Un hombre asesinó a golpes a su hijo de 3 años en la ciudad santafesina de Santo Tomé e hirió al hermano mellizo del niño, quien se encuentra en estado grave, cuando descubrió que había comido mermelada sin autorización, informaron hoy fuentes policiales.
El hombre, de 33 años y chofer de colectivos de la empresa de media distancia Continental, fue detenido y según los informes de la fuerza de seguridad confesó haber golpeado a los niños y matado a uno de ellos, mientras la madre de los mellizos también fue arrestada.
El crimen fue perpetrado en una casa de 3 de Febrero al 2000, en el barrio San Martín de la ciudad de Santo Tomé, 15 kilómetros al sur de la capital santafesina.
Asimismo, la fuerza de seguridad determinó en el marco de la investigación que el hombre comenzó a golpear a los mellizos y a uno de ellos lo sumergió en una bañadera con agua helada ubicada en el fondo de la casa, lo que le produjo una crisis de hipotermia.
A los gritos de terror de los mellizos se sumaron sus cuatro hermanos, de 2, 9, 14, y 15 años, por lo cual los vecinos llamaron al Comando Radioeléctrico.
Poco después se presentó en el lugar un móvil de la fuerza que detuvo a los padres y sacó a los niños de la vivienda, mientras los mellizos fueron trasladados en una ambulancia al Hospital Orlando Alassia de Santa Fe.
Los médicos constataron que uno de ellos presentaba politraumatismo de cráneo y traumatismo en sus cuatro extremidades, por lo que murió horas después.
En tanto, el otro niño permanece en estado grave en la Unidad de Terapia Intensiva de ese centro de salud. El padre y la madre de las víctimas fueron detenidos y en la sede policial Quinteros el hombre confesó ser el autor del crimen.
Los otros hijos del matrimonio fueron entregados a familiares por disposición de la Justicia de Menores de los Tribunales provinciales de esta capital.
Según informes estadísticos el programa Víctimas contra las Violencias, que depende de la órbita nacional, localizó casi 300 casos de hechos violentos perpetrados contra niños este año, mientras se registran miles de llamados en las líneas de asistencia a la infancia.
Las cifras son muchos mayores y registran un incremento sostenido, según las entidades especializadas.