Delincuentes asaltaron una parroquia en el barrio porteño de Parque Chacabuco mientras un cura daba misa y uno de los ladrones entretenía al otro sacerdote en el confesionario.
Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió a las 19.20 del pasado domingo en la parroquia de la iglesia San Judas Tadeo, situada en Valencia 2087.
Los voceros explicaron que el hecho se produjo en momentos en que uno de los sacerdotes estaba celebrando una misa en la iglesia de la parroquia, cuya puerta da a la calle Miraflores 2080.
Cuando ya habían transcurrido unos 10 minutos de la ceremonia, aparecieron en la parroquia dos mujeres de unos 20 años que se acercaron al padre Iván, quien en ese momento había terminado de confesar a varios fieles, mientras el párroco Pablo ofrecía la misa en la iglesia.
Los informantes revelaron que las mujeres le dijeron al cura que querían confesarse, tras lo cual Iván se dirigió con ellas al confesionario para escucharlas.
Luego de unos 15 minutos, una de las mujeres recibió un mensaje de texto en su teléfono celular y repentinamente le dio las gracias al sacerdote y se retiró con su compañera.
Más tarde, cuando Iván, quien se había acercado a la iglesia para la finalización de la ceremonia, se dirigió nuevamente a la parroquia, descubrió que dos puertas que dan a las habitaciones del lugar habían sido violentadas.
Al recorrer las instalaciones, el sacerdote advirtió que delincuentes habían entrado a dos habitaciones de las cuales robaron dinero, dos cámaras filmadoras, una computadora portátil y otros objetos de valor.
Luego de llamar a la policía y denunciar el hecho ante agentes de la comisaría 12, el cura recordó la extraña actitud de las mujeres que había confesado y se dio cuenta de que en realidad las jóvenes lo habían utilizado para distraerlo y permitir así que cómplices entraran a robar en el mismo momento.
Según se explicó, los ladrones, quienes aprovecharon el tiempo en que las mujeres se confesaban con el cura Iván, ingresaron por los fondos de la parroquia y con una barreta rompieron las puertas del sector de las habitaciones.
Tras el robo, escaparon por el mismo lugar que utilizaron para entrar y luego se habrían juntado con las mujeres que de manera coordinada con ellos terminaron la falsa confesión.
En declaraciones a la prensa, el cura Iván comentó que al momento del robo "el padre Pablo, que es el párroco, estaba celebrando la misa, y a mí, antes de empezar la misa, me buscaban para confesarse".
Así, el sacerdote dispuso escuchar a una de esas personas. Contó que "no era una confesión, quería contarme una situación familiar de mucho dolor. Fue bien actuado, con una situación bastante real".
"Cuando alguien me viene a pedir algo no pienso que me quiere robar, pongo mi inteligencia en que puedo ayudar a las otras personas", dijo Iván, quien aseguró: "Yo los perdono, las cosas materiales van a vienen; lástima la computadora, porque tenía imágenes, fotografías, cosas de la parroquia".
Cuando por C5N le preguntaron por qué cree que esos jóvenes roban, fue categórico: "Todos dicen que roban para drogarse, es la respuesta que tiene todo el mundo".
Fuente: DYN