Partamos de un dato objetivo: en la historia de la Argentina moderna, a partir de 1880, nunca un gobernador de la provincia de Buenos Aires llegó a la presidencia de la nación. Antes de 1880, podemos señalar el caso de Bartolomé Mitre que fue gobernador de la provincia más rica en el bienio 1860-61 y en 1862, asumió como presidente de la República. Pero convengamos que a Mitre lo eligió un pacto entre las elites de las provincias y no el voto popular.
Es paradójico que la provincia más rica, que impulsó la construcción del Estado, la unidad nacional y la integración plena en el sistema capitalista mundial como exportadora de materias primas e importadora de capital e inmigrantes, nunca más pudo (al menos hasta ahora) llevar a uno de sus hijos a la presidencia de la República. Y eso que hubo varios, muchos intentos.
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Repasémoslos brevemente: el mismo Mitre intentó volver a ser presidente en 1874, pero las elites eligieron a un tucumano: Nicolás Avellaneda (aquél, enojado con el resultado, impulsó un levantamiento armado). Seis años después, en 1880, el gobernador bonaerense Carlos Tejedor creyó tener méritos suficientes para la primera magistratura. Pero nuevamente las clases dirigentes eligieron a otro tucumano: Julio Argentino Roca, que traía como galones las miles de hectáreas expropiadas a los pueblos originarios en la Campaña al “Desierto”. Tejedor, también enojado con el resultado electoral -y la federalización de la ciudad- se levantó en armas y su ejército fue destrozado en Puente Alsina.
Ya entrado el siglo XX, conocemos los intentos del conservador Marcelino Ugarte, gobernador bonaerense en dos períodos. Las diferencias al interior de las elites para elegir al hombre que enfrentaría a Hipólito Yrigoyen, caudillo popular y candidato de la Unión Cívica Radical (recordemos que en 1912 se sancionó la ley Sáenz Peña del sufragio universal –masculino-, secreto y obligatorio), dieron por tierra con las aspiraciones presidencialistas de Ugarte.
Durante los años del peronismo clásico, surgió una figura destacadísima de la política: Domingo Mercante. Fue gobernador de Buenos Aires e integró la “Santísima Trinidad” junto con Perón y Eva. Mercante, lo decía Eva en cada barrio bonaerense o fábrica que visitaba, era “el corazón de Perón” y el único que había estado a su lado en las jornadas tristes de octubre de 1945, cuando aquél fue desalojado del poder y enviado a la Isla Martín García. Todo indicaba que Mercante sucedería a Perón en la presidencia, pero la reforma constitucional de 1949 que estableció los derechos laborales y sociales, también habilitó la posibilidad de la reelección presidencial. Y la figura de Mercante se evaporó….
Claves del triunfo de Raúl Alfonsín a 35 años de la elección presidencial
Saltemos varias décadas en el tiempo (sobrevolando gobiernos cívico-militares, la proscripción del peronismo y la noche más oscura del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional), para llegar a la figura de Antonio Cafiero. Impulsor de la renovación dentro del peronismo luego de la derrota de 1983 frente a Raúl Alfonsín, Cafiero asumió como gobernador de Buenos Aires en 1987. La buena gestión -y la crisis económica del alfonsinismo- lo posicionaron como el candidato a la presidencia de la nación, pero perdió la interna con un caudillo riojano: Carlos Saúl Menem, quien ocuparía la primera magistratura por dos períodos.
La historia reciente ya es más conocida: Eduardo Duhalde, compañero de fórmula de Menem y luego gobernador de la provincia, perdió la elección presidencial en 1999 -acompañado por Ramón “Palito” Ortega- contra la Alianza liderada por Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Álvarez. Dos años después, en 2001, tras la eclosión del gobierno aliancista (que huyó en helicóptero no sin antes asesinar a medio centenar de manifestantes), Duhalde fue designado presidente “interino” por el Congreso, sin intervención del voto popular.
Daniel Scioli: "Quiero ser Presidente porque tengo la capacidad de unir a la Argentina"
Por último, Daniel Scioli, por dos períodos gobernador bonaerense, fue el candidato elegido por Cristina Fernández de Kirchner para competir contra la Alianza Cambiemos. El resultado es sabido por todas y todos: en una apretada elección, Scioli perdió el ballotage contra el Ingeniero Mauricio Macri. La maldición, la imposibilidad de los mandatarios bonaerenses de llegar a la presidencia de la Nación sigue vivita y coleando.
¿Se atreverá María Eugenia Vidal a desafiar un siglo y medio de desventuras y candidatearse a la presidencia de la República? ¿Escuchará al círculo rojo que la prefiere como candidata, ante la estrepitosa caída de Macri en las encuestas?
Acerca de la imposibilidad de los gobernadores bonaerenses de llegar a la Presidencia de la Nación.De Bartolomé Mitre a…¿María Eugenia Vidal?
