La causa que investiga el brutal asesinato de Candela Rodríguez navega sobre un mar de dudas. En las más de 20 mil fojas que tiene el voluminoso expediente judicial que se tramita en los tribunales de Morón todavía no aparecen nombres de sospechosos, y hasta el momento la única prueba real e irrefutable es que la nena de 11 años fue estrangulada siete días después de haber sido secuestrada en Villa Tesei.
A 72 horas de la aparición del cuerpo, los investigadores del caso cruzan datos de las pistas que surgieron a lo largo de un trabajo que lleva doce jornadas. Pero hasta el momento no tienen un indicio firme sobre el o los presuntos homicidas.
“La mayoría de las fojas del expediente son inútiles”, confiesa a PERFIL el fiscal general Federico Nieva Woodgate. En el mismo tono, otra fuente judicial con acceso al expediente confirma que no hubo grandes avances: “Estamos igual que cuando empezamos: matando víboras, como dice la Policía”.
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