Es un interesante ejercicio de humildad en nuestra condición humana el hecho de que el responsable de la crisis ha sido una entidad de semejante simpleza, como un virus, que ha demostrado la limitada capacidad técnica y humana. Pero que también ha concentrado nuestra atención en lo importante de lo colectivo, de la empatía y de la colaboración para garantizar economías de mercado que permitan el crecimiento, el trabajo y el consumo en condiciones responsables. Y será este camino el que nos conduzca a la expansión de las oportunidades individuales y colectivas, ya que sólo en comunidad será posible garantizar un mejor futuro.
El mercado mundial modificará los componentes y los flujos, priorizando el abastecimiento de productos esenciales y la seguridad estratégica. El futuro de la región y de la Argentina depende de comprender los cambios que la pandemia ha acelerado y, en este sentido, las oportunidades y desafíos que ello implica. La estrategia depende de superar las condiciones de estabilidad macroeconómicas de largo plazo, mediante una planificación que supere el diseño de país que pensaron los intelectuales de la generación de 80 hace más de 100 años.
Por qué las compañías deben explotar el big data para optimizar su rentabilidad
En este cambio del orden mundial, la deuda será un límite sobre el cual es necesario avanzar. Es indudable que deberá ocurrir algún tipo de jubileo, para establecer un nuevo comienzo de estabilidad. Esta estrategia está en manos de los bancos centrales y es una alternativa que se encuentra en estudio bajo diversas formas. El futuro depende de este conjunto de procesos globales y locales para nuestra región, en un contexto de cambios cualitativos del orden de la regulación económica y social mundial. Este cambio puede representar también una profundización de la desigualdad y la concentración económica, que solo agravará los mismos procesos en el largo plazo, profundizando la inestabilidad regional y mundial. Por el contrario, el camino de una economía circular, donde la regeneración, el cuidado y la sustentabilidad sean los valores principales, permitirá superar nuestra condición.
La gestión pública cuenta, para este momento histórico, con un recurso que se ha desarrollado y que representa un cambio cualitativo en las capacidades del sector para la gestión territorial en el futuro próximo. La ingeniería de datos representa la posibilidad de gestión de información en tiempo real y de análisis de los comportamientos individuales y colectivos para su posterior regulación. La Big Data es un insumo primario que los gestores territoriales disponen para la planificación y la prestación de servicios a los diversos actores, que permitan potenciar los procesos de generación de valor y dinámicas de mercado más eficientes. No obstante, la gestión de información cuenta con límites y sesgos, que deben ser administrados para permitir la correcta asignación de estímulos por parte de la gestión pública, a fin de conseguir los objetivos territoriales de largo plazo.
Negocios: surfeando la era del algoritmo
El crecimiento del sector cultural representa una oportunidad para los territorios respecto de la gestión de las capacidades y la creación de procesos de innovación al interior de sus espacios de acumulación. La creciente competencia y consumo cultural, que será característica del nuevo orden mundial (de mayor restricción al movimiento), representa una oportunidad para su incorporación a las estrategias de crecimiento de largo plazo. Esta planificación estratégica permite, además, la incorporación de una gran cantidad de trabajo productivo a dicho sector.
Las instituciones en la Argentina se encuentran amenazadas en sus capacidades de establecer incentivos. La sospecha sobre los objetivos del Estado y sobre su funcionamiento atentan contra su propio funcionamiento. Si bien es necesario establecer objetivos de largo plazo para encarar políticas públicas de calidad y eficiencia, también resulta necesario considerar la profesionalidad del Estado y su papel de regulador como una condición necesaria para la vida social. La distribución de la riqueza en un país donde la mitad de sus niños son pobres requiere de acciones inmediatas y el compromiso social sobre ello.
La pandemia puso a los médicos contra las cuerdas
Las políticas de regulación territorial adoptan un rol central en la determinación de los procesos de generación de valor simbólico en el sector cultural, al tiempo que son las nuevas características de producción y consumo cultural en los diversos espacios las que establecerán las dinámicas internas y de articulación con el conjunto de la economía. Será esta forma de integración la que determine los procesos creativos y de innovación en el conjunto de la economía. Serán los procesos de innovación los que establezcan las posibilidades de creación de ventajas comparativas creadas de los territorios a largo plazo.
* Miguel Francisco Gutiérrez. Director del Centro de Estudios Económicos e Históricos sobre el Desarrollo (CEEHD) de la Universidad de Belgrano.