OPINIóN
Salud y coronavirus

¿Cómo comemos los argentinos?

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Todo vuelve. En la pandemia en muchos hogares se recuperó el hábito de cocinar. | shutterstock

La sociedad debería tomar conciencia que los sistemas alimentarios sustentables son fundamentales para luchar contra la malnutrición y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional (SAN) de las poblaciones, en especial de los grupos más vulnerables, en el marco de la pandemia por Coronavirus (Covid-19).

Visibilizar la importancia de una alimentación saludable y crear una alerta para mejorar las prácticas alimentarias pueden contrarrestar las repercusiones negativas del Covid-19 en términos de acceso, ya que podría generar falta de disponibilidad de alimentos específicos o de consumo habitual en los mercados locales.

En el caso de aquellas familias que tuvieron la posibilidad, la pandemia permitió que muchos hogares fueran nuevamente el ámbito donde se cocinan y se consumen los alimentos. Hubo un retorno de la comensalidad y se incursionó en la preparación de comidas caseras y en algunos casos más saludables, conocer y probar recetas familiares, nuevos gustos y sabores, dejando de lado los hábitos de consumo impuestos en parte por la globalización alimentaria, la compra de alimentos listos para consumir, procesados y la comida rápida.

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Así, cambiaron los hábitos referidos al tipo de alimentos que se compran, el modo en que se preparan y cómo son consumidos. También se incorporaron alimentos frescos y se retomaron los naturales. A su vez, fue un momento propicio para que los menores de la familia incursionaran en la cocina, y tal vez en algunos casos, fue el punto de encuentro con nuestros mayores, los cuales atesoran nuestra cultura alimentaria.

Servir en las mesas familiares las preparaciones que se dejaron de lado en momentos de mucho trabajo, de poco tiempo implica rescatar el legado cultural que es muy importante porque nos ofrece un lazo con nuestra historia.

Cabe destacar que la población en este contexto comprendió cómo influye la alimentación en la salud y tuvo que tomar mayores cuidados respecto de comer más saludable, tratar y prevenir el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, entendiendo que estas enfermedades crónicas, nos exponen a un riesgo aún mayor a enfermarnos.

Se debe reflexionar acerca de qué se elige para comer y el momento en que se destina a comer: ¿se come en un ambiente tranquilo, en un ambiente estresado? ¿Se come sentados frente a una pantalla? Definitivamente hay que revalorizar la relación con los alimentos.

Además, cuando se piensa en la alimentación se tiene que ser conscientes del tipo de alimento que consumimos, de los aditivos que contienen, de los conservantes, del contenido de grasa, de sodio, azúcares, de los nutrientes como vitaminas, minerales, proteínas y de la fibra, y por sobre todo no olvidarnos de indagar cómo se producen, y cómo esa forma de producción impacta en el ambiente.

Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR 2018) solo el 6% de los argentinos cumple con la recomendación de la OMS que indica que se deben consumir cinco porciones de frutas y verduras al día, o sea, dos o tres unidades de fruta y medio plato de verduras crudas y medio de cocidas.

Asimismo, se describe un aumento del consumo de alcohol al 13,3% mientras que en la ENFR 2009 era del 8,9%. A raíz de la pandemia algunas encuestas mencionan un aumento en el consumo de alcohol en general, por eso es importante puntualizar que, al momento de hidratarse correctamente, se recomienda beber agua y tomar infusiones, que se pueden aromatizar con limón, menta, entre otras opciones.

Por lo tanto, para comenzar a pensar una dieta saludable en el marco de la pandemia es importante seguir los siguientes lineamientos: evitar el consumo de bebidas azucaradas y alcohol, los alimentos ultraprocesados, alimentos congelados, elegir el consumo de alimentos frescos, preferir productos producidos localmente, sin olvidarnos de controlar la inocuidad de los alimentos y las pautas de higiene.

Esta pandemia puso en evidencia la necesidad de garantizar una alimentación saludable y segura para nuestra población. Para ello se necesita el compromiso de todos los sectores, la resiliencia y la suma de esfuerzos colectivos que nos fortalece hoy y nos prepara mejor para enfrentar esta pandemia como futuras crisis.

*Presidenta del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.