Las autoridades brasileñas hallaron restos humanos en el lugar en el que son buscados un periodista británico y un indigenista brasileño desaparecidos hace 11 días en una remota y selvática región del Amazonas. Los restos fueron encontrados por la Policía Federal luego de que los dos principales sospechosos por la desaparición confesaran haber asesinado al periodista británico Dom Phillips, colaborador del diario The Guardian, de Londres, y al indigenista Bruno Araújo Pereira.
Dos hermanos detenidos por las sospechas de haber estado implicados en las desapariciones confesaron los asesinatos. Ambos condujeron a los investigadores hasta el lugar en el Vale do Javari, en la Amazonía, próximo a la frontera con Perú y Colombia, donde dijeron haber enterrado lo que quedó de los cuerpos tras haberlos descuartizado e incinerado.
Los supuestos autores del homicidio son los hermanos pescadores Amarildo da Costa Oliveira, conocido como Pelado, y Oseney da Costa de Oliveira, conocido como Dos Santos. El primero fue arrestado la semana pasada y era considerado como el principal sospechoso. El otro fue detenido el martes. Ambos dijeron que cometieron el crimen luego de que Araújo los sorprendiera pescando en áreas prohibidas por tratarse de jurisdicción de una reserva indígena.
La pista de Phillips y de Araújo se perdió el 5 de junio cuando se desplazaban desde la comunidad de Sao Rafael hacia la ciudad de Atalaia do Norte. Viajaban en una embarcación nueva, con 70 litros de combustible, y fueron avistados por última vez a la altura de la comunidad de Sao Gabriel, a algunos kilómetros de Sao Rafael.
Araújo trabaja desde hace años en esa región y conoce en profundidad la zona. Había sido objeto de diversas amenazas por parte de mafias de mineros y pescadores ilegales, madereros y hasta traficantes de drogas que operan en el llamado Valle do Javari. Phillips es un veterano periodista afincado en Brasil desde hace 15 años. Colaboró para diversos medios de comunicación internacionales, como The Financial Times, The New York Times y The Washington Post, entre otros.
La desaparición de ambos provocó una enorme ola de preocupación entre movimientos ecologistas y en organismos internacionales como el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que pidió reforzar las búsquedas al gobierno brasileño.
JL PAR