OPINIóN
Análisis

Macri, Lacunza y el "Menem lo hizo"

En el gobierno son muy creativos para inventar excusas y reeditar el “Menem lo hizo”, pero los números hablan por sí solos.

Mauricio Macri y Carlos Menem 20191128
Mauricio Macri y Carlos Menem | Cedoc Perfil

Al mejor estilo “Menem lo hizo”, desde el gobierno nacional comenzaron a enarbolar los supuestos logros de su gestión. El primero fue Hernán Lacunza, quien con una excelsa creatividad aseguró que lo que se tomó de deuda “no se fugó”.

Grabado para la elección de 1999, dónde él no era candidato, el ex presidente Carlos Menem fue la cara de un mítico spot, conocido como “Menem lo hizo”. Ahí, el riojano repasaba, con bombos y platillos, los supuestos éxitos de su gestión presidencial.

A modo de repaso vale recordar que los años menemistas dejaron una deuda externa que pasó de 45.000 millones de dólares a 145.000 millones en el 2000. Cuando Menem asumió como presidente, había una desocupación de 8,1% y una subocupación de 8,6%; hacia el final de su Gobierno, estas cifras eran de 13,8% y 14,3%, respectivamente, solo por dar algunos datos.

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Habiendo pasado por el blanco y negro, volvemos al presente y vemos como el actual ministro de Economía, Hernán Lacunza, que tiene una llamativa debilidad por las metáforas, rememora la publicidad y dice que "el balance (del gobierno) tiene dos componentes: la cosecha, que es lo que está más a la vista, y la siembra", repitiendo la premisa de Mauricio Macri que sostiene que Argentina está lista para crecer. Así mismo, sostuvo que “La deuda se usó para financiar déficit, no tiene nada que ver con fuga". Veamos…

La situación argentina es mucho más compleja de lo que se percibe. Por culpa del actual gobierno nuestro país terminará está etapa de la historia con una pobreza en torno al 40%, un desempleo cercano al 13%, un uso de la capacidad instalada del 57,7%, 23 mil pymes cerradas, un estimador de actividad económica que sigue cayendo, esta vez un 2,1%. A eso hay que sumarle el brutal dato que un 9,3% de la población urbana sufre “inseguridad alimentaria” y la inflación muy por encima del 50% anual.

En síntesis, más de la mitad de los sectores de la economía están en recesión, una situación que lleva varios meses, además un consumo absolutamente deprimido, con expectativas de recesión que se mantienen, sin un solo indicador económico (indicadores líderes le decimos en Economía) que pueda mostrar que se está revirtiendo la situación. Por tanto, no, no están dadas las condiciones para crecer.

Por otro lado, según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda reveló que en sólo cuatro años el gobierno pidió créditos por más de 330.000 millones de dólares, lo que significa la friolera de u$s61.898 de deuda externa por minuto. Pero si solo tomamos lo pedido al Fondo Monetario Internacional, el organismo le desembolsó a Argentina alrededor de 45.000 millones de dólares que corresponden al 80% del préstamo stand by de 57.000 millones acordado.

La llamada "formación de activos externos", la manera difícil en la que los economistas denominamos a la “fuga”, fue récord en agosto y septiembre. Hasta el mes pasado, según el propio Banco Central, la fuga de capitales acumulada durante el mandato de Mauricio Macri superaba los u$s 79.000 millones. Si, todo eso, “Macri lo hizo”.

"Toda la plata que llegó del FMI se fue, no está en el sistema bancario y eso es fuga"

Como se puede ver, tomando datos oficiales, toda la plata que llegó del FMI, se fue, no está en el sistema bancario nacional, y eso es fuga. Pero, ¿dónde están los restantes 251.000 millones? Según Lacunza y su “Macri lo hizo”, se usó para “financiar el déficit”, el mismo que el actual gobierno “achicó” a costa de todo lo que describimos más arriba, aunque claro, eso no está exento de falsa retórica, porque el déficit debe expresarse como “lo que ingresa, menos lo que sale, más los intereses por la deuda” y ahí el rojo fiscal totalizaría en u$s112.300 millones, según un reciente informe realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Más allá de los datos, que pueden confundir, es cierto que el déficit fiscal mantenido en el tiempo vuelve a la economía insustentable, pero pedir 57.000 millones de dólares para pagar una deuda que se había tomado solo unos pocos meses antes es de una inoperancia supina.

Para peor, desde el mismo momento en el que se comenzó a negociar con el FMI, el gobierno fue consciente que esa deuda era impagable ya que, en un buen año, Argentina obtiene mucho menos que la mitad de los 37.000 millones de dólares que se deberían pagar el 2020 a acreedores privados y organismos internacionales (como el Fondo Monetario, el Banco Mundial, el BID y la CAF).

En definitiva, en el gobierno son muy creativos para inventar excusas y reeditar el “Menem lo hizo”, pero los números hablan por sí solos. Lo que viene es de una complejidad extrema, donde la precisión en materia económica y política deberá ser la de un cirujano. Alberto Fernández arranca con un acertado diagnóstico de lo que sucede y ese es el paso fundamental para empezar a encaminar la situación, pero al contrario de lo esbozado por el gobierno del “Macri lo hizo”, la economía no está lista para el crecimiento, por eso primero se deberá estabilizar la macro y después, motorizada por el consumo, con generación de empleo y guiada por la pericia económica, se empezará a crecer. 


*Director Consultora Valores
@leoanzalone