Victoria Tolosa Paz aseguró que el principal desafío del peronismo y aliados de Provincias Unidas es consolidar un frente capaz de frenar las iniciativas del gobierno de Javier Milei en el Congreso. “El día 27 comienza un llamado a los gobernadores para construir 20 puntos, 10 puntos, una cantidad de elementos en común que creen un frente antiMilei”, afirmó la diputada, al tiempo que subrayó la necesidad de priorizar proyectos de país por sobre las diferencias personales. "Lula lo hizo y lo hizo no invitando a que se abracen a los conservadores que fueron parte de su acuerdo político. Lo hizo explicándole a su militancia política de su propia fuerza, del PT, que lo importante era salvar a Brasil del desastre de Bolsonaro", destacó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).
Victoria Tolosa Paz es contadora pública y política argentina, fue concejal de La Plata entre 2017 y 2021, ocupó el cargo de ministra de Desarrollo Social durante la presidencia de Alberto Fernández. Actualmente se desempeña como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, en representación del bloque Unión por la Patria.
¿Cómo imaginas que va a ser el resultado en la provincia de Buenos Aires? Recordemos que la diferencia en septiembre fueron 14 puntos. Hoy se habla de que podrían ser la mitad, y la expectativa del peronismo es que haya dos dígitos.
La percepción que tengo es que la gente realmente quiere ir a votar. Es como que hay una valoración del hecho de ir a votar, porque “no me queda otra herramienta que defender a mi vida, a mi trabajo y a mi familia; si es que lo conservo, yendo a votar”. Así que tengo una expectativa de que el nivel de votación va a ser elevado.
Creo que en la provincia de Buenos Aires vamos a acercarnos a ese porcentaje de los 10 puntos, los dos dígitos. Porque seguramente puede haber otras opciones también en la elección intermedia con los legisladores: el bonaerense juega un poquito más con otras opciones. Lo que digo es que lo que perdamos no lo gana el gobierno, sino que me parece que lo pueden ganar algunos otros legisladores nacionales muy importantes en la provincia de Buenos Aires. Así que creo que ese objetivo lo podemos cumplir.
Me impresionó el diálogo con los distintos sectores: un tren más colmado de clase media, un poquito más elevada, media-media alta. Ya los pibes, los principiantes, los jóvenes van en tren; los padres dejan el auto en la estación y toman el tren. No solo por comodidad, sino por el combustible, el estacionamiento medido, o sea, un costo de vida que se va elevando, y que están buscando la forma de detener la caída.
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Hablé con un empleado bancario del Banco Provincia y me decía: “Estamos preocupados, mirando la tasa de morosidad con tarjetas de crédito”. Le preguntaba cómo se administraban con los pésimos salarios los trabajadores privados de comercios, gente de la construcción, mucha deuda con billeteras virtuales. Hacen todo un remolino para siempre estar endeudándome y deber casi el 130% del salario de los trabajadores que conservan el trabajo. Y una cara de que hay que terminar con este despadecimiento, hubo gente que realmente me reconocía que lo había votado pensando que iba a ser otra cosa para la Argentina este presidente Javier Milei.
¿Cómo creés que afecta a la elección todo el tema económico con la ayuda de Estados Unidos? Aquí, en este programa, Jaime Durán Barba dijo que al revés, que él creía que una ayuda de Estados Unidos era mal vista por la mayoría de la gente, porque Argentina, después de Francia, era el país más antinorteamericano. ¿Te parece plausible esta idea de Durán Barba?
Sí, lo comparto. Es otra de las cosas que me pasó en estos días. Mucha gente diciendo "basta", no solamente por el plan económico, sino también por el sometimiento. Hay una identidad de un profundo nacionalismo en nuestro país. Y creo que todo ese salvataje que intenta hacer Milei para mostrar un plan económico serio penetra en el sentimiento patriótico de la Argentina, en donde hay un reflejo a saber que esa nunca fue una salida positiva para el país.
