Al fenómeno Milei lo construyó paso a paso la soberbia progresista. Dialécticamente hablando, la tesis del fundamentalismo de los últimos años engendró con precisión casi quirúrgica a su opuesto más acabado.
A Milei lo inventaron los progres, cuando con una inflación arriba del 100% y salarios por el piso, funcionarios que viven en Narnia celebraban sus DNI no binarios, de vanguardia en el mundo.
A Milei lo inventaron los progres, cuando con el 60% de los niños bajo la línea de pobreza, el gobierno dispuso la corrección política de hablar de “infancias” y enfocarse en lo maravilloso de las “niñeces trans”.
A Milei lo inventaron los progres, cuando le intentaban explicar a los padres de Morena, la niña de 11 años recientemente asesinada, que las estadísticas mostraban un descenso del delito en los últimos años, como si esto redujera la impunidad que experimentan las miles de familias que perdieron a sus seres queridos en manos de delincuentes reincidentes, que entran y salen del sistema penitenciario como si éste tuviera en su ingreso una puerta giratoria, o el avance del narco, con toda la degradación social que su poder de corrupción conlleva.
Advierten que la inflación en los barrios vulnerables es sustancialmente mayor
A Milei lo inventaron los progres, cuando duplicaron los ministerios y secretarías de Gobierno, para ubicar allí a amigos, amantes, socios y parientes, destinando sumas millonarias a todo tipo de kioscos superfluos, en medio de una miseria histórica.
A Milei lo inventaron los progres, cuando en las escuelas a los pibes les quemaban la cabeza con la religión del feminismo, la entelequia del "patriarcado", el aborto para todos y todas, y los dogmas de género, con docentes imponiendo visiones tan sesgadas como maniqueas de nuestra historia, todo expresado bajo la forma de un discurso único incuestionable y "cancelando" de manera petulante a los pocos que osaban cuestionarlo.
A Milei lo inventaron los progres, cuando encerraron a la población con una cuarentena récord durante la pandemia, con el pretexto de cuidarla, mientras tenían vía libre las fiestas en Olivos.
A Milei lo inventaron los progres, cuando regalaban dólares al inaccesible precio oficial a empresarios amigos, mientras buena parte de la economía se veía obligada a funcionar a un dólar blue con una brecha superior a un 100%.
A Milei lo inventaron los progres, cuando prometieron acabar con el negocio de las Leliq para mejorar con esos fondos las jubilaciones, y terminaron llevando las tasas de interés a niveles que harían sonrojar al usurero más desvergonzado.
A Milei lo inventaron los progres, cuando prometieron asado para las familias los domingos y luego las obligaron a subsistir a polenta, mientras les explicaban los beneficios ecológicos del veganismo, y el INTA se encargaba de criar “grillos para alimentación humana”.
Crece el consumo de carne, y también el precio del asado
A Milei lo inventaron los progres, cuando decidieron gobernar para las minorías, olvidándose de las mayorías.
Obviamente, la dirigencia actual nunca hará un mea culpa. Los progres que inventaron a Milei nunca se harán cargo de sus garrafales errores y cínicas imposturas, nublada como siempre su facultad de discernimiento por la típica soberbia de toda vanguardia ilustrada. La culpa siempre será del pueblo, que no supo entender ni estar a la altura de los avances de los “nuevos derechos” conquistados, especialmente del nuevo derecho a morirse de hambre.
