Miguel Galuccio, el ex presidente de la estatizada YPF durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, también aparece en Paradise Papers. El ejecutivo registró una compañía –Vera Limited– en noviembre de 2016 en Malta, en la que figura como único accionista y director. El capital inicial fue de 1.200 euros. El propósito que declaró al inscribir la firma en el registro de esta isla del Mediterráneo, considerada un refugio fiscal por la Unión Europea, era comprar, alquilar u operar embarcaciones. Efectivamente, según explicó al ser consultado, Galuccio registró la firma para comprar un velero.
“Para hacerlo, la forma más eficiente es constituir una sociedad bajo las leyes de algún estado de la Unión Europea, como es el caso de Malta”, señaló. Señaló que “para las embarcaciones, la bandera maltesa es la más utilizada en Europa y de hecho, tiene el mayor número de registros dentro de la UE”.
La respuesta de Galuccio arroja una frase central para los conocedores del mundo offshore: “Es importante señalar que la sociedad (Vera Limited) tiene una estructura transparente: no hay participación de accionistas nominales ni mecanismos fiduciarios”. Muchos de los argentinos en Paradise Papers no admiten lo mismo. Si bien Galuccio evitó responder en qué país vive actualmente, aseguró que es “residente fiscal argentino” y que la sociedad figura en su declaración impositiva de 2016.
Galuccio renunció a la presidencia de YPF en marzo del 2016. Por su salida, cobró $ 72 millones en concepto de indemnización. Siendo uno de los funcionarios más ricos de la gestión kirchnerista, nunca presentó sus declaraciones juradas ante la Oficina Anticorrupción cuando estuvo al frente de la petrolera estatal, bajo el argumento de que YPF estaba fuera del control de ese organismo. Sin embargo, hubo otros funcionarios de la compañía que sí lo hicieron.