La presidenta de Perú, Dina Boluarte, se enfrenta a acusaciones de plagio luego de que la prensa local informara que más de la mitad de un libro sobre derechos humanos que ella presentó como propio en su currículum en 2007 fue plagiado.
Ante esta situación, el primer ministro Alberto Otárola ha anunciado la apertura de una investigación para esclarecer el presunto plagio. Otárola también ha enfatizado que "la conducta ética de la presidenta está fuera de toda cuestión".
La polémica se desató luego de que el programa televisivo Punto Final, transmitido por el canal Latina, presentara una denuncia en la que se señala que la presidenta Dina Boluarte habría plagiado el libro "Reconocimiento de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario", publicado en 2004.
Según la investigación del programa, se encontró que aproximadamente el 55% del contenido del libro fue copiado de tesis, monografías y artículos académicos previamente publicados en México, Argentina y Costa Rica.
La presidenta Dina Boluarte habría incluido el libro en cuestión en su currículum durante su postulación en 2007 para un cargo en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Sin embargo, según informes de medios como El Comercio y La República, entre otros diarios de Lima, se destaca que la obra original consta de cuatro capítulos y 176 páginas, y Boluarte no mencionó su participación en él cuando asumió como ministra de Desarrollo e Inclusión Social.
Cómo se realizó la investigación sobre el plagio de Javier Milei
El programa televisivo realizó un exhaustivo análisis de las publicaciones, tanto de forma manual como utilizando la herramienta Turnitin, que detecta similitudes y plagios a partir de una amplia base de datos. Según este análisis, se concluyó que el trabajo de Boluarte carece de la sección de fuentes bibliográficas y notas a pie de página que atribuyan adecuadamente la autoría de los textos citados.
La investigación realizada reveló que se produjo una comparación detallada entre la monografía de la académica argentina Gisela Jaquenoud de Giusti, publicada en el año 2000, y el libro de Boluarte, encontrando una reproducción total de contenido "incluso en las comas". Además, se identificó la inclusión de fragmentos de la tesis del mexicano David Valencia Durand, publicada en 2001, donde cuatro párrafos fueron incorporados íntegramente sin ninguna referencia al autor.
"Es difícil decir que hubo una omisión al correcto citado o un error al citado en sí mismo, porque no encuentro por ningún lado los nombres de los autores de los textos que me han entregado, los autores copiados acá", aseguró Jorge Córdova, experto en derechos de autor de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Convocado por el canal Latina, Córdova agregó que "es bastante complicado que se haya tratado de un error en el citado".
Respuesta del gobierno
La ministra de la Mujer, Nancy Tolentino, ha solicitado formalmente una investigación sobre las acusaciones de supuesto plagio que involucran a la presidenta. Durante una conferencia de prensa, Tolentino afirmó que la presidenta ha expresado su disposición a someterse a cualquier investigación y enfatizó la importancia de aclarar y profundizar en esta situación.
Este martes, representantes de la Fiscalía se dirigieron a la Biblioteca Nacional en San Borja, Lima, con el objetivo de obtener un ejemplar del libro objeto de controversia. Según fuentes cercanas al caso, los fiscales Miguel Puicón Yaipén y Sonia Bardales Guevara arribaron al lugar alrededor de las 11:30 de la mañana y se retiraron aproximadamente dos horas más tarde con un ejemplar del libro proporcionado por la Dirección de Protección de Colecciones.
Poco antes de conocerse esta diligencia, el primer ministro Alberto Otárola dijo: "Esta denuncia, como todas las que han ocurrido en nuestra gestión, va a ser investigada. Debo precisar y reiterar la honestidad y la siempre conducta ética de la presidenta que está fuera de toda discusión". Otálora aseguró a los medios de comunicación que el gobierno sigue "con atención esta denuncia periodística" y que, "en su momento", expresarán "lo conveniente".
Cachanosky volvió a cargar contra Milei: acusaciones de plagio y la posibilidad de hacerle un juicio
La primera vicepresidenta del Congreso, Martha Moyano, se sumó a las voces que exigen aclaraciones por la denuncia de presunto plagio contra la presidenta. Moyano, congresista del partido Fuerza Popular liderado por Keiko Fujimori, señaló que el plagio es un delito y expresó la necesidad de que la mandataria se pronuncie al respecto.
"Uno no puede plagiar. Lo que yo creo es que alguien debe abrirle alguna acción, como cuando nosotros hemos criticado todo tipo de plagios", expresó Moyano.
Hasta el momento Boluarte no se expresó sobre la denuncia. Si el Ministerio Público decide abrir una investigación contra la presidenta de Perú por el plagio del libro, el artículo 219 del Código Penal Procesal peruano establece una pena de entre cuatro y ocho años de cárcel más la imposición de hasta 180 días de multa.
El caso de Milei y su libro "Pandenomics"
El economista y diputado Javier Milei fue acusado de plagio en su libro, “Pandenomics”, según reveló una investigación de Noticias, que demuestra que el economista habría copiado páginas enteras de diversos autores contemporáneos.
Uno de ellos es Salvador Galindo Uribarri, un mexicano egresado en Física por la Universidad de Oxford, en Inglaterra. “En este momento estoy preparando la denuncia junto con mis abogados. El señor Milei no solo cometió un presunto plagio de propiedad intelectual sino que además lo vende”, dijo a Noticias.
El trabajo copiado es una publicación que Uribarri realizó en 2013 junto a otros dos investigadores, Alberto Rodríguez y Jorge Cervantes, llamada “Las matemáticas de las epidemias: caso México 2009 y otros”, en la revista Ciencia ergo sum, que depende de la Universidad Autónoma del Estado de México.
No es la primera vez que a Milei se le acusa de este tipo de hechos: en el 2021, un usuario de la red social Medium reveló que varias de las columnas del economista en Infobae y en El Cronista tenían varios párrafos copiados de intelectuales canónicos de la tradición liberal, como Henry Hazlitt, Ludwig Von Mises, Friederick Hayek o Murray Rothbard.
En aquel momento, el diputado argumentó que, al ser “notas de divulgación”, no había necesidad de nombrar a los autores, por un tema “de practicidad”, puesto que las citas no ocupan más de una línea.
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