Pudimos ponernos de pie como país y desarrollar nuestras distintas economías regionales, con gran capacidad de generación de valor y oportunidades en una Argentina profundamente federal y también desigual. Entonces, yo creo que hay un reflejo. Y eso me parece que, en este tiempo, cuando salieron de los escándalos de Spagnuolo que hicieron daño, y que nos permitieron también el triunfo el 7 de septiembre, ellos pensaron que corrían esa agenda. Bueno, vino la agenda de Estados Unidos y casi que es peor. El remedio que fueron a buscar fue realmente peor que la enfermedad que tienen, que es la falta de reservas y un plan económico que está fallando. Cuatro salvatajes.
¿Qué pasa cuando ves esas opiniones que vos recogés y la mayoría de las encuestas que dicen que La Libertad Avanza gana?
La verdad que no creo en esas encuestas. Sí tengo un termómetro. Yo fui candidata de cabeza de lista en el 21, después de la pandemia; fui candidata en el 23, en segundo término. Eran campañas más picantes en la calle, o sea, había un descontento producto de la alta inflación, producto de expectativas que no habíamos podido satisfacer en nuestra gestión. En esta vuelta, el foco está puesto en este presidente, en este pésimo gobierno, en este pésimo gabinete. Casi no hablan de nosotros, hablan de ellos, de los que nos gobiernan. Nadie en el tren me dijo nada de Cristina Fernández de Kirchner, de Kicillof, nada en términos peyorativos, de adjetivaciones que descalificaran a nuestros representantes. Todo lo contrario.
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Me pasó algo muy conmovedor: había un chiquito ayer en el tren Roca, con una discapacidad mental bastante profunda, o sea, visible. La madre estaba al lado. Yo me acerco con la cartulina de la boleta única de papel, y esa persona, que se supone tiene limitaciones para poder comprender lo que yo estaba haciendo, agarró el dedo y, no fue mágico, porque yo le hablaba y él no podía contestarme, y me hacía así, así, insistentemente: “Fuerza Patria.” Para mí fue conmovedor. Evidentemente hay algo emocional que le está pasando a la gente, que se da cuenta de que estamos en manos de una persona que no solamente choca el plan económico, que no tiene sustento político, y que en lo social tiene un nivel de crueldad e insensibilidad nunca vista en la Argentina.
Siempre me pregunto por qué la gente inteligente se equivoca tanto. Trato de encontrar explicaciones: ¿cómo puede ser que haya tanta diferencia entre determinadas percepciones y los vaticinios o pronósticos profesionales? Pasa en la economía todo el tiempo: los pronósticos de gente muy preparada suelen dar resultados generalmente erráticos. Y me pasa lo mismo con las encuestas. Cuando uno revisa la mayoría, dicen que gana el oficialismo nacional. Sin embargo, cuando entrevisto analistas o periodistas, suelen pensar lo contrario. Entonces ahí hay una especie de desacople. No sé si es que realmente tienen razón y están percibiendo algo distinto a nivel nacional ¿Vos tenés la sensación de que el domingo lo que va a haber es una derrota clara del gobierno?
Salvo en algunas provincias donde se hicieron alianzas con gobernadores que tienen gestiones valoradas por sus votantes. Hablo del caso de Mendoza y de Entre Ríos. En Entre Ríos, incluso, porque también se fue reconociendo el tema de las retenciones cero y la estafa que les hicieron a los productores, una provincia netamente agropecuaria, con una capacidad productiva muy fuerte. Yo creo que esa provincia, donde se pensaba que había 15 puntos de diferencia, se va acercando, y todavía está por verse qué va a pasar el domingo en Entre Ríos. Pero, salvo esas excepciones, incluso en Chaco, nosotros vemos la unidad de los candidatos: tanto Capitanich como Magdalena Ayala, la intendenta de Barranqueras, hicieron una fórmula muy potente y están teniendo una buena percepción.
Pensá que en la elección provincial del Chaco, la sumatoria de esos dos espacios había quedado casi igual que el gobernador Zdero. Y Zdero fue a buscar una alianza con los libertarios pensando que eso iba a ser una garantía, y hoy tampoco está. Veo fuerzas provinciales, como la de Martín Llaryora, que no es Fuerza Patria, tiene su propio perfil, que viene construyendo una Córdoba diferente. Puede tener una mirada donde se plante sobre Schiaretti y logre un triunfo contundente.
