OPINIóN
el organismo cumple 75 años

Historias de embajadores argentinos ante la Unesco

La lista de quienes ocuparon el cargo tiene reflejos sociales: figuras de la cultura, como escritores y novelistas, concertistas, ningún sindicalista, pocos políticos y una sola mujer.

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Pino. El cineasta y político murió pocos días antes de un nuevo aniversario del organismo. Fue el último representante del país. | cedoc

Este 16 de noviembre se conmemoran los 75 años de la creación de la Unesco, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con sede en París. Fue el 16 de noviembre de 1945, apenas concluida la Segunda Guerra Mundial y recién creadas las Naciones Unidas. Antes de Fernando “Pino” Solanas, fallecido el 6 de noviembre víctima del Covid, pasaron como embajadores argentinos ante el organismo, diplomáticos y figuras de nuestra cultura representativas de un amplio arco de ideas. Una lista que incluye a una sola mujer, Elsa Kelly; un filósofo, Víctor Massuh; escritores y novelistas, Jorge Asís y Abel Posse; el concertista Miguel Ángel Estrella, ningún dirigente obrero y algunos pocos políticos relevantes, tal el caso más reciente de Rodolfo Terragno y Solanas, quien había sido designado al asumir el actual gobierno por el presidente Alberto Fernández, con acuerdo del Senado.  

Los orígenes. En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, los gobiernos de los países europeos que enfrentaban a la Alemania nazi y sus aliados se reunieron en Inglaterra en la Conferencia de Ministros Aliados de Educación (CAME). La guerra estaba lejos de terminar, pero los líderes de las fuerzas aliadas se preguntaban ya sobre la manera en que irían a reconstruir los sistemas educativos una vez restablecida la paz. Muy rápidamente estas inquietudes adquirieron una dimensión universal. Nuevos gobiernos deciden participar, entre ellos el de los Estados Unidos.

Sobre la base de la propuesta de la CAME, se celebró en Londres del 1º al 16 de noviembre de 1945, justamente al concluir la guerra, una Conferencia de las Naciones Unidas para el establecimiento de una organización educativa y cultural (ECO/CONF). 

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Ésta reunió a los representantes de unos cuarenta Estados. Con el impulso de Francia y del Reino Unido, dos países duramente afectados por el conflicto, los delegados deciden crear una organización destinada a instituir una verdadera cultura de paz. Dentro de su espíritu, esta nueva organización debía establecer la “solidaridad intelectual y moral de la humanidad” y, de esta manera, impedir que se desencadene una nueva guerra mundial. Al final de la conferencia, 37 de estos Estados firmaron la Constitución que marcó el nacimiento de la nueva organización internacional. 

Su Constitución entró en vigor a partir de 1946 y fue ratificada por veinte Estados: Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos de América, Francia, Grecia, India, Líbano, México, Noruega, Nueva Zelandia, República Dominicana, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía. La primera reunión de la Conferencia General de la Unesco se celebró en París del 19 de noviembre al 10 de diciembre de 1946. Participaron en ella representantes de treinta gobiernos con derecho a voto.

Huxley y Victoria Ocampo. La Argentina se incorporó a la Unesco en 1948, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. De América Latina, México y Brasil lo habían hecho en 1946. El primer director general fue Julian Huxley, un científico que hizo importantes contribuciones a la biología evolutiva, un divulgador de la ciencia como medio educativo, activo ecologista, destacado humanista, dedicado a la racionalidad y la ética, y un prolífico escritor.

Meses después de asumir, Huxley vino a Buenos Aires y fue recibido por Victoria Ocampo en su casa de San Isidro. La cultura de Huxley, y su defensa de los derechos de la mujer, fascinó a Victoria y la vinculó con el organismo internacional, vinculación que perduró y fue tan fuerte que en 1973 ella donó la casa de San Isidro a la Unesco. Actualmente ésta tiene en Villa Ocampo un centro de documentación, una gran biblioteca y un “laboratorio de ideas”.

