Las denuncias lo pintan como un personaje despiadado, meticuloso y calculador. De una frialdad sorprendente. Se llama Javier Broggi y tiene 52 años. Es un ex funcionario de la Municipalidad de Urdinarrain, un pueblo de 8 mil habitantes ubicado en el sur de la provincia de Entre Ríos. Lo acusan por haber abusado sexualmente de nada menos que cuarenta chicos de entre cuatro y doce años.
El acusado es un personaje vinculado a la política local que tuvo su minuto de fama cuando fue nombrado Secretario de Cultura y Turismo de Urdinarrain. Sin embargo, las primeras versiones sobre los ataques sexuales que habría cometido aceleraron su salida en mayo de 2008, en la gestión de Alberto Mornaco.
Según fuentes judiciales, los relatos coincidentes de las supuestas víctimas reflejarían un accionar premeditado y perverso. “El te generaba confianza. Cuando iba a nuestra vivienda, lo primero que hacía al llegar era sentarme en la falda. Yo tenía no más de 5 ó 6 años. Y eso lo venía haciendo tiempo antes; era una muestra de afecto de su parte y mis padres nunca dijeron nada, porque no había nada que reprochar. Era el tío bueno y afectivo”, recuerda una de las víctimas.
“Cuando me empezó a llevar a su habitación, las cosas comenzaron a cambiar. Me sentaba en su falda, como siempre, delante de la computadora, que era la más moderna del pueblo. Uno se fascinaba mirando los juegos de la PC y él empezaba tocarme. Lo hacía progresivamente. No había palabras. Sus manos subían y bajaban por todo el cuerpo, hasta que llegaban al cierre del pantalón, para llegar a mi pene de niño y empezar a masturbarme. No sabíamos qué estaba sucediendo; ni qué era lo que nos estaba haciendo. Era como un juego, del que por muchos años no me di cuenta de qué se trataba”, acota.
El caso estalló a partir de una investigación realizada por la Revista Análisis, la misma que destapó el escándalo del cura Justo Ilarraz, acusado por una serie de abusos a seminaristas en Paraná.
Después de la publicación, y gracias a las declaraciones de las supuestas víctimas, el procurador general de Entre Ríos, Jorge García, ordenó una investigación que ahora quedó a cargo del fiscal Martín Gil.
En base a las pruebas reunidas, la Justicia de Entre Ríos allanó este jueves la casa del acusado, ubicada en la calle 25 de Mayo al 250.
Entre los elementos incautados figuran varios diskettes de computadora y cassettes de videograbadoras antiguos, que serán remitidos a Inteligencia Criminal de la Policía de Entre Ríos para su análisis. El acusado habría designado como abogado a Rubén Gallardo, quien manifestó que su cliente desconoce la acusación y que se presentará ante la justicia el próximo lunes.
Voceros judiciales confirmaron el fiscal Gil le tomó declaración a una integrante de la red “Con los gurises no”, que desde hace cinco años viene denunciando situaciones de abuso en la región.
También declaró la primera de las supuestas víctimas del abusador, un joven de más de 30 años, que actualmente no reside en Urdinarrain y que, según las fuentes, brindó detalles de los abusos cometidos por Broggi entre 1988 y 1995.
Según los testimonios de las víctimas, el ex funcionario hostigaba a sus víctimas después de los abusos. “No llores más ni digas nada, porque tus padres no te van a creer. Salgo de acá, compro un vino para la cena y cuando vos llegues a tu casa ya estaré sentado con ellos, disfrutando de la comida”, solía decirles.
Algunos allegados -según la Revista Análisis- dijeron que el acusado solía jactarse de los abusos. “Son muchísimos los chicos de los que abusé”, aseguran que le habría dicho a una amiga, a quien también le habría confesado que abusaba de menores desde los 15 años.
