Luego de que el Gobierno anunciara la postergación del tratamiento de la reforma laboral para febrero, Hugo Yasky vinculó esa decisión del Gobierno con la movilización en Plaza de Mayo y la derrota oficialista en la Cámara de Diputados. "Si logramos llegar al período de sesiones ordinarias, ahí pueden haber dictámenes de los proyectos sobre reforma laboral que nosotros tenemos", dijo el legislador y sindicalista en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).
Hugo Yasky es docente, sindicalista y político. En la actualidad se desempeña como diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en representación de Unión por la Patria. También es secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina. Anteriormente representó al gremio CTERA.
Los dos grandes temas de ayer fueron la marcha de la CGT, por un lado, y el escándalo en el Congreso, entre el tira y afloje del famoso artículo 75 por parte del Gobierno con diputados. Me gustaría que nos hiciera un balance del ajetreado y políticamente interesante día de ayer en los dos planos.
Empiezo por la marcha en Plaza de Mayo. Creo que fue una manifestación importante del rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno. Recordemos que pretendía aprobar una ley que tiene 197 artículos en un tiempo exiguo. Se quería hacer una especie de recorrido al galope para darle dictamen y aprobarla antes de Navidad. Creo que está claro que eso ya no es posible. El Gobierno ha desistido y creo que influyó en eso la importante movilización en Capital, pero también las movilizaciones que se hicieron en varias provincias. Y, sin duda alguna, creo que está ligado a esto lo que sucedió en el Congreso la noche anterior.
El Gobierno daba por descontado un trámite que era la aprobación del Presupuesto. Para ello había tratado de asegurarse los votos de los diputados y diputadas de varias provincias a través de ese tipo de relaciones que con el toma y daca establece con varios gobernadores, y creo que se llevaron una sorpresa. Desde ya, no lo tenían ni siquiera como una hipótesis que pudiera suceder que perdieran la votación nada más ni nada menos que de ese artículo 75, donde pretendían derogar las dos leyes que el Congreso había logrado, con los dos tercios, que se mantuvieran vigentes a través del mecanismo de la insistencia. Para lograr dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados estamos hablando de una mayoría que se compone con el voto de distintos bloques. Muchos de esos diputados y diputadas tenían que digerir la humillación de tener que votar en contra de lo que habían votado a favor pocos meses antes, dos veces.
Cuatro veces, porque votaron dos veces discapacidad y dos veces universidad.
Sí, si contamos las dos leyes son cuatro veces. Así que creo que eso hizo que ese paquete de mayorías que el Gobierno daba por hecho, para sorpresa de todos, porque fue sorpresa para los libertarios, pero también fue sorpresa para nosotros. Terminó votándose en contra del artículo, lo que quiere decir a favor de las leyes para la universidad, para la discapacidad. Y, como habían puesto otros temas también sensibles para el Gobierno, fueron rechazados. Esto, sin duda alguna, les hizo advertir que no podían descartar que con el tema de la reforma laboral les terminara pasando lo mismo. Eso explica el hecho de que hayan pospuesto para febrero la continuidad del tratamiento de la reforma.
Desde la estructura sindical, parte de la estrategia era también lograr que la ley se tratara en ordinarias y no en extraordinarias, con la lógica suposición de que el Gobierno estaba en su momento de más fuerza y que, con el correr de los meses, iba a ser menor, en febrero, en marzo o en abril. ¿El hecho de que se pase directamente para febrero es un primer triunfo?
Sí, que la reforma laboral se pateé para las ordinarias es nuestro primer triunfo. Lo que vos señalás es cierto, porque además tratar este tema de la reforma laboral en ordinarias nos permitiría ya poner en discusión nuestros propios proyectos. En las sesiones extraordinarias solamente se trata el proyecto que pone el oficialismo y, en términos discursivos, uno puede aludir a sus propios proyectos, pero sin ninguna consecuencia práctica. En cambio, si logramos llegar al período de sesiones ordinarias, ahí pueden haber dictámenes de los proyectos sobre reforma laboral que nosotros tenemos, como el de los trabajadores de plataforma digital, la reducción de la jornada laboral y otros más.
La CGT marchó en Plaza de Mayo y amenazó con un paro nacional
¿Que el Gobierno haya dicho que no le interesa este Presupuesto si no se vota el artículo 75 es una especie de estrategia negociadora de fuerza o cree que finalmente ese es su objetivo? Así como en febrero del año pasado la famosa Ley Ómnibus, como la querían reducir, directamente la sacó. ¿Cuál es su pronóstico de qué va a pasar con el Presupuesto?
Primero hay que decir que el Gobierno quiso utilizar la votación de la ley de Presupuesto para derogar dos leyes que ya están promulgadas. Eso es absolutamente inconstitucional, porque la ley de Presupuesto es una ley que rige por un año. Vencido el plazo estipulado en ese Presupuesto, hay que discutir otra ley. Entonces, pretender derogar leyes que tienen una vigencia que trasciende el año del Presupuesto, como mínimo iba a llevar a una judicialización de esa derogación. Esto no sé si atribuirlo a la ignorancia o a ese modo prepotente que tiene el Gobierno de caminar muchas veces sobre lo que marca la Constitución.
Puede ser que sea una mezcla de las dos cosas, porque yo lo señalé cuando me tocó explicar en el Senado el posicionamiento de nuestra CTA sobre el tema de la reforma laboral. La reforma que propone el Gobierno es violatoria del artículo de la Constitución 14 bis. Por eso el capítulo laboral del DNU no está vigente, porque la Justicia lo declaró inconstitucional. El 75% del contenido de la reforma que pretende el Gobierno es todo lo que está en el capítulo laboral del DNU y que ha sido declarado inconstitucional. Y, aun así, insisten. Por eso digo que me parece una mezcla de actitud prepotente, de querer caminar sobre las leyes y quizá también algo de ignorancia, porque sé que los propios miembros del bloque, cuando les explicábamos que esto iba a llevar inevitablemente a una judicialización, así lo lograran aprobar, muchos no entendían de qué hablábamos.
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