En marzo, Fernando Salum Nasif alquiló un departamento en el barrio Portezuelo de Nordelta con un solo objetivo: tener acceso a la Ciudad-Pueblo y realizar inteligencia previa para cometer los golpes junto a dos cómplices, según indicaron fuentes policiales.
“Portezuelo es un barrio que es más vulnerable a este tipo de delitos. Al estar compuesto por un complejo de departamentos, los alquileres son más accesibles para cualquiera”, menciona una de las vecinas consultadas por PERFIL.
La modalidad no es nueva. Lo mismo ocurrió en Highland Park Country Club de Pilar, donde se sospecha que el líder de una banda alquiló una propiedad para cometer los asaltos sin ser percibido por la seguridad. “El inquilino es el encargado de marcar las casas y hacer entrar a sus cómplices con la tarjeta de acceso en su poder. Como los guardias de seguridad constatan el DNI y la foto del inquilino sin notar irregularidades, los delincuentes escapan con joyas, dinero y electrodomésticos dentro de su vehículo sin llamar la atención”, detalló un investigador.
“Antes ingresaban por las caballerizas, pero ahora entran en un vehículo de una persona que es propietaria. De esa manera, burlan los controles porque la seguridad sólo pide los datos al conductor y no a los acompañantes. La seguridad siempre es una preocupación. Nada es efectivo al ciento por ciento”, explicó un vecino del country de Pilar a PERFIL.
En enero, tras el robo a su vivienda, Claudio Ramos, hijo del fundador de Ambito Financiero, denunció que los ladrones no habían salido del barrio. “Es ridículo pensar que fueron personas de afuera. Acá los robos siempre tienen que ver con un entregador que tiene acceso al country. Es muy complicado ingresar si no sos del barrio porque el sistema de seguridad es muy sofisticado”, contó otro propietario. Hasta enero, se habían registrado diez robos en seis meses en casas del predio, entre ellas, la de Ramos, la de uno de los hermanos Sterman, dueños de la marca de ropa Kevingston, y la del futbolista Ezequiel Lavezzi.
En Nordelta los robos fueron violentos: las víctimas fueron insultadas, golpeadas y amenazadas con un arma. A una de ellas, Constanza De Notta, la ataron y le gatillaron dos veces en la cabeza. En la casa de su vecina, la escena fue similar y amenazaron con matar al bebé que la acompañaba. Tras el golpe, los tres delincuentes dejaron el barrio en el auto de Nasif sin ser detenidos por la custodia, pero fueron captados por las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Tigre.
En las imágenes, los investigadores pudieron determinar que el inquilino condujo su vehículo hasta la casa del jefe de la banda –Lucas Martín Pérez, alias el Enano–, ubicada en la calle Uruguay, en el límite con San Fernando. Ambos fueron detenidos, mientras que el tercer integrante de la banda está identificado, pero permanece prófugo.