El costo económico de la cuarentena es algo conocido por todos, no obstante, lo relevante además de actuar con coherencia durante la crisis es prepararse para la pospandemia. Se espera un contexto mundial en crecimiento, donde el objetivo sea recuperar parte de los 6 puntos porcentuales netos que habrá caído la economía argentina desde el inicio del gobierno kirchnerista.
China volvió a crecer fuerte lo cual es relevante por ser el segundo socio comercial del país. Esto influye de modo marcado en las exportaciones y puede fortalecer las reservas netas virtualmente en cero.
Segunda ola de coronavirus: las nuevas restricciones establecidas en el DNU
Hay algunos análisis muy interesantes que hacen un paralelismo de equivalencia entre fases de la cuarentena y descensos de la actividad desde donde se evidencian serias amenazas de ingreso real (PBI) en tanto se vuelve al confinamiento con diferentes intensidades. Este es un tema relevante para el corto plazo dada la llegada aparente de la segunda ola.
En línea con el objetivo de mejorar la ecuación fiscal, la dinámica del gasto público es importante. Se llevó a cabo un ajuste para jubilados y seguramente se evidencie una contracción del ingreso real de los empleados públicos a causa de que la inflación será mayor que los aumentos en los ingresos nominales.
En el frente externo, a pesar de que es probable que los sectores que lideren la fase de recuperación sean los vinculados a la industria de alimentos, se estima una balanza comercial positiva en 10.000 millones dólares, estrechamente asociada a la recesión que comenzó a mediados de la presidencia de Mauricio Macri y no tanto a la mayor competitividad cambiaria.
La inflación del segundo semestre es la gran duda en 2021 dada la altísima emisión en 2020 por la crisis
Por otro lado, al contexto de un dólar competitivo se agrega que el cepo sobre las importaciones puede ser perjudicial para insumos importados, en particular sobre las necesidades del sector agropecuario. La tradicional problemática entre necesidad y capacidad de importación parece presentarse nuevamente en la macroeconomía argentina.
En lo que respecta al tema cambiario, es estable la demanda de dólar futuro sin mayor temor a que se acelere la devaluación de la moneda nacional. La brecha del dólar paralelo respecto al oficial es relevante y está asociada al nivel de incertidumbre derivada de la negociación de la deuda, Si bien no ha aumentado durante el verano, esto se hizo incurriendo en costos, por lo tanto, no fue gratis.
La inflación del segundo semestre es la gran duda en 2021 dada la altísima emisión en 2020 por la crisis. Nuestra moneda, a diferencia de Estados Unidos y Europa, no la deseamos stockear.
El tema deuda es central como condición necesaria en la complejidad del año 2020. Los bonistas están más dispersos que en otros contextos de reestructuración y claramente los políticos no quieren el default como en el año 2001. Aparentemente los bonos post canje de Guzmán han perdido valor. En términos relativos la deuda no sería alta para los parámetros de los países centrales, se sitúa entre en un 90% respecto al PIB, sin embargo, es mucho para emergentes. No obstante, nos complica la falta de confianza que se percibe en el elevado riesgo país.
Respecto a la política interna, es clave seguir la mayor injerencia de Cristina Fernández en el campo económico, esto se evidenció desde el comienzo con el caso Vicentin, en los nombramientos realizados en puestos claves de la economía y en muchos comentarios sobre la gestión de corto y mediano plazo. A pesar de que tiene una imagen negativa muy alta de 60% frente a la de Mauricio Macri que está en ese orden de número negativo, Cristina es la accionista del gobierno y el presidente no está empeñado en el armado y acumulación de poder, pues se vislumbra como un articulador y componedor.
El Ministro de Economía, Martín Guzmán, estuvo centrado solo en el tema de la deuda desde que asumió, sin dudas falta una figura que juegue en toda la cancha más aún en tiempos de mucha conflictividad. Ha crecido su imagen y representa cierta ortodoxia en un mar de dirigismo estatista
El Ministro de Economía, Martín Guzmán, estuvo centrado solo en el tema de la deuda desde que asumió, sin dudas falta una figura que juegue en toda la cancha más aún en tiempos de mucha conflictividad. Ha crecido su imagen y representa cierta ortodoxia en un mar de dirigismo estatista.
Si bien la popularidad del presidente es normal, había crecido mucho al inicio debido al manejo de la pandemia. La recesión del 2020 y seguramente de comienzos de 2021 comprometerán los votos oficialistas de la elección de medio término. El mérito de gestionar inicialmente la pandemia es del presidente, pero también el costo político por la recesión.
*Director del Área de Economía del IAE Business School.