No veo ganando a La Libertad Avanza en Santa Fe ni en Córdoba. Veo una elección pareja, pero con una posible victoria en Entre Ríos. Y no veo ese escenario de descuento. Fundamentalmente, no veo que este Parlamento, que tiene su correlato político, esté virando. Si hubo leyes que pudimos sacar con amplia mayoría fue porque esos propios gobernadores ya le empezaron a soltar la mano al presidente. Es un presidente que ya no rinde lo mismo que antes.
¿Cómo te imaginás el 27 si se da el resultado que vos pensás?
Primero, creo que hay que seguir insistiendo en que el domingo hay que hacer un esfuerzo para ir a votar. Hay que votar en defensa de una Argentina diferente, porque hay otro camino. Hay que tratar de comprender que necesitamos un orden macroeconómico. Hay una valoración en ciertos sectores de la sociedad que nos siguen señalando: “Ustedes fueron muy desordenados en la macroeconomía, tuvieron altísima inflación”.
Ahora volvemos a un escenario donde el diálogo y la escucha están presentes, a partir de reconocer que tenemos que tener las cuentas ordenadas. Y hay provincias gobernadas por el populismo que tienen ese orden, como la provincia de Buenos Aires. No siempre fue así en el peronismo, y mucho menos en la provincia de Buenos Aires, y creo que esa valoración nos permitirá reflejar que no hay Argentina posible con este plan económico. No hay Argentina posible, y hablo de todo lo que tiene la vida cotidiana, comercio, industria.
Si hacemos este esfuerzo y la provincia gana por más de 10 puntos de diferencia, y el resto de las provincias empezara a tener una mirada más provincial con liderazgos que debemos reconocer, creo que viene una instancia de una alternativa política fuerte, reconociendo capacidades productivas y esa agenda común. Podemos sentarnos a definir los puntos que nos unen, independientemente de si provienen del peronismo, del radicalismo o de fuerzas provinciales con legitimidad.
Mi pregunta es, cuando yo entrevisto a los gobernadores de Provincias Unidas, encuentro claramente que dicen: "Bueno, pero Axel Kicillof tiene que marcar claramente una separación con Cristina Kirchner"¿Cómo se resuelve para poder construir algo así como lo que construyó Lula y al mismo tiempo, resolver el problema de la mala predisposición que genera en los que no son de la provincia de Buenos Aires, Cristina Kirchner?"
Esto se resuelve dejando de hablar de las personas y poniendo por delante el proyecto de Argentina que queremos construir. La Argentina que viene no será la del 2003-2015. ¿Cómo pretendemos construir una Argentina en el 27 mirando el 2003? Y esto no es en contra de lo que hicimos como país quienes estuvimos en ese proceso histórico comprometido, sino que requiere mirar hacia adelante, sabiendo de dónde venimos, mirando el contexto regional geopolítico y las oportunidades que tiene la Argentina, habiendo pasado por aciertos y por errores, pero para adelante tenemos que construir soberanía energética, capacidades productivas con nuestros recursos, cuáles son los vectores de crecimiento que nos van a permitir no movernos, y siendo muy ordenados en nuestras cuentas.
Yo diría ya un compromiso ineludible, que es ser ordenados en la macroeconomía y construir equilibrio fiscal y balanza comercial positiva, será el primer punto del acuerdo; y para cumplir las reformas que tengamos que hacer con respecto al Banco Central y la razón del Tesoro Nacional, también lo debemos discutir. Que no haya sorpresas, que los 20 puntos que nos unen sean suficientes para dejar de descalificar a hombres y mujeres de la política que han dado, con sus aciertos y sus errores, en todo caso un paso importante en el pasado reciente para algunos; y para otros, es lo que no nos permite ese diálogo y ese consenso.