La Comisión Argentina de Cooperación con la Unesco (Conaplu), creada en 1958, tiene a su cargo la coordinación de la Red de Escuelas Asociadas a la Unesco (Red PEA), el Programa Unitwin y de Cátedras Unesco y el Comité Argentino de Patrimonio Mundial. Once sitios de la Argentina –culturales y naturales– fueron declarados Patrimonio Mundial Unesco: Misiones Jesuíticas Guaraníes (Misiones, Corrientes), Cueva de las Manos (Santa Cruz), Manzana Jesuítica y Estancias (Córdoba), Quebrada de Humahuaca (Jujuy), Qhapaq Ñan, Sistema vial andino (Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán, Mendoza, San Juan, La Rioja, Parques Nacionales Los Glaciares, Iguazú, Península Valdés, Ichigualasto y Talampaya.

Estados Unidos y su alejamiento. En octubre de 2011, la Unesco aprobó la adhesión de Palestina como miembro de pleno derecho con los votos en contra, entre otros, de Israel y Estados Unidos, además de Canadá y Alemania. Este hecho tendría consecuencias, como la reducción del presupuesto y, luego, el retiro de Israel y los Estados Unidos, en 2018, de la organización. La actual directora general, Audrey Azoulay, saludó la elección de Joe Biden como presidente, y expresó su deseo de que la primera potencia mundial regrese a las instituciones abandonadas por la administración Trump: “Los desafíos internacionales hoy piden un compromiso renovado de Estados Unidos a favor de los bienes comunes #Science #Education #Culture”, señaló por Twitter.

Diplomáticos e intelectuales. Un breve repaso de la lista de embajadores argentinos ante la Unesco permite identificar la relevancia asignada a ese cargo por los sucesivos gobiernos. Entre ellos se destacaron:

◆ Alfredo Domingo Calcagno: educador, político y escritor argentino, de actuación desde la década de 1920 hasta la de 1950. Reincorporado a la UNLP en 1955, fue embajador de la Argentina allí durante la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962).

◆ José María Álvarez de Toledo: diplomático de carrera y embajador en ocho países. Fue representante entre 1970 y 1972.​ En agosto de 1972, el presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse lo designó embajador en Brasil. 

◆ Víctor Massuh: filósofo, académico en la Universidad Nacional de Tucumán donde obtuvo el título de Doctor en Filosofía. Fue criticado porque aceptó dirigir el Departamento de Filosofía bajo la dictadura del general Onganía, tras “La noche de los bastones largos”. Fue embajador ante la Unesco durante la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional, e integró su Consejo Ejecutivo entre 1978 y 1983. 

◆ Elsa Kelly: abogada y diplomática de carrera. Actualmente es jueza en el  Tribunal Internacional del Derecho del Mar, en calidad de experta. Ocupó diversos cargos dentro de la diplomacia argentina. Fue embajadora ante Italia, Austria y la Unesco entre 1985 y 1989.

◆ Jorge Asís: el escritor y periodista se desempeñó como representante ante la Unesco a partir de 1989 durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, hasta 1994, cuando fue designado secretario de Cultura.  

◆ Lucio García del Solar: prestigioso diplomático considerado uno de los mayores expertos en la cuestión de las islas Malvinas. Graduado en Relaciones Internacionales en París en 1958 en el Instituto de Estudios Diplomáticos, fue encargado de negocios ante la ONU (1962-1966), embajador ante la Unión Soviética (1966), Estados Unidos (1982-1986) y estuvo al frente de la delegación entre 2000 y 2002. 

◆ Abel Posse: novelista, ensayista, diplomático y académico. Miembro de número de la Academia Argentina de Letras y miembro correspondiente de la Real Academia Española, tuvo un breve paso como embajador argentino en el 2002. 

◆ Juan Archibaldo Lanús, diplomático y escritor argentino, que se desempeñó como embajador de Argentina en Francia, en dos ocasiones, entre 1994-2000 y, nuevamente, entre 2002-2006, ocupó también la representación ante la Unesco entre 2002 y 2003.

◆ Miguel Ángel Estrella: pianista clásico de renombre internacional, nacido en la ciudad de Tucumán y criado en Vinará, provincia de Santiago del Estero, Argentina.  Entre 2003 y 2016 ejerció como embajador argentino ante la Unesco.

