Entre el 21 y el 22 de junio, el Gobierno deberá afrontar pagos por 2.600 millones de dólares al FMI y es claro que no tiene las reservas suficientes para hacerlo. Las negociaciones no avanzan y la idea de que el propio organismo adelante desembolsos queda cada vez más lejos.
Dos decisiones se conocieron ayer por parte del Gobierno. La primera es que el ministro de Economía Sergio Massa postergó su viaje a Washington para después del 20, casi sobre la fecha de los vencimientos, con el objetivo de sentarse cara a cara con los funcionarios del Fondo cuando todo esté acordado.
El viaje original estaba previsto para los próximos días. Massa, además, quiere aprovechar la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner en términos políticos antes de partir a EEUU.
La segunda decisión del Gobierno en el marco de la negociación es la de hacer un pago, anticipado y por supuesto parcial, como un gesto para avanzar en la negociación.
Desde el Palacio de Hacienda no dejaron trascender de cuánto sería ese pago, que se realizaría con las tenencias de Derechos Especiales de Giros (DEG) que tiene la Argentina y, por tanto, sin necesidad de esperar ingreso de fondos.
El pago restante se haría con posterioridad a la fecha de vencimiento, algo que a lo largo de la convulsionada historia del país y el Fondo, ya ocurrió otras veces.
MVB JL