La elección arroja como resultado que el Frente de Todos ha perdido la mayoría en el Senado y ha disminuido sus bancas en Diputados, alejándose de la mitad más uno.
En la Cámara Alta es un nuevo escenario, dado que tanto en los tres gobiernos de Perón, en los dos de Menem y en los tres de Néstor y Cristina Kirchner, al igual que en el presente, siempre el oficialismo mantuvo la mayoría en el Senado. En Diputados, durante los mismos gobiernos, predominaron las mayorías peronistas, con una excepción, que son los dos primeros años del gobierno de Alberto Fernández.
La cultura peronista no muestra demasiada aptitud para compartir el poder
La cultura peronista no muestra demasiada aptitud para compartir el poder. Por esta razón, el periodo que se inicia el 10 de diciembre de 2021 será un reto para el oficialismo, ya que requerirá una flexibilidad política que no siempre ha tenido.
El Gobierno se apresta a enviar una decena de proyectos de contenido económico y social al Congreso para su aprobación. Es un intento de dar un marco de acuerdo institucional a iniciativas que puedan garantizar la gobernabilidad, en un momento difícil en lo político, económico y social.
Qué significa para Cristina Fernández perder el quórum en el Senado
La oposición, por su parte, posiblemente trate de dilatar el tratamiento de estos proyectos hasta el 10 de diciembre. Es que ese día vencen los mandatos de los legisladores actuales y se incorpora la mitad de la Cámara Baja electa el 14 de noviembre, y el tercio del Senado que también se renueva. Ello implicará que entre en funciones la nueva relación de fuerzas en el Congreso emergente de esta elección, más favorable a la oposición que el actual.
En esta situación, antes de terminar el año tendrá lugar la primera puesta a prueba de la gobernabilidad en la segunda mitad del Gobierno de la administración Fernández-Fernández.