en forma enérgica el asesinato. También ha expresado su consternación la Comisión de la ONU para los Derechos Humanos.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha responsabilizado a Israel de la muerte de la periodista, nacida hace 51 años en Jerusalén. Al Jazeera sostiene que fue Abu Akleh fue asesinada “a sangre fría” por soldados israelíes, en “un horrible crimen que quiebra las normas internacionales”. Llevaba casco y un chaleco antibalas identificado con la palabra prensa.
El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, replicó que los palestinos dispararon en forma indiscriminada y fueron los responsables de su muerte. Propuso una autopsia conjunta, descartada por los palestinos. La muerte de Abu Akleh ocurre casi un año después de la destrucción de la Torre Jala, donde se encontraban las oficinas del canal catarí en la Franja de Gaza. El edificio fue destruido por un ataque aéreo israelí durante la guerra entre el movimiento islamista palestino Hamás e Israel.
AVS PAR
