Myriam Bregman, diputada nacional por el Frente de Izquierda, señaló que durante la jura en la Cámara de Diputados los miembros del oficialismo intentaron "hacer su show" para mostrar que "no hay nadie que se les oponga”. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), dijo: “Cambió Fernando Iglesias por Lilia Lemoine, pero el patoterismo es el mismo”.
Myriam Bregman es abogada y defensora de los derechos humanos. Es egresada de la Universidad de Buenos Aires. Fundó el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos. Fue legisladora por la ciudad de Buenos Aires y diputada por la provincia de Buenos Aires. El 10 de diciembre asumirá su banca como diputada nacional por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad.
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Volvemos a entrevistarte ahora ya habiendo jurado como diputada, en una sesión cargada de histrionismo. Me gustaría que nos hicieras tu propio balance de qué sentiste ese día allí y cómo viste la actuación de todos los demás.
Yo sé que visto desde afuera suena complejo, pero a nosotros, a mí misma, nos eligieron para que no nos callemos la boca, y a mí no me van a disciplinar. Entonces, nos podrán gritar lo que quieran, pero voy a seguir diciendo algo tan elemental como mi compromiso. El momento de la jura, uno renueva el compromiso que tiene con aquellos y aquellas que lo votaron, nada más ni nada menos. Javier Milei estaba presente. Le habían dado un palco central junto a su hermana, a (Diego) Santilli, a (Manuel) Adorni justo sobre donde estábamos ubicados los diputados y diputadas de izquierda. Todos intentaban hacer su show, un show un poco lamentable, patoteril, mostrando que mandan y no hay nadie que se les oponga.
A mí me tocaba pasar hacia adelante con Martín Lousteau por la jura que había elegido. Yo lo sabía y le dije: “Mirá que cuando me toque jurar me van a insultar”, porque el clima ya se olía ahí adentro que iba a estar muy caldeado por la actitud que había tomado La Libertad Avanza. Primero le tocó a Nicolás del Caño y a Romina del Plá. Cuando Nicolás dice que jura por los jubilados que soportan la represión dice: “Por los jubilados que soportan la represión, por el colectivo de la discapacidad que ha luchado tanto”. Ahí lo empiezan a insultar de una manera terrible y a agredirlo. Luego me tocó a mí y siguió esa agresión, muy dirigida contra la izquierda y sobre todo con las causas que representamos. Evidentemente les molesta muchísimo. Que sigan gritando, pero tienen que saber aquellos que nos votaron que no nos van a callar.
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¿Cómo cambió esta jura que te tocó hacer con otra que te tocó hacer en el pasado?
La vez anterior a mí me había tocado jurar con Fernando Iglesias al lado. Si bien la tribuna estaba más calmada, él estuvo todo el tiempo hablándome y diciéndome cosas mientras juraba, así que esto no viene de ahora. Cambió Fernando Iglesias por Lilia Lemoine, pero el patoterismo es el mismo. Yo también juré hace unos años como legisladora de la ciudad de Buenos Aires y viví un momento muy parecido. Si bien las otras juras en el Congreso han sido más tranquilas, en la Legislatura de la ciudad yo juré en el 2017, tres o cuatro meses después la desaparición de Santiago Maldonado. Cuando nombré a Santiago Maldonado fue terrible la agresión que sufrí en ese momento por el PRO y Juntos por el Cambio. Fue una agresión sin igual. Ahí sí me sorprendió mucho porque no era algo habitual que a un legislador o a un diputado se lo agrediera de ese modo. Recuerdo que además no me habían dado invitados. Estaba con una amiga y un compañero de mi partido, y estaban ellos solos en el marco de toda una tribuna que me gritaba, me agredía. Así que tampoco creamos que La Libertad Avanza inventa todo. A veces solo recoge las peores tradiciones, como ha pasado en el Congreso.
No te creas tampoco que durante todos los gobiernos de Fuerza Patria, antes Frente para la Victoria, eran tranquilos. Yo me lo acuerdo a mi compañero Nicolás del Caño teniendo que intervenir en alguna sesión donde andaba una patota sindical por los pasillos. Estas cosas pasan. Lo que pasa es que todo el mundo se olvida rápido y, en este caso, creo que como esto es acompañado de una fuerte represión en la calle, todos le damos otro significado. Cuando yo digo “contra el genocidio en Gaza” sé que después vienen las amenazas. Entonces, uno no expresa libremente sus ideas. Es mentira que hay libertad. Existiría la libertad de expresarse si sé que después no vienen represalias, si sé que después (Gerardo) Milman me quiere iniciar una causa penal, si me mandan toda la patota digital, si me amenazan. No es muy libre la posibilidad de expresarse. Así que creo que lo que más cambió es el contexto en el cual nos expresamos: es un contexto de fuerte autoritarismo y de restricción de la libertad de expresión.
TV/ff