En realidad el terrorismo estuvo presente en nuestra historia desde los albores de las luchas civiles pero, para aportar a la “memoria completa” que algunos pregonan, me parece importante resaltar los hechos del 16 de Junio de 1955, a los cuales se deberían sumar otros.
La oposición al peronismo pudo constatar en las elecciones de 1946, las de 1949 (58% peronismo vs. 34% la UCR) y 1952 (63,51% 32,33%) que a Perón no tenían chances de sacarlo mediante el voto.
Por lo tanto, lo único que podían hacer (ya que no podían lograr la mayoría electoral para dejarlo fuera de juego), era conseguir la adhesión de una mayoría en las Fuerzas Armadas para poder sacarlo por la “democrática” vía de un Golpe de Estado. El vuelco a la oposición por parte de la Iglesia a fines de 1954 fue un factor central para aglutinar a todos los “anti” detrás de la cruz y las sotanas.
Ya había habido un intento de golpe en 1951 y un atentado terrorista contra un acto de la CGT en 1953 (que dejó un saldo de 6 muertos), pero 1955 fue un año extremadamente violento con choques entre los sectores en los cuales se dividió la sociedad argentina. “Perón o Cristo”, se escuchaba de un lado (radicales, conservadores, socialistas, comunistas) y “Perón sí, curas no” se escuchaba del otro.
En mayo el gobierno suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa que había aprobado años antes. La respuesta de la iglesia fue la masiva convocatoria a la marcha del Corpus Christi. Hubo choque entre peronistas y militantes católicos alrededor de la Catedral. Este enfrentamiento se agravará violentamente el 16 de junio con la excomunión de Perón por el Papa Pio XII, el golpe de junio y los bombardeos, llegando a la quema de las Iglesias en la noche de ese día, tras ser derrotado el golpe.
Un importante grupo de militares pensó un plan para asesinar al Presidente de la República bombardeando la Plaza de Mayo el 16 de junio. Perón se enteró que el desfile aéreo preparado para ese día podía ser utilizado para bombardear la Casa de Gobierno y fue convencido de trasladarse al Ministerio de Guerra, cruzando Paseo Colón. Desde allí, a las 12.40 horas, escuchó el primer bombardeo. Los aviones atacantes, punta de lanza de un alzamiento en varios puntos del país, llevaban en sus colas una “V” y una cruz que señalaban “Cristo Vence”. El peronismo reformaría ese símbolo sustituyendo la cruz por la P, transformándolo en “Perón vuelve”.
La primera bomba fue lanzada sobre un micro escolar repleto de alumnos salteños, muriendo todos sus ocupantes y otras también cobraron víctimas civiles, pero su objetivo era Casa de Gobierno y matar a Perón.
Los sectores amotinados tomaron el edificio Libertad pero fueron rodeados por sectores leales. A las 15:17 hs se rindieron, con lo cual ya el golpe estaba derrotado. Los sectores dirigentes del alzamiento huyeron a Montevideo en aviones militares pero algunos, antes descargaron su furia contra la gente que concurrió a Plaza de Mayo a apoyar a Perón soltando bombas y ametrallando la Plaza, matando a más civiles. Los bombardeos y la sublevación pueden considerarse parte de un fallido Golpe de Estado que, con todo el absoluto repudio que merece, es un intento de lograr el poder. Pero el último bombardeo (ya habiéndose rendido los sublevados) fue un salvaje acto terrorista a gran escala, sin finalidad militar alguna más que atentar contra civiles desarmados y dejar claro que estaban dispuestos a todo con tal de echar a Perón.
Varios políticos formaron parte del alzamiento (que dejó un saldo de 380 muertos y más de 800 heridos), como Miguel Ángel Zabala Ortiz, dirigente radical, que fue uno de los líderes y estuvo en los aviones que participaron del bombardeo final. También fueron parte Arturo Íllia (ligado en la organización al contralmirante Rial), Arturo Frondizi y el socialista Américo Ghioldi entre otros, mientras el Partido Comunista llamaba a "luchar unidos por la libertad de los curas democráticos".
En un comunicado la UCR informó que el bombardeo era el corolario de las políticas de Perón. Exaltó la culpabilidad del Presidente pero excluyó la del poder naval y pidió amnistía para los autores de los bombardeos
Entre otros militares participantes del intento de golpe, estaban Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Suárez Mason, Bignone, Díaz Bessone, Harguindeguy, Menéndez, Villareal, y Etchecolatz. Los mismos que 26 años después iban a combatir … al terrorismo.