MODO FONTEVECCHIA
ANÁLISIS ECONÓMICO

Santiago Montoya: "Es un grave error subestimar a Batakis"

El ex director de ARBA habló en Modo Fontevecchia y aseguró que Silvina Batakis, actual ministra de Economía, "no debe ser juzgada por su afinidad política". Comparó la situación actual con la de los años 2001 y 2002, describió la gestión de Eduardo Duhalde y la de Roberto Lavagna. Mirá la entrevista completa.

Santiago Montoya
Santiago Montoya | CEDOC

El contador público y ex director de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Santiago Montoya, habló con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) , y manifestó su parecer acerca de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis y las crisis económicas del principio del nuevo milenio. "El tipo de cambio en 2002 fue muy alto y precisamente hoy es el problema que tiene la economía por delante", subrayó el directivo.

¿Quién es Silvina Batakis? ¿Cómo piensa la ministra con la que compartiste gestión en la provincia de Buenos Aires?

Sí, compartí gestión. En ese momento, estaba en el grupo financiero del Banco Provincia y formaba parte del grupo BAPRO. No la traté en profundidad, pero lógicamente conozco a la ministra. Es una mujer con cáracter, sería un grave error subestimarla o tener un prejuicio relacionado por cómo piensa o con quién tiene afinidad política. Tiene una gran capacidad con los temas fiscales y conoce a fondo el Estado.

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Los perfiles de los ministros de economía de las provincias son de Hacienda porque muchas de las políticas económicas no se manejan desde las provincias, sino que son nacionales. Batakis posee un posgrado en Inglaterra, en una escuela de economía importante. Mantiene un perfil distinto al saliente ministro Guzmán pero tiene los atributos para ocupar el lugar.

En el tramo de Gobierno que le queda, nadie da mucho crédito por el manejo de la economía que lleva a cabo Alberto Fernández. ¿Hay algún paralelismo con aquel Roberto Lavagna que pocos conocían? ¿Se puede dar el caso de que la nueva ministra sorprenda?

Podría sorprender. Los desafíos están por fuera de lo que es la propia área económica. Usted mencionó una situación puntual, en donde la Argentina estaba reconstruyéndose, en 2001 y 2002, años en los que se estaba armando un nuevo ciclo político que se venía fortaleciendo.

El 2002 fue muy desordenado, a tal punto de que el dólar saltó a casi cuatro pesos de forma repentina. Actualmente, es al revés, porque tenemos una brecha del orden del 100% con riesgo a ampliarse o sostenerse en esos niveles. Por ejemplo, la brecha del 2011 al 2015 fue acotada, del 15%, 20% o 25% que no llegó a inmovilizar la economía. La actual es tóxica, está insinuando y sé que las autoridades tienen que decir otra cosa y nadie quiere nombrar a la devaluación.

Si se va a tener una conversación lógica y objetiva, cabe mencionar que en el inicio de esta gestión había un valor del dólar que estaba aterrizando y, ahora, la situación es distinta. Hay muchas dudas de que el Gobierno pueda llegar hasta el final de su tramo solamente con controles. A esto se le suma que el Fondo Monetario había puesto metas de acumulación de reservas en el programa que no se cumplieron para este trimestre, lo cual será perdonado pero que se acumulará para el siguiente trimestre.

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Santiago, ¿dónde estaba a mediados de julio del 2002?

Había llegado a la provincia de Buenos Aires y estaba tratando de rescatar los patacones.

Cuando usted llega a la Provincia y asume Lavagna como ministro de Economía no había claridad política, había pasado lo de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Eduardo Duhalde no tenía poder, no se sabía si se adelantaban las elecciones o quien podía ganarlas. No había solidez política.

Era así, Jorge. Había una elección en 1999 que había ganado Fernando De la Rúa y por un margen no demasiado grande y que tuvo a Duhalde en segundo orden. Cuando cae el gobierno de De la Rúa, asume Duhalde que no gozó de la elección deseada, pero tenía el apoyo del radicalismo que le restó apoyo al saliente presidente. 

Muchas veces nos creemos epistémicos y que podemos saber lo que pasará en el futuro que siempre nos sorprende...

Jorge, sí, hay un problema gigantesco en lo económico, que en aquella época lo tenía tan despejado. El tipo de cambio en 2002 fue muy alto y precisamente hoy es el problema que tiene la economía por delante y que todo el mundo le tiene un temor justificado que se relaciona con resolver el tema de la brecha.

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Nosotros consultamos a candidatos de la oposición que plantearon un dólar comercial y otro financiero, ¿ve posible una solución así? ¿Lo ve contemplado dentro de la idea de Batakis?

No conozco su ideología en este sentido. Para gestiones provinciales, este tipo de inquisiciones no forman parte de las conversaciones habituales, no sé lo que piensa Batakis en relación a esto. Esta es una de las alternativas que puede tener a mano, algo que también es peligroso.

Supongamos que se habilita un dólar financiero o legal, un dólar libre que no sea ilegal para que las personas no tengan que ir al contado con liqui, uno que sea accesible para el turista o para quienes quieran comprar para viajar. Siguiendo la analogía, si este se va a por ejemplo $300 se sigue teniendo un problema. Esto resuelve temas, en la medida que se mantenga una relación que se puede sostener siempre y cuando el valor sea razonable con lo que sería el oficial. Se puede disparar a cualquier nivel y llegar a una situación similar, y previa a la de la dolarización que atravesó Venezuela que poseía un valor al oficial y muy lejano a los otros tipos de divisas.

Cuando quiere aplicar una corrección del tipo de cambio, y no se dan determinadas condiciones, el problema puede ser general. El gran desafío de la economía de la Argentina pasa por cómo resolver y qué hacer con esa brecha porque es imposible cumplir con la acumulación de reservas, tratando -al mismo tiempo- de que la economía se mantenga funcionando porque así lo necesita. La realidad es delicada, por lo que la ministra tendrá una gran desafío por delante.

BL PAR