Asistimos en la actualidad al desarrollo de un brote epidémico que se inició durante en diciembre de 2019 en Wuhan, China, protagonizado por una enfermedad respiratoria de moderada contagiosidad y con una mortalidad de aproximadamente de entre el 2% y 3%.
El hecho de estar en plena etapa de comunicación de una importante cantidad diaria de nuevos casos y muertes, no nos permite en la actualidad establecer con precisión en qué momento se producirá la meseta de nuevos casos, más allá de que se observa una rápida diseminación de la enfermedad en distintos países y una leve disminución de las cifras en China.
La gran diversidad genética de estos virus, y su relación entre seres humanos y los animales, puede determinar que estos agentes surjan periódicamente en forma abrupta, con situaciones epidémicas como la actual. El nivel de contagio que mostró este virus hasta el presente lo ubica en un nivel que es superior al de la gripe estacional, pero significativamente inferior al que registran afecciones como el sarampión.
El primer caso argentino del COVID-19 "no altera los protocolos de acción médica"
Se estima que el período de incubación de la enfermedad producida por el COVID-19 se encuentra entre los 2 y 14 días, y por este motivo es que se aplica un período de cuarentena de esa cantidad de jornadas para aquellas personas que se repatrían o que estuvieron en contacto con caso confirmado de la enfermedad.
Si bien la probabilidad de llegada de este virus a nuestro país era relativamente baja, el Ministerio de Salud confirmó el primer caso en la Argentina, un paciente que llegó de un vuelo de Italia, país afectado por varios casos. Las autoridades pusieron en funcionamiento el protocolo de manera rápida ante el caso sospechoso, con el fin de su aislamiento y manejo correspondiente.
Es fundamental que toda la comunidad científica siga de cerca el devenir de esta situación epidémica, así como la actualización permanente de los protocolos y medidas a adoptar conforme se vayan actualizando los datos.
Registraron la segunda muerte por dengue en Argentina en lo que va de 2020
El mensaje es que la preocupación que origina la aparición de estos brotes epidémicos lleve a que la población esté alerta y que la consulta ante todo cuadro respiratorio sea lo más temprana posible, así como también evitar la automedicación, ya que ésta puede enmascarar síntomas relevantes que, al no ser detectados en forma temprana, pueden llegar a agravar el pronóstico de las personas afectadas.
También es importante tener en cuenta que en nuestro país es preocupante la situación actual del Dengue y Sarampión. El sarampión volvió a propagarse en nuestro medio, habiéndose comunicado hasta el momento decenas de casos. Urge mantener lo más alto posible los niveles de vacunación, particularmente en los niños, quienes deben tener antes de los 4 años de edad mínimamente dos dosis aplicadas, de acuerdo con las normativas actuales.
Con respecto al dengue se notificó un aumento paulatino e incesante de casos, ya no sólo a partir de brotes epidémicos en Brasil y Paraguay, sino también autóctonos. Es fundamental seguir insistiendo que, más allá de la consulta rápida frente a todo cuadro de fiebre, es importante la prevención a partir de la eliminación de todas las fuentes de agua retenida que puedan estar en los hogares. Esta es la única forma efectiva de erradicar al mosquito vector de la enfermedad.
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Ante todo caso sospechoso, y particularmente frente a la presencia de cuadros febriles, se impone la consulta médica a los fines de tomar las medidas necesarias para el diagnóstico, control y efectiva prevención de estas enfermedades, que son motivo de preocupación para toda la comunidad argentina.
* Médico Pediatra e Infectólogo. Docente de la Facultad de Medicina de Universidad Abierta Interamericana (UAI).
