Reducción de jornada laboral: ¿Es viable o es una locura?

Se ha hablado mucho sobre la reducción de la jornada laboral en las últimas semanas. Pasar de 48 horas semanales a 40, o diferentes formas de reducir la cantidad de horas que trabajan los colaboradores.

Estamos frente a un desafío mucho más profundo. En este contexto, la reducción de horas puede parecer más una estrategia política electoral en lugar de una verdadera iniciativa que impulse el crecimiento y desarrollo de las organizaciones, la fuerza laboral y el país como un todo.

Reducción de Jornada Laboral: “Argentina tiene la jornada de trabajo más extensa de América Latina”

¿Por qué parece una estrategia electoral?

Las leyes laborales son añejas y responden a una Argentina de otros tiempos. Pero, si queremos realmente lograr un cambio habría que hacer modificaciones más fuertes y de raíz.
 

Qué cambios laborales profundos se requieren

Enumero algunas muy simples:

• Jornadas laborales de medio día – si pensamos en una fuerza laboral que impulsa al desarrollo de la mujer sería necesario darles a las mujeres la posibilidad de trabajar medio día.
• Según una publicación de World Economic Forum en 2022, de 33 países, que representan el 54% de la población mundial en edad de trabajar, la proporción del tiempo dedicado por los hombres al trabajo no remunerado como proporción del trabajo total fue del 19%. En cambio, para las mujeres fue del 55%.
  Estas, en muchas ocasiones, se ven excluidas del mercado laboral porque este no propone un sistema legal donde se las pueda emplear medio día. Las que hacen esto generalmente recurren a un esquema “gris”. Por otro lado, una jornada laboral de medio día le daría la posibilidad a las mujeres que tienen hijos chicos de trabajar mientras ellos están en el colegio. A veces, para cuidar chicos, las mujeres salimos del mercado laboral y luego es muy difícil volver.
• Pensemos en las empresas argentinas, las Pymes en particular, que buscan transformarse y profesionalizarse. En los países desarrollados existe la figura de un Interim Manager. Esta persona es alguien muy senior del mercado, que la organización Pyme no podría emplear de manera permanente. Pero, para hacer un cambio de modelo, cultura o una transformación podría contratarlo como CEO, por ejemplo, durante un período determinado. Este Interim Manager impulsa fuertemente la nueva metodología de trabajo y se va dejando la rueda andando. Al retirarse de la organización trabaja en la transición con una persona más junior, pero deja ya instalada la capacidad necesaria para que el negocio termine de despegar y potenciarse.

Un repartidor de pizza, por ejemplo, si pienso cuando estaba en el secundario en Estados Unidos muchos de mis compañeros se empleaban de manera part time para hacer delivery y juntar dinero para vacaciones. Incluso yo trabajé a los 16 años en un negocio de regalería después del colegio, por unos meses, también para poder generar dinero propio.

La jornada laboral reducida se metió en el debate del coloquio de IDEA

Creo que hay que repensar cuál es la ley laboral que debería acompañar a la Argentina los próximos años y lograr un esquema donde todos ganen. Un esquema laboral que tenga en cuenta las nuevas modalidades de trabajo, la cultura y los cambios mundiales de agilidad y transformación digital. La ley laboral tiene que ser un facilitador para las empresas y los trabajadores.

La competitividad de las empresas es fundamental para el desarrollo y el crecimiento de un país, en los países desarrollados reina un esquema de competitividad en las organizaciones.

¿Cómo podemos generar más empleo formal cuando las leyes locales atentan contra la contratación?

Habría que pensar en grande, de manera estratégica y mirar hacia adelante. Diseñar un modelo de trabajo que sea estratégico de verdad, y alineado a la argentina del futuro.

*Managing Partner en Backer & Partners, especializada en la búsqueda de ejecutivos para la Alta Gerencia y Consultoría de Cultura y Liderazgo