OPINIóN
Representación

Por más ministras

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Más paridad. El gobierno de Gabriel Boric cuenta con 14 ministras y 10 ministros. | cedoc

Cuando hablamos de participación política de las mujeres, suelen aparecer opiniones diversas sobre si lo más importante es contar con amplios números de mujeres en cargos públicos o si se trata más bien de garantizar que los temas que preocupan a las mujeres entren en la agenda pública.

El asunto al que retornamos a menudo, sin embargo, es que esa representación sustantiva, que permite colocar temas en la agenda, es más difícil de establecer cuando no estamos presentes o somos muy pocas, sobre todo si pensamos esta poca participación como un síntoma de la poca relevancia que la problemática de las mujeres o la igualdad de género tiene para los actores políticos y los gobiernos.

Para intentar revertir esta aún poca presencia de mujeres, se han ido poniendo en marcha diversos mecanismos vinculados principalmente a la contienda electoral (como es la paridad y alternancia), los cuales, con sus luces, sombras y limitaciones, han permitido incrementar en algo la participación de mujeres en cargos públicos.

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Menos se habla de la presencia (o falta de esta) de las mujeres en espacios de liderazgo de los poderes ejecutivos nacionales; es decir, de la participación de mujeres en los gabinetes ministeriales.

Si bien es innegable que en las últimas décadas se han dado avances en la participación política de las mujeres, un análisis centrado en la conformación de gabinetes ministeriales en Sudamérica, solo mirando los últimos cinco años, nos muestra que esta se ha reducido en casi todos nuestros países.

Si bien entre junio de 2017 y junio de 2022 se ha mantenido un promedio del 25% de cargos ministeriales ocupados por mujeres, este bajo número es, según cifras de ONU Mujer, alrededor del 5% menos que el promedio global.

Además, la mirada país por país nos permite anotar que solo Chile (+6), Paraguay (+2) y Venezuela (+3) han incrementado el número de ministras en estos años, siendo especialmente relevante el incremento chileno a partir de este 2022, pues el gobierno de Gabriel Boric ha apostado por una conformación más que paritaria, al contar con 14 ministras y 10 ministros.

Es probable que esté allí la explicación de que los números generales de la región no hayan disminuido pues, si ya para 2017 se podía observar un retroceso en el número de ministras con relación al quinquenio anterior, la reducción ha continuado hasta ahora.

Perú, caso más grave de disminución de este período, había contado con tres gabinetes paritarios (2013, 2019 y 2020) pero, desde el inicio del gobierno de Pedro Castillo, la presencia de mujeres se ha visto reducida y hoy cuenta solo con tres ministras, retrocediendo una década en presencia de mujeres en el Ejecutivo nacional.

En el caso de Brasil, desde 2017 los números son los mismos: una ministra en todo el gabinete (en la cartera de mujer) siendo que este período comprende toda la gestión del presidente Jair Bolsonaro.

Todos los demás países han experimentado caídas también, colocando cada vez más lejos de los principales espacios de toma de decisión gubernamental a las mujeres.

Sin embargo, si algo podemos destacar acerca de los cambios, es que, en lo sustantivo, pareciese que en más de un país se han logrado triunfos para las mujeres. Por ejemplo, pese a la poca presencia de mujeres en el gobierno, Argentina, Colombia y Ecuador han aprobado la legalización del aborto, por vías parlamentarias o judiciales.

Además, y de forma cada vez más clara, los estereotipos de mujer política también han cambiado. Nuestras pioneras en la participación política tuvieron muchas veces que asimilarse a las formas masculinas de liderazgo, siendo que las características “femeninas” eran penalizadas en el ámbito público y político.

Hoy, sin embargo, se van naturalizando una diversidad de formas de liderazgo, la preocupación por el cuidado e incluso, por fin, la posibilidad de compatibilizar la maternidad y la vida política.

Sin embargo, la representación simbólica, numérica, no debe dejarse de lado en el camino a construir representación sustantiva. Sin mujeres en el espacio de toma de decisiones es más improbable que los temas que nos atañen sean tenidos en cuenta. Necesitamos mujeres, más y más mujeres en la política. También en los gabinetes ministeriales..

*Docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Red de Politólogas - #NoSinMujeres.