Lula buscará un cuarto mandato como presidente de Brasil en 2026
Por eso digo: ideas. Lula lo hizo y lo hizo no invitando a que se abracen a los conservadores que fueron parte de su acuerdo político. Lo hizo explicándole a su militancia política de su propia fuerza, del PT, que lo importante era salvar a Brasil del desastre de Bolsonaro; y construyeron una idea de un gobierno que él mismo lo dijo: "No pretendan que yo vuelva a gobernar con las recetas de mi primera presidencia y mi segundo mandato. Es otro Brasil el que me toca gobernar." Y creo que eso es parte también de lo que tenemos que hacer.
A ver si te puedo traducir bien. El día 27 lo que comienza es, desde Axel Kicillof, un llamado a los gobernadores de Provincias Unidas para construir 20 puntos, 10 puntos, una cantidad de elementos en común que creen un frente anti Milei.
Estoy convencida de eso, va a ser también parte de lo que vamos a tener que ponernos de acuerdo para frenar en el Parlamento las reformas que Milei va a intentar aplicar. Vamos a ver si, con un escenario tan catastrófico como puede llegar a tener, se anima a cumplir la letra chica del acuerdo con el Fondo y eleva al Parlamento la reforma previsional en este contexto, la reforma impositiva y la reforma laboral.
Los gobernadores de Provincias Unidas también están de acuerdo en una reforma laboral.
Sí. Hay una posible realidad que nos tenemos que ocupar. Si todos y cada uno de nosotros estamos de acuerdo que el último dato del INDEC es récord de informalidad laboral, yo se lo puedo decir al ministro, al ministro que claramente este fracaso económico tiene un correlato con el fracaso de los trabajadores, formales e informales. ¿Cómo la política y los legisladores no nos vamos a poner a trabajar para que haya un reconocimiento de los 8 millones de argentinos que no tienen paritarias, no tienen representación, no tienen derecho, no tienen vacaciones, no tienen garantizado el aporte para poder jubilarse el día mañana? ¿Cómo no vamos a trabajar una reforma previsional si hay una persona que tiene la edad de jubilarse y no tiene los aportes?
Porque este presidente no trabajó una reforma previsional en donde pesen los años de aporte, donde no haya un desaliento a que estés en negro. Esta es la Argentina que tenemos que transformar. Pensar que la gente entra y sale de un trabajo durante 30 años, sí, puede haber sido muy normal en la generación de mi madre. Ya hoy la gente no está 30 años en una misma actividad con un mismo empleador, con lo cual tenemos que empezar a ver cómo hacemos para acompañar esas trayectorias laborales con legislación que se corresponda con este momento de la Argentina.
Entonces, el planteo es: para poder lograr que se cree empleo privado en blanco, ¿estarían dispuestos a una reforma laboral que plantease que los nuevos empleos ingresen con un estatuto diferente del actual?
No. Estamos dispuestos a trabajar una mirada que no ponga en la liberación de la carga del empleador, la responsabilidad del no blanqueo de ese trabajador. Acá hay una mirada bastante errónea de pensar que un empleador no toma ese trabajador registrado porque el aporte que tiene que hacer es muy caro. En todo caso, hay que revisar una reforma impositiva,
Vos sabes que Latinoamérica ha tenido, en los últimos 40 años, una enorme descentralización; y esa descentralización de los famosos gobiernos locales tiene como correlato la mitad apuesta a empezar a modificar el solapamiento entre la escala nacional, provincial y municipal, de mayor integración posible, mayor simplificación. Y eso creo que hay parte de esa legislación que tenemos que poner a trabajar entre esta búsqueda de acuerdo que vos decís. Pero sí creo que no es la reforma que plantea el gobierno, eso es lo que yo quiero decir.
El tema es la creación de empleo; y para que se cree empleo, tiene que haber crecimiento económico. Pero para que haya empleo no es simplemente solucionar el problema de cómo le damos jubilación a las personas que hoy están trabajando sin aportes jubilatorios, sino resolver el problema que inhibe la creación de nuevo empleo privado, que tiene que ver con corregir el sistema indemnizatorio. Mi pregunta concreta es: ¿vos crees que el peronista estaría dispuesto a aceptar una reforma como la que hubo en Brasil, en la cual los nuevos empleos no tengan el régimen indemnizatorio y los costos de penalidades jurídicas, los llamados vulgarmente "industria del juicio", para los nuevos empleos, que además cree nuevo empleo privado?
