El Teatro Gran Rex volvió a vibrar al ritmo del folclore argentino. Con dos funciones completamente agotadas los días 12 y 13 de octubre, Soledad Pastorutti celebró su cumpleaños número 45 y tres décadas de carrera, en un espectáculo que combinó emoción, historia y energía popular.
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La primera noche tuvo un clima festivo y nostálgico. Mirtha Legrand fue la espectadora más ovacionada de la jornada. Apenas ingresó al teatro, el público se puso de pie para aplaudirla. En el escenario, La Sole aprovechó el momento para agradecerle su presencia y regalarle una réplica del poncho que agitó por primera vez en Cosquín a los 15 años. “Gracias por venir, Mirtha, sé el esfuerzo que hiciste”, dijo emocionada la artista.
También participaron Luciano Pereyra e Ivonne Guzmán, ex Bandana e integrante de La Delio Valdez, quienes compartieron canciones y emociones con la artista. La jornada cerró con un teatro de pie, pañuelos al aire y el público cantándole el feliz cumpleaños.

El lunes 13, Soledad volvió a presentarse ante un público que colmó por completo la sala. En esta segunda función, el ambiente fue aún más íntimo y cercano. Entre las asistentes se encontraba Lizy Tagliani, quien disfrutó el show desde la platea, mientras en el escenario brillaron los verdaderos invitados: Natalia Pastorutti, Sofía Morales ,Oscar Burgos Espinoza y Rogelio Posat, quienes compartieron distintos momentos musicales con la cantante.
El concierto comenzó con “Canten para papá” y “Pal que se va”, marcando el tono festivo de la noche. Luego, una seguidilla de chacareras —“Las piedras”, “La vieja”, “Para mi vuelta”— encendió el teatro, mientras la artista saludaba a su público con alegría. “Estamos festejando el camino a los 30 años”, expresó Soledad entre risas y emoción. “Cuando hicimos el primer Gran Rex, no lo podíamos creer. Hoy volvemos, con la misma ilusión y más amor que nunca”.
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Con el correr del recital, el repertorio recorrió distintas etapas de su carrera. Canciones como “Coplas de la orilla”, “Apurate José”, “Km 11” y “Bañado norte” hicieron bailar a toda la sala. El público, de pie, acompañó cada tema con palmas y pañuelos, en una postal que recordó los viejos festivales de folclore.
Uno de los momentos más emotivos llegó con Natalia Pastorutti, su hermana, que subió al escenario para interpretar junto a ella “De mi madre” y “Alma, corazón y vida”. Entre risas y abrazos, las hermanas compartieron recuerdos y agradecimientos a su familia, mientras el público les regalaba una ovación de pie.

El concierto también incluyó a los músicos Oscar y Rogelio, quienes le obsequiaron a La Sole un cuadro conmemorativo. En medio de la emoción, la cantante recordó sus inicios, su paso por Cosquín y las tantas noches de ruta que construyeron su carrera. “No ha sido un camino fácil, pero cada paso valió la pena”, confesó.
Durante más de dos horas, Soledad alternó entre clásicos y nuevos arreglos. Hubo espacio para baladas como “Cuando llora mi guitarra”, “Odiame” y “Propiedad privada”, y para potentes mezclas de sambas como “La López Pereyra”, “Criollita santiagueña” y “Luna tucumana”, que transformaron el teatro en un fogón compartido.
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Entre risas, La Sole se permitió momentos de cercanía con el público. Saludó a sus seguidores de Santa Fe, bromeó sobre los cumpleaños familiares y agradeció los carteles que decoraban la sala. “Gracias por estar siempre, en las buenas y en las malas, cuando se gana y cuando se pierde. La fortaleza nace del amor y de las ganas de seguir”, dijo antes de interpretar “Todo cambia”, una de las piezas más ovacionadas.

El tramo final fue una celebración colectiva. Con un mix de huaynos y cumbias —“Llorando se fue”, “Cariñito”, “El humahuaqueño”— el teatro se convirtió en una fiesta. El público bailó de pie mientras La Sole recorría el escenario, cantando y alentando a seguir el ritmo.
Para el cierre, eligió “Brindis”, un tema que se transformó en manifiesto de su carrera. “Gracias por acompañarnos una vez más, por seguir creyendo en la música y en este camino”, expresó. “No sé si tendré otra vida, pero en esta quiero buscar mi mejor versión cada día”.
Entre aplausos interminables y pañuelos al aire, Soledad se despidió prometiendo volver pronto. Confirmó su participación en los festivales de verano y en el Lollapalooza Argentina 2026, donde planea llevar el folclore a nuevas generaciones. “Nos vemos en los caminos, en los escenarios, en cada canción”, dijo la artista antes de abandonar el escenario.
LV/DCQ