En Argentina se generan más de 45.000 toneladas diarias de residuos. De estos, el 40% corresponde a la provincia de Buenos Aires (18.000 toneladas), seguida por la Ciudad de Buenos Aires (7.000), Córdoba (4.500) y Santa Fe (4.300).
Nuestro país cuenta con más de 2.200 municipios, de los cuales solo el 37% tienen algún tipo de programa de separación, según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible del 2016. Éstos se concentran, principalmente, en las zonas centro, noreste y noroeste del país, desarrollándose frecuentemente en las grandes ciudades con una mayor difusión hacia el interior.
Sin embargo, apenas 350 localidades, con más de 10.000 habitantes, representan el 87% de la población. Asimismo, existen más de 5.000 sitios de disposición final irregulares, que llevan a que apenas el 6% de los residuos sean reciclados, teniendo unos de los niveles más bajos de la región.
¿Qué pueden hacer las ciudades para mitigar y adaptar los efectos del cambio climático?
En este sentido, es que la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) en Argentina aún requiere una política pública planificada que integre las economías regionales y permita, al mismo tiempo, generar trazabilidad y sistemas de gestión con inclusión social en el país para disminuir esos sitios irregulares.
Al respecto, vale destacar que la GIRSU es un sistema de manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que, basado en el desarrollo sostenible, tiene como objetivo primordial la reducción de los desechos enviados a disposición final.
Esto deriva en la búsqueda de la preservación de la salud humana y la mejora de la calidad de vida de la población, como así también en el cuidado del ambiente y la conservación de los recursos naturales.
Mejorar la calidad de vida de 150 mil cartoneros
La profundización de este mecanismo es fundamental para mejorar la calidad de vida de los más de 150.000 cartoneros que trabajan en condiciones laborales precarias y sufren las fluctuaciones de los precios y de los volúmenes de los materiales recolectados, con intermediarios que compran a bajo precio y dificultad para acceder a la venta directa a la industria.
Esto se debe, principalmente, a los ciclos de pagos extensos y requisitos, de volumen y regularidad impositiva, para la compra, sumado a una amplia heterogeneidad en las condiciones de trabajo: infraestructura, maquinaria, etc.
La tiktoker que sale a "cirujear" y es furor en las redes
A pesar de eso, recuperan más de 10.000 toneladas diarias, produciendo grandes beneficios sociales y ambientales para la ciudadanía, generando un ahorro de 9,5 millones de CO2 eq, sumados a otros 232,5 millones de CO2 eq por evitar la quema en basurales, brindando un servicio esencial y siendo actores fundamentales para mitigar el impacto del cambio climático.
Por último, cabe resaltar que esta población presenta diversas realidades en función de cómo desarrollan su actividad, ya sea en basurales o las calles, contando con diferentes medios de trabajo que van desde la tracción a sangre animal hasta la utilización de diversos tipos de carros o elementos que permiten la recolección de los materiales reciclables.
*Ramiro Martínez, fundador de la cooperativa de reciclaje Creando Conciencia.