Yo creo que hay que imitar la legislación y hay que mirar qué Argentina tenemos. Si la legislación vigente provoca esta Argentina donde vos acabas de decir que el empleo privado no solamente no crece, está casi estancado desde hace décadas, pero además hay un marcado descenso de desempleo registrado, producto de este plan económico, pero sí tenemos que atender el empleo informal, las dos cosas hay que hacer. Si mañana fuéramos gobierno, esta alternativa política, de la que seguramente seremos parte, quienes tenemos esta vocación de hacernos cargo de esta realidad y de trabajar una legislación que haga, primero, que tenga un plan económico definido que cree oportunidades y crecimiento.
Apuntemos al plan económico; desarrollemos la legislación para lograr que ese empleo sea de calidad y sea registrado desde el momento cero. Empecemos a reconocer a los trabajadores que hoy existen en la Argentina, que si nosotros no les hablamos y no buscamos una solución, piensan que vivimos en Narnia, la gente que te dice: "Yo tengo trabajo de mala calidad, sin futuro, sin ningún tipo de garantías, ni obra social, ni nada; y ustedes no hacen nada tampoco para resolverlo".
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Me imagino, después del 26, por un lado el gobierno nacional, y por el otro lado el peronismo, tratando de seducir en el Congreso a esos entre 20 y 30 diputados que podrán obtener Provincias Unidas y sus aliados, que serían los que modificarían en un sentido o en el otro. Creo que lo primero que vos planteás es decir que el día 27 Kicillof llama a los gobernadores de Provincias Unidas y les propone ponerse de acuerdo en un plan de 10 puntos; plantea algo muy seductor para esos gobernadores, que muchos de ellos vienen del mismo tronco nacional y popular. Ahora, un punto que vos ves en esos gobernadores es que ellos quieren una reforma laboral. No la del gobierno. El punto es que haya una reforma laboral que les satisfaga a ustedes, porque lo que hay que conquistar es a estos 20 diputados, 30 diputados de Provincias Unidas.
Lo veo sumamente posible. Digo, trabajamos de la misma manera la responsabilidad de hacernos cargo que la fórmula de jubilación había sido errónea, la última que sancionamos, y también errática la de Mauricio Macri. Sin embargo, nos pusimos a trabajar y sancionamos dejando las ataduras del pasado, de espacios políticos que no podíamos antes ponernos de acuerdo; y nos pusimos de acuerdo y sacamos una reforma totalmente racional, con un costo fiscal que podía soportar la Argentina; y este presidente Milei la vetó.
Con la misma razonabilidad y racionalidad política, podemos trabajar como venimos trabajando en el Congreso Nacional, hombres y mujeres de distintos espacios políticos que ponemos por delante la Argentina. Y eso está pasando. No hubiésemos sancionado ni la reforma jubilatoria, o por lo menos el cambio en la fórmula, ni hubiésemos trabajado en la ley del Garrahan, ni hubiésemos podido trabajar el financiamiento a las universidades, ni hubiésemos podido trabajar la emergencia en discapacidad.
Nos hemos juntado porque, sin duda, primero hay una vocación política de diálogo, que es la palabra más importante a la hora de poder sacar leyes que permitan mejorar las condiciones; y además, no es un dato menor que permitan tener nuevamente confiabilidad en el sistema político e institucional en la Argentina. Si hay algo que pasó este tiempo es que la gente empieza a mirar el Congreso. Yo lo celebro. Pero no porque sea legisladora, porque creo que la Argentina degradó las instituciones y, sin duda, cuando el presidente arrancó dándole la espalda al Parlamento, fue un error para mí tremendo que lo estamos subsanando a partir de un parlamento serio; serio en la medida que podamos elegir legisladores que no se dicten los discursos por audífono, que puedan representar ideas y que puedan, por supuesto, dejar el circo y el pan para la TikTok.
RM/ff