La investigación por el femicidio de Érica Almirón Romero, la joven de 25 años hallada sin vida el domingo por la noche en su domicilio de Resistencia, avanza con nuevas pruebas clave. El principal sospechoso, su expareja Joaquín Alfredo Pérez, fue detenido en Corrientes mientras intentaba fugarse y será trasladado este martes a la provincia para prestar declaración ante la fiscalía.
Según confirmó a Perfil la fiscal del caso, María Noel Benítez, el imputado no registraba antecedentes penales ni denuncias por violencia de género, pero en su poder fueron encontrados los teléfonos celulares de la víctima y de su actual pareja, lo que agrava aún más el cuadro probatorio.
Pérez fue interceptado por personal policial cuando viajaba en un colectivo de larga distancia rumbo a Misiones, tras la muerte de su expareja. En su mochila llevaba ropa, pertenencias personales y los dispositivos móviles que ya están bajo pericia.
La fiscal también confirmó que el joven reconoció el crimen mediante mensajes de texto enviados a su madre, en uno de los cuales escribió: “Maté a Érica, lo siento mamá”. Además, los padres del detenido entregaron una carta manuscrita en la que su hijo confesaba haberle hecho "un gran daño" a la joven y anticipaba su intención de huir.
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Los indicios en la escena del crimen
Érica fue encontrada sin vida en un departamento de Fortín Alvarado 91, donde convivía con su nueva pareja desde hacía aproximadamente dos meses. Él fue quien dio aviso a la Policía, aunque inicialmente fue demorado por inconsistencias en su relato.
El equipo forense encontró marcas compatibles con escoriaciones en el cuello de la víctima, lo que sostiene la hipótesis de muerte por asfixia. Además, en la vivienda se detectó olor a gas por las cuatro hornallas abiertas y la presencia de productos químicos junto al cuerpo, como lavandina, aunque aún se aguardan los informes toxicológicos.
Una relación reciente y un desenlace violento
Según reconstruyó la fiscalía, Érica había finalizado su vínculo con Pérez aproximadamente dos meses antes del hecho, y desde entonces mantenía una relación estable con su nueva pareja. No había denuncias previas ni intervenciones por violencia.
La causa, que podría ser caratulada como homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, avanza ahora con la incorporación de pericias telefónicas, toxicológicas y genéticas. Una vez concretado el traslado, Pérez será indagado en las próximas horas por la fiscal Benítez.