◆ Rodolfo Terragno: escritor, historiador, abogado y político de la Unión Cívica Radical, entre el 3 de febrero de 2016 y el 10 de diciembre de 2019. 

◆ Fernando “Pino” Solanas: al hacerse cargo, en febrero pasado, de la delegación diplomática, el cineasta y dirigente político, que había residido en París durante los años de su exilio, escribió: “La misión que se encomienda a un embajador ante la Unesco es ser representante de la pluralidad cultural de la Argentina. Somos hijos del mestizaje luego del impacto de la conquista. La riqueza de la Argentina es la riqueza de su amplitud de sus diferentes corrientes culturales (…) Nosotros vamos a intentar hacer la embajada más amplia en la Unesco con la mayor comunicación entre todos los países que la integran y privilegiando a los países de la Patria Grande”. Quedó ese propósito como un legado a quien lo suceda al frente de esa delegación.

 

Expedientes reservados de la última dictadura

S.S.G/F.B.

Durante la última dictadura militar, la Unesco recibió numerosas denuncias sobre desaparición o torturas a docentes, estudiantes, científicos e intelectuales en la Argentina. El propósito de los denunciantes era que la organización requiriese información al gobierno argentino y presionara para lograr salvar a potenciales víctimas. Cada denuncia daba origen a un expediente y se trataba en reuniones secretas en las cuales se le solicitaba al embajador argentino, Víctor Massuh, que ofreciera explicaciones, las cuales quedaban reproducidas en las actas de esas reuniones. Dichas actas fueron puestas “en reserva” por la Unesco, lo que significa que no son de acceso público; pero sin la fuerza de las “clasificaciones” que cubren los secretos de Estado. En 33 años ningún embajador argentino, de ningún gobierno, solicitó el levantamiento de la reserva hasta que en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, lo hizo el entonces embajador, Rodolfo Terragno.

La entonces Directora General, Irina Bokova levantó el secreto y le entregó a Terragno los 75 expedientes que habían quedado en reserva. Esos expedientes no dejan bien parada la actuación de Massuh, considerado por muchos como un “maestro de ideas”. Sus justificaciones resultan irrisorias. En un caso, dijo que la Unesco no tenía jurisdicción para ocuparse de la desaparición de un estudiante porque al momento de producirse él estaba haciendo el servicio militar y no era por lo tanto un estudiante. En otro caso, descalificó la denuncia sobre la desaparición de una pareja que estudiaba en la Universidad de Mar del Plata porque había ocurrido en La Plata… a 400 kilómetros de Mar del Plata. La Cancillería argentina hizo públicos en Buenos Aires esos 75 expedientes.

*Periodistas e historiadores. 

Colaboró: Vittorio Hugo Petri.

 

Continuidad

Rodolfo Terragno* 

Quien represente al actual gobierno en la Unesco continuará, confío, el proceso para que los pasos del Ejército de los Andes sean declarados Patrimonio de la Humanidad. 

La postulación fue inscripta por mí en una “lista tentativa”. Ahora hay que presentar pruebas, documentos y bibliografía. Constituimos para eso una excepcional Comisión: Academia de la Historia-Museo Histórico Nacional-Comisión de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos - Instituto Sanmartiniano - Instituto Belgraniano - Granaderos a Caballo -Conicet -Instituto Geográfico Nacional - Comisión Nacional de Actividades Espaciales -Asociación Argentina de Ecología -Academia Argentina de Letras -Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales -Universidad de Cuyo -Universidad de San Juan -Universidad de La Rioja.

El proyecto tiene el auspicio del Senado y la Cámara de Diputados de la Nación y los gobiernos de Mendoza, San Juan y La Rioja. En España, de la Universidad de Salamanca. En Francia, del municipio de Boulogne-sur-Mer, la ciudad donde murió San Martín. Una vez que haya asumido el sucesor de Pino Solanas entregaré al canciller Felipe Solá un detalle de lo que falta.

*Embajador argentino en la Unesco (2015-2019).