OPINIóN
Análisis

La vanidad de los políticos ante cifras de muertes récord: ídolos con pies de barro

Por más esfuerzo y esmero que pongamos, si construimos improvisadamente, con descuidos y sin los recursos necesarios (tanto humanos como económicos) dependemos solo de la suerte para mantenernos de pie.

Sergio Berni, Luque (médico de Maradona), Luis Juez y Úrsula Vargués 20210701
Sergio Berni, Luque (médico de Maradona), Luis Juez y Úrsula Vargués | Cedoc Perfil

Según se narra en el antiguo testamento, el rey babilonio Nabucodonosor tuvo un sueño en el que se le aparecía una gigantesca estatua cuya cabeza era de oro, el torso de plata, las caderas de bronce, las piernas de hierro y los pies eran de barro cocido mezclado con hierro. En este sueño, una piedra cayó rodando hacia la escultura, y al chocar contra los pies del ídolo los destruyó debido a su fragilidad.

El ídolo se deshizo completamente al caer al piso y sus partes se dispersaron sin que quedara recuerdo del ídolo. Este sueño es narrado e interpretado por el profeta Daniel en su libro.

Esta historia nos muestra que, por más esfuerzo y esmero que le pongamos, si construimos improvisadamente, con descuidos y sin los recursos necesarios (tanto humanos como económicos) dependemos solo de la suerte para mantenernos de pie.

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Elecciones 2021: entre la gloria y el zanjón

Esta semana en Inglaterra, una de las verdaderas heroínas de la pandemia, Sarah Catherine Gilbert profesora de vacunología en la Universidad de Oxford encargada de los desarrollos de la vacunas contra la gripe y de la primera vacuna contra el covid19, fue invitada al palco real en Wimbledon para reconocerle su papel como líder en el desarrollo de la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Una señora sentada en silencio que se ruboriza cuando por los altoparlantes cuando dan a conocer que estaba presente. Cuando estallan los aplausos de un público que, de pie, agradece su investigación por ser un paso importante para detener la pandemia, ella se congela y parece sentirse abrumada por el merecido reconocimiento.

Mientras, en este lugar del mundo, hay quienes con tal de arañar un poco de fama  ajena son capaces de cualquier cosa. El Dr. Luque posa abrazado a Maradona convaleciente de una operación que el médico solo descartó adjudicarse como propia cuando la justicia empezó a buscar culpables.

Argentina, un país a mitad de camino

Los que están en la gestión se preocupan por quedar bien aunque a veces hacen lo imposible y aunque busquen poner las culpas afuera y minimizar sus errores, son pasto de los memes. Los que no están en la gestión buscan notoriedad a cualquier costo pero se apartan de la gestión para no quedar pegados mientras esperan que el ídolo caiga.

Sergio Berni, y sus ganas de figurar, hicieron que se haga un clip que lo tenía a él como protagonista de una película de acción en un montaje de entrenamiento haciendo gimnasia y preparándose para una guerra a la que nunca fue. Se reivindica médico, abogado, militar, no se nos ocurre con qué puede salir ya que no sea una foto de él comiendo un chupetín bolita para figurar. Pero a él se le ocurren ideas impensables con tal de figurar y hace unos días nos deleitó con aquel spot en que montaba un concierto de chamamé

Leopoldo Luque con Diego Maradona
Leopoldo Luque con Diego Maradona

Del otro lado lo tenemos al diputado Luis Juez, que es la burda reencarnación de El negro Alvarez, Chichilo Viale, o Cacho Buenaventura, permanentemente viviendo de un cuento para que hablen de él. Con pocas ideas y muchos gags y hasta raptos de poca educación. Como hace unos días, cuando al jefe de gabinete, Santiago Cafiero, le dijo que era un porteño canchero y que le provocaba “cagarlo a trompadas”. Cuando Cafiero respondió con un twitt diciendo “La violencia nunca es el camino”, se apresuró a desdecirse. 

Política, Twitter y narcisismo

La política nacional está signada por el narcisismo. El narcisista exagera sus propios logros y se alimenta de los elogios ajenos porque en el fondo es profundamente inseguro y tiene una muy baja autoestima. 

La convivencia con un narcisista es muy difícil porque está pendiente de que nadie muestre que detrás de su aparente superioridad hay algo que él mismo cree poco valioso y no soporta las críticas. Por eso se rodea de aduladores que acaban por ser sus propios pies de barro. 

Twitter se llenó de estos aduladores festejando que los argentinos quedaran varados en el exterior a causa de las nuevas medidas del gobierno.  Un ejemplo es la mediática Úrsula Vargués que, más papista que el papa, escribió en Twitter: “¿Te fuiste? Pensaste que eras superior. A Argentina no entrás más” o “Andate a donde mierda quieras estar pero a Argentina no entrás más”, entre otras cosas.

El ocaso de Cristina y Macri

El centro de la política termina siempre girando en torno a Cristina Fernández que, en sus “mejores épocas” transmitía el espectáculo de su adulación en el patio de las palmeras por cadena nacional. Así terminó apoyada sobre sus fanáticos.

El otro Fernández, casi como un imitador de la original, cada día habla más seguido e inventa homenajes, inauguraciones y actos que le sirvan de escenario para hacerse el erudito (el profesor) para mostrar que la realidad muestra que él tenía razón y los opositores se equivocaron en todo, para echar la culpa de sus errores a los ciudadanos, digamos síndrome de espontaneidad decadente, y gran irresponsabilidad. El más reciente y lamentable es el que hizo en el CCK por los muertos del coronavirus, puesta en escena burda y fuera de contexto.

Miramos la cabeza dorada de nuestro pasado mientras en el presente las peleas de vanidades propias de nuestra farándula política dividen los pies de frágil barro que nos sostienen

Algo sencillo pudo evitar los kilómetros de escritos en los medios y redes con críticas, risas y burlas se llama vacunas y más vacunas. Eso solamente hubiera cambiado esta historia de decadencia y marginalidad que estamos viviendo.

Nos distraemos mirando un pasado glorioso sin ver que el presente es cada día más frágil, mientras esperamos que nos rescate una clase política que está siempre a punto de ahogarse en el agua como Narciso que murió por querer atrapar a su propio reflejo del que se había enamorado.

"Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van"

José Ingenieros

 

LC/FF