Lo mataron en su casa delante de su esposa e hijos cuando
intentaba resistirse a un robo. El sorpresivo hallazgo hecho en su auto.
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Cedoc
Un integrante de la hinchada de Boca Juniors, señalado por fuentes policiales como
barrabrava,
fue asesinado a balazos delante de su esposa e hijos al intentar resistirse a un
asalto en su casa de la localidad bonaerense de Temperley, partido de Lomas de Zamora.
La policía identificó a la víctima como Cristian Adrián Vargas Ponce, de 30 años, en cuyo
automóvil, sin chapa patente, se encontró un chaleco antibala y
una remera con las inscripciones de la policía federal. El joven pertenecería a un
sector de la barra brava boquense que se opone al de Mauro Martín, actual jefe de "La Doce", por lo
que versiones periodísticas indicaron que
podría tratarse de un ajuste de cuentas entre ambos bandos.
Si bien manejan esa posibilidad, no obstante, los investigadores no descartan la posibilidad
que se haya tratado de un robo de los denominados "al voleo". El hecho ocurrió durante la madrugada
en la casa ubicada en la calle Casal 1085, casi esquina Calderón de La Barca, en la zona sur del
conurbano bonaerense.
Altas fuentes policiales informaron que el hecho se inició en la madrugada de ayer cuando Vargas
Ponce se movilizaba por Calderón de la Barca, en Temperley, en su auto Volkswagen Gol, y al
detenerse en un semáforo fue sorprendido por cuatro ladrones que
abordaron el vehículo y lo obligaron a llevarlos a su casa.
Según las fuentes, los asaltantes, ya en la casa, se apoderaron de unos 1.000 pesos y cuando
intentaron llevarse otros objetos de valor Vargas Ponce se resistió y fue baleado a quemarropa. Los
ladrones, tras los disparos, huyeron en un auto Volkswagen Bora que los esperaba en las
inmediaciones con otros integrantes de la banda.
Vargas Ponce, herido en la espalda y el abdomen, fue trasladado al Hospital Gandulfo, de Lomas
de Zamora, donde murió cuando era asistido. Lo que llamó la atención de los investigadores
policiales fue el hallazgo de un chaleco antibalas y una remera, ambas con iniciales policiales, al
revisar el auto de la víctima, que
no tenía patente.
