Si bien los miembros de nuestra comunidad se muestran preocupados por las cuestiones medioambientales, no llevan a cabo, sin embargo, comportamientos que contribuyan a su protección, al menos mayoritariamente.
De hecho, apenas el 47% manifiesta que separa en origen los residuos que produce. Esto permite diferenciar a los reciclables, como es el caso de los papeles, cartones, plásticos, vidrios y metales, de la basura, es decir de los desechos orgánicos junto con aquellos que no cuentan aún con un circuito para su recuperación.
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Del resto, que no separa sus residuos o lo hace sólo en ocasiones, el 61% aduce que no tiene tiempo o se olvida de hacerlo, en tanto que el 20% directamente no cree que sea importante llevarlo a cabo, y el 18% no sabe cómo separar la basura en función de sus componentes.
Así se desprende del último sondeo que realizamos desde el Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano, entre el 15 y el 20 de mayo, mediante encuesta telefónica IVR sobre 450 casos efectivos, con una distribución de la muestra del 50% femenino y el otro 50% masculino.
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Otro dato saliente del relevamiento, sin dudas asociado a los ya mencionados, es que el 72% de los participantes de la encuesta cree que los automóviles y el transporte público deberían dejar de emplear combustibles contaminantes, versus el 12% que no lo considera prioritario.
En el mismo sentido, la mayoría no confía en que se desarrollen políticas adecuadas. En efecto, el 69% de los participantes del sondeo citado entiende que las medidas para evitar el deterioro del medio ambiente no son eficaces a escala global, y considera que el cambio climático ya está afectando a la economía de los distintos países. En tanto, sólo el 15% revela una opinión positiva al respecto.
* Orlando D’Adamo. Director del Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano.
