Ubicado dentro del predio donde funcionó el ex zoo de Palermo, hay un edificio histórico patrimonial construido en 1897 que funcionó como la Casa de Osos.
La construcción se levantó durante la gestión de Eduardo Holmberg, quien fue el primer director del Jardín Zoológico. Con su fachada ostentosa pese al abandono y el paso de los años, el edificio se convertirá en un nuevo espacio que, se espera, será inaugurado antes de fin de año y funcionará en la antigua jaula de los osos.
La antigua “Casa de los osos” se trata del edificio más grande y antiguo del ex zoo que aún conserva su protagonismo y esplendor. Fue en el año 1888, cuando en medio del auge económico generado por la creciente exportación de cereales y carne vacuna, se construyó el ex Jardín Zoológico de Buenos Aires. Con los años, se convirtió en un lugar icónico y tradicional destino para el paseo y el disfrute, que abrió sus puertas a millones de visitantes.
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No obstante, los años pasaron y hubo planes de cambio: en 2016 el zoo cerró sus puertas y dio lugar a los planes de transformación para convertirse en el actual e innovador Ecoparque. Fue el inicio de otra etapa en su historia.
Dentro del predio donde funciona el complejo, aún se mantiene en pie e imponente la Casa de los Osos, que es más que una construcción, un tesoro histórico y patrimonial construido en 1897. Hoy, después de haber permanecido oculto durante décadas tras el cierre del zoológico, está en plena obra de restauración para recibir a nuevos amantes de la historia y la belleza de sus edificaciones.
Con fachada de palacio medieval
El edificio tiene un exquisito estilo gótico que lo convierte en emblema arquitectónico, envuelto con un halo de misterio y encanto. Con un aire de palacio medieval, sus aberturas ojivales, llevan a viajar en el tiempo a sus visitantes. La jaula de los osos se presenta como una edificación rodeada por una fosa, ideada con el modelo de un típico castillo de planta cuadrada con cuatro torres de planta poligonal, que destacan elevándose por sobre el cuerpo principal. El aire medieval, se lo dan las almenas que rematan tanto la fachada como las torres que lo rodean.
La Casa de Osos, a lo largo de los años, fue albergue para diferentes especies de osos, desde los polares, los negros y los del Tíbet. Fue hasta que, entre 1993 y 1994, se decidió el traslado de los animales a otros recintos dentro del parque. Por consiguiente, desde entonces, el edificio estuvo abandonado, pero siempre esperando el momento para reabrir sus puertas.
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Un nuevo destino tuvo en el año 1999, cuando el edificio fue modificado y adaptado para recrear una selva subtropical. Este programa de transformación implicó la demolición de parte de la construcción y la instalación de divisiones internas con paneles vidriados. A su vez, se instalaron escaleras, puentes y pasarelas. Si bien la fachada exterior del edificio fue conservada, las jaulas que fueron casa de los osos fueron modificadas.
Nueva función, pero preservando el valor histórico
Los nuevos planes de reconversión programados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, están transformando el Ecoparque. En ese marco, la antigua Casa de Osos también está en plena etapa de restauración, sin alejarse del principal objetivo: preservar el valor histórico y arquitectónico del edificio.
En concreto, el programa de restauración busca que la Casa de Osos sea punto de encuentro en un área con talleres educativos y exposiciones temáticas. De este modo, el edificio tomará protagonismo con su nuevo rol dentro del Ecoparque, la principal función será promocionar la educación y el entretenimiento.
Dentro de la nueva función, se impulsarán actividades relacionadas con el aire y se destacará su importancia en la conservación de la biodiversidad. También se ofrecerá la posibilidad de participar en actividades educativas interactivas, para poner en conocimiento de la sociedad cuáles son los nuevos desafíos ambientales. Con estas actividades y talleres se buscará alentar el interés para contribuir a la preservación de la biodiversidad.
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En resumen, el nuevo proyecto busca hacer foco en la creación de un espacio que combine la experiencia interpretativa, la interacción y el uso de tecnología para impulsar la toma de conciencia para la conservación del medio ambiente. Además, formando parte del mismo proyecto se dará creación a un espacio de exposición que funcionará como “feria”, para que distintas organizaciones no gubernamentales puedan exhibir y dar a conocer sus desarrollos relacionados con la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
La obra de restauración
La empresa encargada de la obra de restauración es la firma HIT Construcciones, a la vez que las tareas en el interior de la construcción serán realizadas por el concesionario que explotará el nuevo espacio cuyo destinó será un proyecto educativo. Cabe destacar, que el proceso de concesión se realizó mediante una licitación pública y bajo la supervisión de la Dirección General de Concesiones y Permisos.
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Por su parte, la empresa adjudicataria, Concesiones Sustentables SA, tiene trayectoria en la gestión de espacios culturales. Es la misma compañía a cargo del proyecto gastronómico en Confitería El Águila, que se presentará en las próximas semanas.
La gran reapertura
Lo cierto es que el edificio, aunque cambie su función seguirá siendo la antigua “Casa de los Osos” para tantos amantes de la historia y sus edificios patrimonio cultural. Como punto de encuentro entre el pasado y el presente, genera gran expectativa. Si bien la apertura fue anunciada para realizarse en los próximos meses antes de fin de año, la fecha exacta aún no fue precisada.
FM JL
