No tengo dudas de que el camino de salida de la pandemia se sostiene en cuatro pilares que están relacionados entre sí: vacunar, cuidar el empleo, aumentar la capacidad de consumo de nuestra gente y controlar la inflación. Para ello, el rol del Estado es sumamente importante, tanto para sortear la situación sanitaria como para reactivar la economía, rompiendo las inercias que detienen el crecimiento.
En primer lugar: vacunar, vacunar y vacunar. Sabemos que es un bien escaso a nivel mundial, pero pese a las dificultades, llegaron a nuestro país más de 20 millones de dosis, donde la Provincia de Buenos Aires ya aplicó más de 6 millones. Aunque los voceros de la oposición se esfuercen en negarlo, en este punto vamos bien pero el Ejecutivo no tiene que relajarse.
Segundo: cuidar el empleo. En este sentido, las Pymes celebramos la aplicación del Repro 2, que es una ayuda muy importante y hay que controlar que les llegue a los que lo necesitan de verdad.
El salario mínimo vital y móvil y su sentido en el marco inflacionario
La salida es sin especulación y con solidaridad, siempre equilibrando esfuerzos. Hoy los empresarios que mejor parados estamos en medio de la pandemia y que contamos con mayor capacidad, somos los que tenemos que colaborar y hacer el mayor esfuerzo.
En tercer lugar: mejores salarios y un Estado inyectando en el mercado doméstico para incentivar el consumo. Las Pymes creemos que no es momento de priorizar el equilibrio fiscal, la economía se mueve con consumo y el Estado debe impulsarlo, sobre todo en situaciones de emergencia como esta. Permítanme insistir con un concepto clave desde mi lugar de empresario y dirigente PyME: el salario no puede ser una mala palabra para los empresarios. Ante todo, por una cuestión moral y de solidaridad social, debe tener un crecimiento real a lo largo del año, y de este modo calmar la angustia de nuestro pueblo y al mismo tiempo fortalecer el mercado interno.
Por último, parar la inflación. Trabajo difícil, requiere firmeza, vigilancia, control sobre los especuladores. Para eso, el gobierno tiene la seguridad de que las Pymes le damos todo nuestro apoyo y nuestra fuerza para hacerlo.
Aguinaldo: cómo calcularlo y qué pasa con el Impuesto a las Ganancias
Para crecer inevitablemente debemos alinear salarios, tarifas y precios. Las tarifas no pueden subir más allá de las posibilidades de pago de la población. En la situación socio-económica actual es imposible sostener un aumento de dos dígitos. No hay condiciones sociales ni políticas para aumentos de tarifas y necesitamos que el salario se destine al consumo. Además, es un hecho que las empresas concesionarias ya ganaron lo suficiente y si dicen que no es así, que permitan un estudio pormenorizado de costos.
Además los precios de los alimentos deben desacoplarse de los precios internacionales. Los costos de la canasta familiar son los que impactan más fuerte en el bolsillo de nuestros trabajadores y trabajadoras que ganan en pesos.
Sabemos que la solución no es mágica, requiere un gran esfuerzo, mucho trabajo conjunto y superar obstáculos complicados. Nadie dice que la cosa está fácil, pero ahí estaremos las Pymes poniendo nuestra fuerza, porque hemos salido adelante siempre, persistimos y nunca bajamos los brazos.
COVID-19: las Pymes pueden hacer un valioso aporte ante la peligrosa segunda ola
Las Pymes somos la mayor parte de las empresas del país, ni más ni menos que el 95%, le damos todo nuestro respaldo al Gobierno para lograr un control más exhaustivo sobre los formadores de precios. No estamos dispuestos a permitir que unos pocos vivos se queden con el esfuerzo de todos.
Hoy nuestro deber es empujar juntos por este camino para salir de la pandemia, pero con toda nuestra gente adentro.
* Raúl Hutin – Empresario y Dirigente PyME textil. Secretario Central Entidades Empresarias Nacionales.
