En su última nota aparecida en PERFIL el domingo, Jorge Fontevecchia especula en el regreso del 2002 con la posibilidad de establecer una tercera vía, a partir de los realineamientos interno de las coaliciones oficialistas y opositoras. Me parece que es una hipótesis probable, a condición de saber de que tiene un grado de dificultad importante para plasmarse.
Al interior de la coalición oficialista se observan dos liderazgos nítidos o dos proto liderazgos nítidos, por un lado el del presidente Alberto Fernández, cuyo complemento del lado opositor serían el oposicionismo más amigable con el oficialismo, encabezado por el actual Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, podría incorporarse a la ex gobernadora María Eugenia Vidal y algunos otros dirigentes intermedios más y algunos intendentes en gestión. Y por otro lado, la parte más dura del oficialismo, cuyo liderazgo lo ejerce Cristina Fernández de Kirchner y cuya contrapartida es el ex presidente Mauricio Macri.
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Surgen de estas dos alternativas, dos hipótesis de trabajo distinta, dos estrategias electorales distintas de cara al año 2021, elecciones que ya están a la vuelta de la esquina, y por parte del oficialismo estas son: por un lado, la estrategia vinculada más al entorno y al presidente Alberto Fernández es recuperar aquellos sectores independientes que sobrevuelan la grieta sin incorporarse, que para este sector serían los que finalmente van a definir la elección de medio mandato, sectores medios independientes, sin ninguna filiación partidaria y que jugarían su suerte en la elección del oficialismo, lo que le podría dar un triunfo en las elecciones de medio mandato. En sentido contrario, una segunda lectura de las elecciones del 2021, en el oficialismo, correría por cuenta de los sectores más duros, vinculados al liderazgo que ejerce Cristina Kirchner, cuya principal proposición sería consolidar el 40 por ciento de los votos propios e ir, a través de la gestión, por la incorporación de sectores medios independientes que harían un ejercicio de costo beneficio elemental para acompañar a la gestión oficialista.
Por el lado de la oposición, lo mismo, creo que el ex presidente Macri apunta a consolidar el 40 por ciento de voto duro que obtuvo en las elecciones del 2019 y que por un simple cálculo de costo-beneficio, sectores independientes lo acompañan en la oposición a un gobierno que él juzga va a defraudar las expectativas electorales. Y por el lado del PRO más amigable, también creo que juzgan necesario captar a ese 15 por ciento del electorado que no tiene definición en términos políticos, ideológicos y partidarios, y que sobrevuela también la grieta de manera plena, sin incorporarse.
Como ven, son situaciones en espejo. Por un lado la misma estrategia electoral involucra tanto al sector que encabeza Alberto Fernández como Horacio Rodríguez Larreta o, eventualmente, María Eugenia Vidal y, por otro lado, la misma estrategia electoral, pero con distintos núcleo duro, la que propone las estrategias de Cristina Fernández de Kirchner, o el entorno que rodea a la actual vicepresidenta y, por otro lado, al ex presidente Mauricio Macri. Ambos haciendo hincapié en el sostenimiento y la captación del núcleo duro de las fuerzas.
* Director de la Consultora Equis. La columna fue tomada del formato audiovisual (ver video).