En un procedimiento sumarísimo, el juez Ernesto Rodríguez, presidente del Tribunal de Apelaciones, anunció que despojaba de su nacionalidad y los bienes a 94 exiliados a los cuales declaró prófugos.
Entre los nuevos acusados de ser traidores a la patria, al igual que los 222 desterrados a Estados Unidos, se encuentran el escritor Sergio Ramírez, vicepresidente en el primer gobierno de Ortega, y el arzobispo de Managua, monseñor Silvio José Báez, exiliado en Miami tras la intervención del papa Francisco, así como la poetisa Gioconda Belli y el periodista Carlos Fernando Chamorro, hermano de los precandidatos presidenciales Cristiana y Pedro Joaquín, excarcelados la semana pasada, e hijo de la expresidenta Violeta Chamorro.
Quienes figuran en la lista negra han perdido en forma perpetua sus derechos ciudadanos y han sido inhabilitados para ejercer cargos públicos.
Nicaragua deportó a EE.UU. más de 200 presos políticos, acusados de “traición a la patria”
Entre ellos, periodistas, políticos, diplomáticos, dirigentes campesinos, religiosos, comerciantes, empresarios, estudiantes, activistas de derechos humanos y excompañeros de armas de Ortega que ya no son nicaragüenses, según el juez Rodríguez, apéndice de un régimen con aires de dictadura que aduce, como fundamento, la preservación de la paz social.
"Te amo patria de mis sueños y mis penas", "despojada de cuanta polilla te corroe", escribió este jueves la poeta Gioconda Belli, una de las castigadas.
Como dice la Coalición Nicaragua Lucha, compuesta por 19 organizaciones defensoras de los derechos humanos, la nacionalidad constituye un derecho irrevocable de todas las personas y su privación arbitraria, aún más como sanción por motivos políticos, resulta contraria al derecho internacional de los derechos humanos.
FM
