OPINIóN
OPINION

Las exigencias de la UE en comercio de soja y deforestación deben transformarse en oportunidad

Implicancias del Reglamento 1115/2023 de la Unión Europea al comercio de soja que exigirá que los productos exportados estén libres de deforestación y cumplan con un estricto régimen de trazabilidad.

Soja
La UE comenzará a aplicar nuevas exigencias para comercializar soja ¿De qué se trata? | Cedoc Perfil

La reciente noticia sobre la aplicación del Reglamento 1115/2023 de la Unión Europea al comercio de soja ha generado un revuelo en el sector agroindustrial argentino. Esta normativa exigirá que los productos exportados estén libres de deforestación y cumplan con un estricto régimen de trazabilidad. Las implicaciones de este reglamento son profundas y demandan una rápida adaptación por parte de los productores y exportadores locales.

Uno de los aspectos más desafiantes para el sector será la segregación física de la producción, un requisito central de la normativa. La necesidad de mantener separados los productos certificados de aquellos cuyo origen no está debidamente trazado genera preocupaciones sobre los costos y la viabilidad operativa. En este sentido, existen iniciativas de herramientas de trazabilidad que se presentan como herramientas clave. Estas plataformas permitirán garantizar una trazabilidad confiable y facilitará el cumplimiento de las nuevas regulaciones, ofreciendo a los actores de la cadena de valor un medio simple y voluntario para certificar sus productos.

El Gobierno rechazó la calificación europea sobre el riesgo de deforestación: “La normativa podría afectar la exportación de soja y carne”

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Sin embargo, la segregación física también plantea retos significativos que no pueden ser ignorados. La implementación de esta medida, que se considera uno de los obstáculos técnicos más grandes, podría requerir ajustes económicos que muchos productores no están en condiciones de afrontar sin un apoyo adecuado. Es crucial que las partes interesadas trabajen en conjunto para encontrar soluciones que minimicen el impacto negativo de esta exigencia.

Cuál es el impacto del Reglamento 1115/2023 de la Unión Europea al comercio de soja

Ahora bien, ¿cuál es el impacto real de esta medida en el complejo soja?

En 2024, Argentina exportó casi 19.600 millones de dólares en productos del complejo soja, con un significativo 60% de estas exportaciones compuesta por harina y pellets, y un 30% por aceite de soja. Sin embargo, la Unión Europea ha permanecido al margen como un destino importante, dado que muchos de estos productos se dirigen principalmente a Asia. Argentina ha logrado posicionarse como un actor relevante en el mercado europeo del complejo soja en el caso de la harina y pellets de soja: el país cubrió en promedio un 19,5% de la demanda de la Unión Europea, destinando aproximadamente el 25% de su producción de estos productos a dicho destino. Para este subproducto, la aplicación del Reglamento 1115 es un tema para prestar atención y tomar medidas rápidas.

Dólares y soja

Para el aceite de soja, Argentina representa aproximadamente el 3,9% de las importaciones europeas, y en cuanto a las exportaciones argentinas totales de aceite de soja, solo un 1,3% se dirige a la Unión Europea. Por otro lado, a pesar del tamaño del mercado europeo de porotos de soja, Argentina no ha logrado insertarse en él, y su participación es mínima, con cifras marginales en las importaciones europeas. Se estima que entre 2020 y 2023, las exportaciones argentinas de porotos de soja a la Unión Europea fueron prácticamente inexistentes, mientras que el biodiésel, aunque es el segundo producto más exportado hacia la UE, representa solo un promedio del 4% de la demanda europea durante este período. A nivel general, el biodiésel argentino sigue siendo un nicho limitado en el contexto europeo, a pesar de las oportunidades que presenta este mercado.

Con ajustes, las exportaciones agroindustriales podrían crecer un 74%, según una proyección privada

Pero el sector tiene una oportunidad para que la Unión Europea sea un vector de crecimiento y la aplicación del Reglamento 1115 tiene que ser leído en ese contexto: el acuerdo Unión Europea - Mercosur representa una oportunidad histórica para la soja argentina. Con el impulso del acuerdo Mercosur-UE, el potencial de inserción en el mercado europeo se amplía, especialmente considerando que un alto porcentaje de la harina de soja consumida en la UE proviene de importaciones. Este acuerdo promete una bajada en los derechos de exportación, lo que podría hacer que el producto argentino sea más competitivo.

Para que Argentina pueda capitalizar esta nueva ventana de oportunidad, es esencial adoptar varias estrategias. Primero, se debe acelerar la ratificación del acuerdo en el Congreso, asegurando que Argentina se beneficie de las cuotas de exportación libre de arancel. Segundo, las asociaciones de productores deben trabajar para establecer una unidad técnica que participe en la negociación de la administración de cuotas, asegurando una distribución justa y eficiente.

Además, el sector tiene la responsabilidad de adaptarse rápidamente a las nuevas exigencias regulatorias, fortaleciendo sus capacidades en términos de trazabilidad y cumplimiento de normas sanitarias y fitosanitarias. Las empresas deben prepararse para enfrentar las barreras no arancelarias que podrían surgir en función de los estándares europeos, estableciendo grupos de trabajo que se enfoquen en los aspectos ambientales y de cumplimiento normativo.

En conclusión, la aplicación del Reglamento 1115 de la Unión Europea para la comercialización de soja plantea un desafío para el sector argentino. Pero dentro de estas dificultades emergen oportunidades únicas que pueden redefinir el comercio de soja y abrir nuevas fronteras de mercado. Aprobando el Acuerdo UE - Mercosur, las barreras paraarancelarias toman otra dimensión en el marco de una ampliación de los márgenes considerable. Es esencial que todos los actores involucrados en la cadena de producción trabajen unidos, adoptando medidas proactivas que aseguren un futuro sostenible y próspero para la soja argentina en el competitivo mercado europeo.

La adaptabilidad y el trabajo conjunto será la clave para no solo cumplir con las exigencias, sino también para sobresalir en un entorno en constante cambio.

* Socio Director Endógena Consultora