Fueron tres llamados telefónicos, dos a su casa y uno a su celular. El mensaje: que “se deje de joder” porque sino van a matarla a ella, Susana Trimarco, y a su nieta, la hija de Marita Verón, desaparecida hace 10 años por una red de trata. “Fueron policías corruptos de Tucumán”, denunció la mujer, reconocida por su lucha contra la trata de personas.
Trimarco presentó ayer denuncias por amenazas y extorsión ante el juzgado federal de Tucumán por tres llamados telefónicos que recibió el sábado en su casa y en su teléfono celular.
La madre de Marita Verón afirmó que las amanezas partieron de "la propia Policía de Tucumán, de los policías corruptos", informó DyN.
"Como desde la fundación (María de los Angeles) seguimos desarmándoles los negocios de la droga y la prostitución les molesta eso y quieren armar una cuestión mediática", advirtió en diálogo con radio Nacional.
Trimarco dijo que seguía "luchando" pero estaba "un poco molesta" por las "amenazas de muerte" contra ella y su nieta, de 13 años.
Según sostuvo, el sábado realizaron llamadas al "teléfono fijo" de su casa cuando ella "había ido a Bella Vista, a pocos kilometros de Tucumán". Una de las cuales fue recibida por su propia nieta. "Hubo una llamada que dijeron que me iban a matar a mí y a mi nieta", remarcó.
Sobre los autores de las amenazas, a quienes identificó como "policías corruptos" de la provincia, dijo que "están teniendo problemas internos entre ellos y me quieren usar a mí".
Tras aclarar que "por orden de la presidenta (Cristina Fernández) y de la ministra de Seguridad, (Nilda Garré) tenemos custodia de Gendarmería Nacional", remarcó que también las grabaciones quedaron en poder de la justicia, porque sus teléfonos "siguen intervenidos".
El diario La Gaceta, de Tucumán, detalló que en las llamdas se nombró directamente al jefe de la Policía de Tucumán, Jorge Racedo. “Decile a Susana Trimarco que se deje de joder, que no se meta con Racedo; si no la vamos a matar", dijeron en uno de los llamados a su casa.
Racedo, asegura el diario tucumano, fue inmediatamente a la casa de Trimarco y se desvinculó de los llamados.
Las amenazas, según especulan en el ministerio de Seguridad y en la propia Policía provincial, estarían relacionadas con la interna policial y los continuos rumores de desplazamientos.
En la denuncia tomó intervención el fiscal federal Gustavo Gómez.
El viernes, Trimarco se reunió con Gómez para avanzar en investigaciones contra la trata de personas en la provincia a través de informaciones que recoge a diario en su fundación.
