Cuando escuchamos que el corazón de Maradona había parado para siempre, nuestro corazón no aguantó y tuvo, también él, de parar por unos momentos.
En ese momento compartimos todos, argentinos, aficionados del fútbol, hinchas de Boca Juniors, un profundo suspiro. Tapamos la cabeza con las manos. No podíamos creer que alguien, que para nosotros era inmortal, se hubiera ido. El dolor es grande. El dolor es insoportable.
En este luto, que es mundial, que es eterno, nadie viste de negro. En Italia se usa el azul napolitano, en España el granate del Barcelona y en la Argentina son los colores de la bandera que se doblan ante un símbolo de la patria.
Con todos sus excesos, Diego Maradona dio siempre -siempre- todo lo que tenía, cada vez que vistió cada una de estas camisetas.
En este luto, que es mundial, que es eterno, nadie viste de negro. En Italia se usa el azul napolitano, en España el granate del Barcelona y en la Argentina son los colores de la bandera que se doblan ante un símbolo de la patria.
Por supuesto que por la historia del fútbol han pasado muchos jugadores transcendentes. Pero nadie ha logrado convertir un gol en un acto político. Eso pasó solamente con Maradona, en el inolvidable Mundial de México de 1986.
Nadie logró convertir un triunfo deportivo en una victoria de la clase social más débil. Eso pasó solamente con Maradona y dos veces, en el sur de Italia.
Más que verlo jugar, tuve el honor de conocerlo personalmente. Conmigo siempre ha sido una persona amable y generosa. En una ocasión muy particular, mostró toda esa fraternidad…
Yo era vicepresidente de Boca Junior y había recibido un grupo de estudiantes de periodismo, que me habían hecho algunas preguntas sobre Maradona. Una de las preguntas era sobre si él podría ser el próximo entrenador del club. Yo contesté que sí, quizás un día, toda vez que ya había liderado la selección nacional. No imaginaba, naturalmente, que al día siguiente esas palabras apareciesen en la portada de un periódico nacional…
Pues fue el proprio Diego que me llamó (ya después de que el técnico de Boca en ese entonces me pidiera explicaciones). “Maestro, me parece que se puso en un quilombo. Yo me ocupo”, me dijo, antes de convocar una rueda de prensa para zanjar el asunto.
Mi querido Diego, te voy a extrañar mucho.
*Exvicepresidente de Boca Juniors.