El siguiente texto fue tomado de la presentación de Jorge Castro en un evento organizado por la asociación República Unida (*):
Estados Unidos es la mayor economía del mundo. El producto bruto norteamericano asciende en este momento a 22.6 billones de dólares. Es el 25% del PBI global y, al mismo tiempo, la economía norteamericana experimenta este año un boom económico de extraordinaria envergadura con un aumento del producto de 6.8% anual en el primer trimestre del 2021, continuado por un auge seccional de entre 11% y 13% del producto en el segundo trimestre del año.
Esto implica que, en estos 12 meses de 2021, el crecimiento de la económica norteamericana estaría en el orden de 8% del producto o quizás 9% del producto, y sería el mayor nivel de crecimiento de la economía de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
Hay que subrayar un dato estructural fundamental: la economía estadounidense ha digitalizado en forma prácticamente total su manufactura y sus servicios, y debido al boom de inversiones que experimenta en los últimos cuatro años, ya sea en forma directa o a través del mercado bursátil de Wall Street, se ha sumergido plenamente en la Cuarta Revolución Industrial que está en marcha en este momento, y que es el proceso de digitalización completa de la manufactura y los servicios y, al mismo tiempo, de su total integración, total integración de la manufactura y los servicios a través de un proceso de digitalización forzada.
China y Estados Unidos, las órbitas de Argentina en el sistema internacional
La Cuarta Revolución Industrial es la fase actual de la acumulación capitalista en el mundo y Estados Unidos la encabeza inequívocamente en el sistema global. Lo que esto implica es que la economía norteamericana, la mayor economía del mundo ha experimentado un salto de productividad de más de 15% en los últimos dos años. En un sentido estricto se puede afirmar que la economía digital de Estados Unidos abarca prácticamente la totalidad de su producto bruto interno.
China es la segunda economía del mundo después de la norteamericana. El producto bruto chino en el momento actual asciende a 15.6 billones de dólares. Es el 17% del PBI global. Estados Unidos 25% del PBI global, la República Popular 17% del PBI global. Y este año China, la segunda economía del mundo, ha crecido 18.9% en el primer trimestre de 2021, lo que implica un alza ya asegurada, esta es la estimación tanto del Fondo Monetario Internacional como del Banco Mundial de 8.5 o 9% anual.
Hay tres rasgos característicos de la ubicación de la economía de la República Popular en el sistema mundial de nuestro tiempo.
El primero es que China es la mayor potencia comercial del sistema global, sumando exportaciones e importaciones. En el año 2019, antes de la pandemia del Coronavirus, el comercio internacional de la República Popular sumando exportaciones e importaciones ascendió a 4.2 billones de dólares.
Las seis dimensiones de la disputa de Estados Unidos y China
En segundo lugar, China es la principal socia comercial de 144 países en el mundo de los 192 representados en Naciones Unidas y por eso responde, ella sola, considerada individualmente por 35% del crecimiento de la economía mundial en los últimos siete años. En tanto que Estados Unidos, la mayor economía del mundo, responde por 15% del crecimiento de la economía mundial. China 35% del crecimiento de la economía mundial, responde exclusivamente a la economía de la República Popular. Estados Unidos 15%.
Tercero y último rasgo especifico de la ubicación de la República Popular en el mundo. Más de 90% de su crecimiento, este año es 93%, responde y es obra de su demanda doméstica, especialmente centrada en el auge excepcional del consumo individual. En la República Popular hay en este momento un boom de consumo de envergadura global, superior al de Estados Unidos. Este año, el gasto de los consumidores chinos asciende a 6.9 billones de dólares en 2021.
Está liderado por el gasto de una nueva clase media que tiene este año más de 440 millones de integrantes que tienen ingresos comparables a los norteamericanos, menores, pero comparables. Esta clase media china de 440 millones de integrantes tiene ingresos de entre 35 mil y 45 mil dólares anuales, y crece esta clase media, nueva clase media de 440 millones de integrantes, crece 12.5% anual.
Por último, y como trasfondo de todos estos cambios, el dato estratégico fundamental es que más de 40% del PBI de la República Popular es, está constituido por su economía digital que asciende ya a 40% del producto y crece en más de 12% por año. Economía digital, donde tramita la Cuarta Revolución Industrial, en Estados Unidos es prácticamente el 100% del producto, en China es el 40% del producto.
China es la principal socia comercial de 144 países en el mundo de los 192 representados en Naciones Unidas y por eso responde, ella sola, considerada individualmente por 35% del crecimiento de la economía mundial en los últimos siete años.
En estos breves trazos sobre la situación mundial y el papel de Estados Unidos y China, lo que me gustaría señalar es lo siguiente. Estados Unidos y China son las dos superpotencias de la época en la que lo decisivo es la Cuarta Revolución Industrial que tramita a través de la economía digital. Por eso, el núcleo de la disputa entre Estados Unidos y China es por el dominio de las tecnologías de avanzada de la Cuarta Revolución Industrial que son tres: la primera y decisiva, la inteligencia artificial.; la segunda, la internet de las cosas; la tercera, la robotización.
Lo que esto significa es que poder en el mundo hoy no es el poder militar ni demográfico ni territorial, tampoco lo es el mero poder económico, lo decisivo, esto es el contenido esencial del poder en el mundo en el siglo XXI, es el dominio de las tecnologías de avanzada de la Cuarta Revolución Industrial. Este es el eje del poder del sistema global en el siglo XXI. Dentro de este sistema global donde el vínculo entre las dos superpotencias es absolutamente central, me gustaría situar el papel de la Argentina en este momento.
China y Estados Unidos: el peligro de una Guerra Regional Limitada
La Argentina es un país de importancia mediana, ubicado en América del Sur. Es el segundo en orden de importancia en esta sub-región geopolítica del mundo después de Brasil. Lo que esto significa es que su espacio de acción geopolítica es el sudamericano y que para la Argentina el vínculo con Brasil es más importante internacionalmente en términos de la política mundial que la relación con Estados Unidos o China.
En segundo lugar, lo que me gustaría es constatar que el único papel global que tiene la Argentina que, por cierto, es de excepcional importancia para el mundo y para el país, es en su condición de gran productor mundial de agroalimentos. Con la característica especifica que tiene esta condición de que la Argentina lidera la avanzada del conocimiento biotecnológico en el sistema global junto con Estados Unidos y que la expresión acabada de esta posición de excepcional, de liderazgo en lo más avanzado en el conocimiento de nuestra época, la tiene el papel internacional que ha adquirido, por ejemplo, Bioceres en los últimos dos años.
Este es un rasgo de importancia estratégica fundamental para la Argentina que le otorga una relevancia especial en el juego del poder mundial del siglo XXI. Por último y, para terminar, hay que tomar en cuenta que la relación entre Estados Unidos y China es de competencia estratégica y de cooperación al mismo tiempo.
Esto es así porque esta competencia estratégica entre las dos superpotencias tiene lugar en un sistema global absolutamente integrado por la revolución de la técnica. No hay vuelta atrás en modo alguno hacia una reedición de la Guerra Fría.
Las dos economías más integradas del planeta en el momento actual son Estados Unidos y China. Competencia y cooperación. Cooperación y competencia. Este es el signo de la época, la relación entre las dos superpotencias y no hay vínculo más importante en el mundo que esta relación.
(*) República Unida es una asociación sin fines de lucro creada a partir de “un grupo de ciudadanos auto convocados unidos para adoptar acciones concretas en defensa de la República y del bienestar general”.